Subvenciones en entredicho, ?llegan los mecenas?
La crisis disminuye las ayudas de las Administraciones y reanima una vieja discusi¨®n, la de la cultura financiada con fondos p¨²blicos
Este reportaje forma parte del proyecto final de la asignatura de Digital de los alumnos de la 25? promoci¨®n de la Escuela de Periodismo UAM / EL PA?S 2011
?Ha llegado la hora de que la cultura se emancipe de las subvenciones? El debate sobre c¨®mo se asignan los recursos p¨²blicos despierta mayor preocupaci¨®n en ¨¦poca de crisis, pero no es nuevo. Durante los ¨²ltimos a?os ha estado politizado pero ahora el contexto econ¨®mico obliga a ser m¨¢s rigurosos en su planteamiento y analizar si merece la pena el gasto y c¨®mo se debe repartir. Sectores afines a la derecha critican la pol¨ªtica de subvenciones y, de hecho, el nuevo Gobierno del Partido Popular se ha propuesto modificarla para impulsar que la iniciativa privada sea el motor de esta industria.
Hay quien centra sus quejas en las cuant¨ªas y quien es m¨¢s cr¨ªtico con el proceso de concesi¨®n. Pau Rausell K?ster, director del ?rea de Investigaci¨®n en Econom¨ªa Aplicada a la Cultura de la Universidad de Valencia, habla de "un entramado de pol¨ªtica cultural absolutamente sujeto a ocurrencias puntuales y posibilistas".
Cultura oferta 92 millones en 2011 para el cine y el mundo audiovisual
"Yo no hablar¨ªa tanto de un exceso de subvenciones. Dir¨ªa m¨¢s bien que es necesario modificar los criterios y los procedimientos de asignaci¨®n". Es la opini¨®n de Antonio Mart¨ªnez, gestor cultural y director gerente de la empresa p¨²blica Murcia Cultural. Reconoce que la modificaci¨®n por la que aboga es complicada, dado que habr¨ªa que homologar el modelo estatal y los auton¨®micos, pero tiene una alternativa: crear consejos de las artes, compuestos por expertos independientes de acreditada reputaci¨®n en el sector, de forma que "se garanticen procesos de asignaci¨®n m¨¢s aut¨®nomos de las decisiones pol¨ªticas". La propuesta, que de momento solo se ha plasmado en Catalu?a, se inspira en los Arts Councils brit¨¢nicos.
De opini¨®n similar es V¨ªctor Fern¨¢ndez, profesor de la Universidad de Oviedo especializado en Econom¨ªa de la Cultura, quien concreta que las subvenciones deber¨ªan concederse con pautas que "permitieran acercarse m¨¢s a las preferencias de los ciudadanos". Considera que "habr¨ªa que aumentar los criterios objetivables y abrir las comisiones de expertos a m¨¢s colectivos relacionados con el mundo de la cultura".
El cine y el mundo audiovisual centran los ataques a la pol¨ªtica de subvenciones. No en vano, son las disciplinas que m¨¢s dinero p¨²blico reciben. Para 2011, por ejemplo, el Ministerio de Cultura ha ofertado 92 millones repartidos en una veintena de convocatorias para ayudas p¨²blicas.
Incluso en la industria cinematogr¨¢fica hay quien es consciente de los defectos de la pol¨ªtica de subvenciones. Hern¨¢n Migoya, Tinieblas Gonz¨¢lez o Jaime Falero, cineastas conocidos en los circuitos alternativos, son la voz de la conciencia, aunque muchos entienden que sus quejas se deben a su condici¨®n de outsiders. Consideran que en Espa?a se ruedan al a?o decenas de pel¨ªculas, muchas de ellas sin importar la calidad de los proyectos, porque lo que interesa es lograr una subvenci¨®n. "El dinero para cine es un dinero a fondo perdido", denuncia el director tinerfe?o Jaime Falero. "Se hacen productos a bajo coste, se inflan las facturas con las que se justifican y as¨ª se obtiene dinero de sobra", sostiene. Falero apuesta por subvenciones para promocionar la obra y no la producci¨®n. Opina que un comit¨¦ de expertos deber¨ªa evaluar el filme una vez terminado y, si lo considera de calidad suficiente, conceder ayudas para su difusi¨®n. De esta forma, los inversores tendr¨ªan la posibilidad de recuperar su dinero gracias a la exhibici¨®n de la pel¨ªcula. Gonz¨¢lez desarroll¨® estos argumentos en una rueda de prensa y resumi¨® la situaci¨®n con una frase lapidaria: "El cine espa?ol est¨¢ prostituido".
Reforma de la legislaci¨®n
Frente a la excesiva dependencia de los poderes p¨²blicos, el PP sugiere una reforma de la Ley de Mecenazgo para aumentar los incentivos fiscales a las inversiones en proyectos culturales. La legislaci¨®n espa?ola establece unas ventajas tributarias con diferente porcentaje de deducci¨®n sobre la cuota del IRPF, que oscila entre el 15 y el 35%. Se prev¨¦ que esta reforma se lleve a cabo en la legislatura que ahora comienza. El programa electoral de los populares recoge esta idea: "Impulsaremos decididamente el mecenazgo como soporte activo de los emprendedores culturales y de la innovaci¨®n creativa, restituyendo a la sociedad su protagonismo y sustituyendo la trasnochada estrategia de la subvenci¨®n". Lo que no han concretado a¨²n es c¨®mo desarrollar¨¢n esa medida, aunque el nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tuvo la oportunidad de hacerlo cuando un internauta le interpel¨® a trav¨¦s de Twitter, d¨ªas antes de tomar posesi¨®n de su cargo. "Eliminad las subvenciones al cine y sindicatos e invertirlo en medicina e investigaci¨®n de cura de enfermedades", le dijo. Rajoy solo respondi¨®: "Es necesaria la revisi¨®n de todas las partidas de subvenciones y la eliminaci¨®n de aquellas no justificadas".
Los profesionales consultados coinciden en apoyar esta reforma de la Ley de Mecenazgo. "La legislaci¨®n podr¨ªa ayudar un poco m¨¢s", opina Fernando Rueda, director del Observatorio de Cultura de la Fundaci¨®n Alternativas. "Queda mucho que mejorar porque la tendencia siempre ha sido subvencionar p¨²blicamente; el apoyo privado es menos visible, pero se est¨¢ haciendo", a?ade.
Los expertos en econom¨ªa cultural advierten sin embargo de que un cambio en los incentivos fiscales no ser¨ªa la panacea. El profesor V¨ªctor Fern¨¢ndez apunta que la filosof¨ªa general es positiva. "En un contexto de descenso de fondos p¨²blicos es m¨¢s que conveniente buscar inversiones privadas". Ahora bien, "otra cuesti¨®n ser¨¢ ver los criterios". "No hay que generar falsas expectativas con el mecenazgo. En Europa las cantidades procedentes de empresas e individuos, aun siendo importantes, son relativamente modestas", si las comparamos con el dinero p¨²blico, agrega Antonio Mart¨ªnez. Ante la crisis, tambi¨¦n las grandes fortunas se vuelven precavidas.
Francia y EE UU, ejemplos contrapuestos
Andr¨¦ Malraux cambi¨® las aventuras en Indochina y Espa?a por el sill¨®n de ministro de Cultura de Francia. El general De Gaulle cre¨® la cartera en 1959 y confi¨® en uno de los grandes intelectuales galos de la ¨¦poca para dirigirla. Desde entonces, este pa¨ªs ha sido el modelo de aquellos que consideran que la cultura es un bien p¨²blico que merece apoyo institucional. En el otro extremo, los partidarios de iniciativa privada miran a Estados Unidos. Entre ambas opciones, existen grados que acercan el sistema a uno u otro extremo.
En Francia, los recortes tambi¨¦n han llegado a la cultura. Emmanuel N¨¦grier, doctor en Ciencias Pol¨ªticas, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas franc¨¦s y especialista en las pol¨ªticas culturales europeas, apunta que las ayudas estatales se mantienen respecto a a?os anteriores, lo que, "teniendo en cuenta la inflaci¨®n [1,77%], supone un descenso". A nivel regional y local tambi¨¦n han bajado las partidas, en algunos casos hasta un 30%. Aun as¨ª, el Estado dedicar¨¢ 7.400 millones de euros en 2012 al Ministerio de Cultura y Comunicaci¨®n. El presupuesto de esta cartera en Espa?a es de 839 millones en 2011, aunque hay que tener en cuenta que no incluye el ¨¢rea de comunicaci¨®n. N¨¦grier concluye: "A m¨¢s subvenciones, mejor para el sector". Pese a esta fidelidad de las instituciones, Francia ha potenciado el mecenazgo hasta el punto de que desde 2003 las exenciones fiscales pueden llegar al 90% si se compran bienes de inter¨¦s cultural.
El modelo estadounidense difiere radicalmente del franc¨¦s. El Bureau of Educational and Cultural Affairs, equivalente al potente departamento galo, act¨²a como una mera agencia de promoci¨®n cuya actividad principal es la ense?anza del idioma y la cooperaci¨®n cultural exterior. El primer contribuyente de las organizaciones culturales son los inversores privados: fundaciones, corporaciones y ciudadanos aportan el 43% de los fondos, frente al 13% de las Administraciones. El porcentaje restante corresponde a los ingresos generados por las propias organizaciones. El veh¨ªculo principal de apoyo p¨²blico al sector son las 56 agencias, una por cada Estado o jurisdicci¨®n, cuyo presupuesto para este a?o ha sido de 345 millones de d¨®lares (265 millones de euros), parcialmente aportados por el National Endowment for the Arts, un organismo federal que convive con aquellas, y que tambi¨¦n realiza aportaciones directas.
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