Lemi Ponifasio conjura los p¨¢jaros del apocalipsis
El core¨®grafo samoano se presenta en el Mercat de les Flors de Barcelona con su compa?¨ªa Mau
Lemi Ponifasio (isla de Lano, Samoa, 1963) tiene aspecto de zaguero de los All Blacks (y lleva camiseta negra y confiesa haber jugado al rugby), pero sus coreograf¨ªas van mucho m¨¢s all¨¢ de la Haka Ka Mate, la danza guerrera maor¨ª de los XV ant¨ªpodas. Los espect¨¢culos de Ponifasio y su compa?¨ªa Mau beben de los rituales polinesios, pero tambi¨¦n de muchas otras fuentes, tradicionales y modernas, y se caracterizan por invitar a la reflexi¨®n e incluso al activismo pol¨ªtico, m¨¢s all¨¢ de su impactante est¨¦tica. Ahora traen al Mercat de les Flors de Barcelona su montaje Birds with skymirrows, en el que se unen danza, ceremonia, poes¨ªa, canto, espiritualidad y un mensaje que, simplificando mucho las cosas, se podr¨ªa calificar de ecol¨®gico.
Del impacto que las representaciones de Ponifasio y Mau —que el a?o pasado presentaron en el mismo Mercat una versi¨®n maorizante (!) de La tempestad, de Shakespeare— provocan en el p¨²blico da fe el testimonio de un cr¨ªtico escoc¨¦s: "Me di cuenta de que hab¨ªa descubierto lo que es importante en la vida".
Visi¨®n en Tarawa Birds with skymirrors, seg¨²n explic¨® ayer el propio Ponifasio, nace de una imagen que le conmocion¨®. Se encontraba en la isla de Kiribati, parte del atol¨®n de Tarawa, escenario de una de las batallas m¨¢s sangrientas de la II Guerra Mundial, cuando observ¨® el vuelo de unas aves marinas, unas fragatas, que llevaban en el pico lo que le pareci¨® una especie de espejos l¨ªquidos. Pens¨® que era algo bell¨ªsimo, que suger¨ªa las almas de los ancestros, hasta que cay¨® en la cuenta de que lo que portaban los p¨¢jaros eran tiras de cinta magn¨¦tica procedentes de un basurero industrial. Esa visi¨®n "apocal¨ªptica", digna de Ballard, le inspir¨®. Es la idea de que algo va mal en el mundo, en nuestra relaci¨®n con ¨¦l.
S¨²mese a la imagen de las aves el hecho de que siete miembros de la compa?¨ªa de Ponifasio proceden de esa isla, que no solo est¨¢ sembrada de restos de los terribles combates, esqueletos de tanques, submarinos y aviones, sino que se encuentra a merced del mar a causa del cambio clim¨¢tico. "La mayor altura de la isla es de apenas dos metros y con las tormentas, las olas la barren". Ponifasio huye de un mensaje de emergencia al uso. Apela a la responsabilidad y a la necesidad de una ¨¦tica pero desde la poes¨ªa que se crea en el escenario. Habla de "la fascinaci¨®n de la primera flor que se abri¨® al sol y del postrer aliento de la ¨²ltima ballena".
Babelia
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