La primera obra maestra del Museo del Prado
La pinacoteca honra a su arquitecto, Juan de Villanueva, en el 192 aniversario de su inauguraci¨®n
La primera obra maestra que se puede ver al llegar al Museo del Prado es -y se puede ver desde bien lejos-, el propio Museo del Prado. Su enorme contenedor. As¨ª define su director, Miguel Zugaza, lo que representa la construcci¨®n del inmueble que proyect¨® Juan de Villanueva en 1875 para la compleja identidad de la principal pinacoteca espa?ola. Y se da la circunstancia que este a?o se ha hecho coincidir el festejo habitual de aniversario del museo (192 a?os) con el recuerdo de los 200 a?os de la muerte de Juan de Villanueva.
Para honrar a su arquitecto, al padre de la criatura, El Prado ha reeditado dos textos sobre el edificio y sobre el trabajo de su arquitecto. El primero (El Museo del Prado. Biograf¨ªa del edificio) es un denso libro de Pedro Mole¨®n que muestra a trav¨¦s de un rigor y academicismos estrictos y fotograf¨ªas y planos de la ¨¦poca la historia del inmueble. El segundo es un cuaderno con el texto del arquitecto Rafael Moneo (autor de la ¨²ltima ampliaci¨®n que ha experimentado la pinacoteca) titulado El museo del Prado de Juan Villanueva, comentado por Rafael Moneo.
Ambos estuvieron ayer en la presentaci¨®n de los libros y expusieron su visi¨®n del arquitecto neocl¨¢sico y la historia de c¨®mo ¨¦ste abord¨® el proyecto que present¨® en 1785 al Conde de Floridablanca y que nunca lleg¨® a ver inaugurado. La idea inicial es que fuera una suerte de museo/archivo de ciencias naturales que iba a erigirse sobre unos terrenos propiedad de la ciudad de Madrid. Villanueva present¨® dos proyectos. Uno con gran ornamento y p¨®rticos en la fachada del Paseo del Prado (bastante costoso), y otro m¨¢s sencillo y sobrio (el que conocemos hoy).
Y ese fue un punto de discusi¨®n entre los dos ponentes. Porque Mole¨®n considera que la versi¨®n final del museo no corresponde a ninguno de esos dos proyectos y se trata de un tercer proyecto. Moneo, en cambio, rebati¨® la idea y asegur¨® que el proyecto que conocemos es pr¨¢cticamente el mismo que el que se present¨® en la maqueta de madera. Adem¨¢s, sostuvo que la sospecha de que Villanueva present¨® un proyecto mucho m¨¢s costoso que otro con la secreta intenci¨®n de que quedara autom¨¢ticamente descartado para poder construir el que realmente quer¨ªa.
En todo caso, el dise?o del Prado es una historia de dualidades. "Es la superposici¨®n de dos edificios longitudinales que se cruzan. Eso hace que los dos planos tenga la misma importancia. Por eso Villanueva dise?¨® dos fachadas principales", explic¨® Moneo. "Y la pieza clave es el ¨¢bside, el elemento que comparten los dos edificios", insisti¨®.
Para el autor de la principal ampliaci¨®n del Prado en sus 200 a?os de historia, que aument¨® su superficie en 22.000 metros cuadrados, Villanueva era una mezcla de "pasi¨®n y mesura". "?l era muy consciente de la magnitud del proyecto", record¨® Moneo, "en ¨¦l hab¨ªa una delicadeza y una dulzura carente en el resto de arquitectos neocl¨¢sicos".
Para celebrar ambos aniversarios, el museo realizar¨¢ el d¨ªa 19 de noviembre itinerarios especiales guiados para conocer a fondo el edificio. Adem¨¢s, y durante toda esa jornada, ofrecer¨¢ acceso gratuito a su colecci¨®n permanente.
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