El abismo Almod¨®var
Otra vuelta de tuerca en las obsesiones de Pedro Almod¨®var. 'La piel que habito', su pel¨ªcula m¨¢s negra y opresiva, se estrena el 2 de septiembre. No dejar¨¢ indiferente a nadie. Aqu¨ª nos habla de los laberintos que le dan v¨¦rtigo.
Es el director de cine espa?ol de mayor reconocimiento mundial. Cada estreno de una de sus pel¨ªculas se convierte en un acontecimiento en la industria cinematogr¨¢fica nacional e internacional. En esta entrevista, Pedro Almod¨®var -que est¨¢ a punto de estrenar su largometraje n¨²mero 18, 'La piel que habito', probablemente su pel¨ªcula m¨¢s sombr¨ªa y dura- se explaya sobre temas de actualidad, desde la previsible victoria electoral de la derecha hasta el Movimiento 15-M, la reivindicaci¨®n de la memoria hist¨®rica, el agobio de la proliferaci¨®n de paparazzi aficionados y la necesidad de proteger con mayor convicci¨®n legal al autor frente a la pirater¨ªa.
"Las que me han dado m¨¢s prestigio son mis pel¨ªculas oscuras"
"El 15-m nos ha tra¨ªdo a la izquierda nuevas energ¨ªas"
"Su rostro deb¨ªa estar invadido por un miedo absoluto"
"El futuro nos ha cogido en bragas. Y hay que espabilarse"
"Las que me han dado m¨¢s prestigio son mis pel¨ªculas oscuras"
"Tengo avanzado un proyecto propio que ser¨¢ en ingl¨¦s"
Usted escribi¨® en la promoci¨®n de esta pel¨ªcula sobre la importancia de una frase de El¨ªas Canetti de 'El libro de los muertos': "... el interrumpido ir y venir del tigre ante los barrotes de su jaula para que no se le escape el ¨²nico y brev¨ªsimo instante de su salvaci¨®n", en referencia a la actitud del personaje de Elena Anaya, prisionera desde hace a?os en una jaula de oro. Sin embargo, esa sensaci¨®n de vivir encerrado tambi¨¦n se podr¨ªa aplicar a su propia vida, condicionando la evoluci¨®n de sus pel¨ªculas, que de aquellas comedias iniciales ha pasado a un cine m¨¢s dram¨¢tico.
Pero yo no estoy cautivo, o si lo estoy es de m¨ª mismo. Y si busco incesantemente una rendija por la que evadirme, se debe a que continuamente busco elementos que me inspiren y me estimulen a contar nuevas historias. Y ese ir y venir forma parte de mi vida y mi trabajo. Pero no hay barrotes, o si los hay son meramente biol¨®gicos. El paso del tiempo. Respecto a La piel que habito, es cierto que probablemente sea la pel¨ªcula m¨¢s negra que haya hecho hasta la fecha. A pesar de que tiene lo m¨¢s parecido a un final feliz. Pero hay una zona de la pel¨ªcula en que el g¨¦nero dominante es el terror, pero un terror de verdad, sin artificio, sin sangre, ni sustos, nada que ver con la manera en que ahora se hace este g¨¦nero. Y esa zona terror¨ªfica pesa mucho sobre la emoci¨®n que experimenta el espectador al verla. Al menos entre los cientos con los que he tenido la ocasi¨®n de hablar, casi todos periodistas. Pero no es una pel¨ªcula sombr¨ªa. Hay mucha luz, no he querido recurrir a una est¨¦tica expresionista con sombras recortando las paredes, etc¨¦tera. He buscado mi propio camino, que justamente no es el de las sombras. En esto tengo que agradecerle a Jos¨¦ Luis Alcaine el magistral trabajo como director de fotograf¨ªa. Se merece el premio que le dieron en el Festival de Cannes a la pel¨ªcula con mejor fotograf¨ªa del festival.
Una de las caracter¨ªsticas de su cine es la mezcla de g¨¦neros.
"El 15-m nos ha tra¨ªdo a la izquierda nuevas energ¨ªas"
Esa mezcla tambi¨¦n se da en La piel... La pel¨ªcula transita entre el drama, el cine de anticipaci¨®n cient¨ªfica, el thriller, el terror y el melodrama. Sin renunciar del todo al humor, que tambi¨¦n lo hay y siempre lo habr¨¢. Eso es marca de la casa.
Una mezcla de g¨¦neros en la que no respeta las reglas de ninguno de ellos. En esta nueva obra tienen especial presencia las pantallas y los circuitos de televisi¨®n interna. ?Significa eso un reconocimiento a los tiempos que vivimos en los que se ha perdido completamente la inocencia de la mirada en aras de un obsesivo control?
Lo que yo quer¨ªa subrayar es que vivimos rodeados de pantallas, de im¨¢genes en movimiento, tanto en la calle como dentro de nuestras casas. O dentro de nuestros ordenadores. El ordenador se ha convertido en un artefacto dentro del que vivimos, que nos refleja y por el que no solo entra la realidad, sino que nos sirve para relacionarnos con los dem¨¢s, aunque tambi¨¦n puedan controlar nuestra intimidad a trav¨¦s de ¨¦l, y sin pedir permiso. El peligro de vivir al desnudo frente a todos estos artefactos es una sensaci¨®n real. Pero para un director, esta masiva proliferaci¨®n de im¨¢genes en movimiento, como cotidianidad absoluta, es muy interesante. Porque la imagen es nuestro instrumento de trabajo, y ahora mismo, para un narrador, o para la polic¨ªa o para los detectives, oficios que se parecen mucho al de narrador de historias, se han enriquecido enormemente las herramientas que utilizamos y los modos de investigar / documentar/ desarrollar una historia. Bien es cierto que el control que se puede hacer de las andanzas de cualquier persona, en los tiempos que corren, es exhaustivo. Desde que sale de su casa hasta que vuelve. Hemos perdido grandes dosis de intimidad. El personaje de mi pel¨ªcula no tiene ninguna. Est¨¢ siendo siempre observada como un ratoncillo con el que se est¨¢ experimentando. Adem¨¢s de las im¨¢genes de control, con pantallas en blanco y negro en la cocina, est¨¢ el inmenso plasma que tiene el doctor Ledgard, el personaje de Antonio, que le ocupa la mitad de la pared que da a la habitaci¨®n de Vera-Elena. Mi intenci¨®n es dar la impresi¨®n de que casi viven juntos. Y cuando Antonio atrae la imagen hacia s¨ª con un zoom y el rostro de Elena es tan grande como las tres cuartas partes de Antonio, quiero decir que aunque ¨¦l sea el due?o de las llaves, Elena es la que est¨¢ controlando la relaci¨®n. Los distintos tama?os de las pantallas donde aparece ella tienen un inter¨¦s puramente narrativo, adem¨¢s de representar la vida misma.
Hablando de im¨¢genes robadas, ?qu¨¦ opini¨®n le merecen los 'paparazzi'?
"Su rostro deb¨ªa estar invadido por un miedo absoluto"
No son santo de mi devoci¨®n, a no ser que te llames Ron Galella.
Pero eso es algo que solo se descubre 'a posteriori'.
Es verdad. Cuando fotografiaba a Jacqueline Kennedy por la calle, no creo que ella imaginara que esas fotos iban a ser colgadas en los museos del siglo XXI.
Si hubiera hecho hoy 'Mujeres al borde de un ataque de nervios', tendr¨ªa que haber utilizado los tel¨¦fonos m¨®viles.
Ese es el peor tipo de paparazzi, el que te encuentras por la calle a cualquier hora del d¨ªa o de la noche y te graba y te fotograf¨ªa, sin llamar antes a un maquillador y a una peluquera. Yo soy un tipo cercano, estoy dispuesto a hablar con toda la gente que me encuentro por la calle. Me gusta. Tengo muy buena relaci¨®n con el caminante urbano. Pero hay d¨ªas en que no soporto m¨¢s de 10 irrupciones, con foto incluida.
?Cree que eso repercute en su cine o en su vida?
No, hombre. Repercute en la longitud de mi zancada, en el ritmo de mi caminata. Ten en cuenta que es el ¨²nico deporte que hago, caminar. Ya estoy en ese plan. Pensando en el ritmo cardiaco y en la tensi¨®n arterial. Tengo m¨¢quinas en casa, pero prefiero que me d¨¦ el aire. Ya vivo con un gato, y estoy a punto de comprarme un perro para que me saque a pasear. Yo mismo estoy sorprendido de estos cambios.
Muchos cambios desde que sub¨ªa al escenario de Rockola cantando con Fabio McNamara 'Me voy a Usera' en bata de boatin¨¦ y un grueso collar de perlas de bisuter¨ªa.
"El futuro nos ha cogido en bragas. Y hay que espabilarse"
No entiendo de piedras preciosas. Siempre he preferido la bisuter¨ªa. Pues s¨ª, muchos cambios y muchos a?os. Treinta. Estoy muy orgulloso de la bata de boatin¨¦, y del perrer¨ªo de las noches y los d¨ªas de la d¨¦cada de los ochenta, pero si hubiera seguido as¨ª no estar¨ªamos haciendo esta entrevista.
Tambi¨¦n su cine ha cambiado.
Gracias.
Quiero decir que de aquellas comedias disparatadas a la negrura de 'La piel que habito' hay un abismo.
Puede ser. Yo he llegado a La piel que habito de un modo natural, d¨ªa a d¨ªa. Pel¨ªcula a pel¨ªcula. Para m¨ª es un cambio tan natural como el biol¨®gico. Me alegro de que mi cine haya cambiado. Reconozco que las historias que ahora cuento son m¨¢s graves que las de hace 30 a?os. Es lo que me sale, pero hay cosas que no han cambiado, quiero ser entendido, que mis pel¨ªculas se entiendan, a pesar de sus complejidades, y quiero ser ante todo y sobre todo entretenido. Desde Pepi... hasta La piel... Es cierto que adem¨¢s no hago ninguna concesi¨®n, que hago lo que quiero hacer y como quiero hacerlo. Y a veces eso es un reto para m¨ª y para el espectador. Necesito un espectador vivo, despierto, sin prejuicios y dispuesto a sorprenderse con alegr¨ªa ante los giros imprevistos. Y aunque mi paleta se haya ensombrecido, son justamente las pel¨ªculas m¨¢s oscuras, las que he rodado esta ¨²ltima d¨¦cada, las que mayor prestigio y reputaci¨®n me han dado internacionalmente. Lo digo como mera informaci¨®n, sin engreimiento. Tal vez fuera de aqu¨ª, como no soy de la familia, valoren mejor los cambios.
En 'La piel que habito', la familia de Marisa Paredes y sus dos hijos son originarios de Brasil, un pa¨ªs que elige porque no tiene una tradici¨®n judeocristiana. 'La mala educaci¨®n' es una clara muestra de lo que supone una educaci¨®n cristiana. Ahora vivimos tiempos en los que se vislumbra un nuevo triunfo electoral de la derecha, de la que la imagen m¨¢s inquietante es esa de Mar¨ªa Dolores de Cospedal en la procesi¨®n del Corpus de Toledo. ?Le preocupa el porvenir inmediato?
Te sorprender¨¢s, pero me gusta la mantilla. En La Mancha es muy popular, mis hermanas se ponen mantilla en Semana Santa y yo mismo tengo una foto preciosa, de adolescente, con mis dos hermanas vestidas de negro y con mantilla, que guardo como oro en pa?o. No quiero ser agorero y mucho menos jugar a futur¨®logo en un momento en que todo cambia en cuesti¨®n de horas. Cada d¨ªa ocurre algo importante, un d¨ªa dimite Camps, al d¨ªa siguiente muere Amy Winehouse, la junta directiva de la SGAE est¨¢ dispuesta a cambiar sus estatutos y hacernos part¨ªcipes a todos los miembros, y poco despu¨¦s salen siete miembros de la misma junta directiva neg¨¢ndolo; un d¨ªa, el PP aventaja en m¨¢s de diez puntos al PSOE y en este instante la diferencia se acorta en tres puntos por el efecto Rubalcaba; el Papa vuelve a enfrentarse con nuevos casos de abusos y torturas en Irlanda, por en¨¦sima vez. Strauss-Kahn un d¨ªa es un cerdo, y al siguiente, una pobre v¨ªctima. Durante semanas ha estado condenado al m¨¢s indigno ostracismo, y de pronto la mitad del pueblo franc¨¦s desea que vuelva a la pol¨ªtica. El tabloide The News of the World cierra por un esc¨¢ndalo de espionaje salvaje, con ramificaciones que implican a pol¨ªticos ingleses, la polic¨ªa, Scotland Yard... y el propio se?or Murdoch, por fin, muestra su verdadera y horrible faz. Es imposible abarcar el presente, mucho menos determinar el futuro. ?Que si me preocupa? Por supuesto. Mucho. En este momento podemos hablar con temor de la llegada de la derecha en laspr¨®ximas elecciones, pero no quiero anticiparme. El presente va a toda hostia, arrastrando a su paso antiguos miedos y nuevas esperanzas. Creo, por ejemplo, que el 15-M nos ha tra¨ªdo a la izquierda espa?ola nuevas energ¨ªas. Encuentro en la ciudadan¨ªa mucha m¨¢s conciencia y deseos de participar, y de unirse, ojal¨¢, que hace nueve meses. En las pr¨®ximas semanas van a ocurrir muchas cosas. Yo participar¨¦ en lo que pueda, pero estar¨¦ m¨¢s centrado en el estreno de La piel que habito en Europa y poco despu¨¦s en EE UU. Me temo que gran parte de lo que acontezca en Espa?a este oto?o me lo perder¨¦ porque estar¨¦ un largo periodo en Nueva York y Los ?ngeles. Pero estar¨¦ al loro.
"Tengo avanzado un proyecto propio que ser¨¢ en ingl¨¦s"
Otra de las cr¨ªticas m¨¢s comunes a la etapa socialista es, precisamente, esa falta de voluntad por aplicar la Ley de la Memoria Hist¨®rica. ?Qu¨¦ opina de esto?
Lo han hecho muy mal. Cuando esa ley se aplic¨® en las distintas comunidades, demostr¨® su ineficacia y falta de reglamentaci¨®n. A m¨ª me preocupa mucho el tema, no tengo ning¨²n familiar cercano enterrado en ninguna cuneta, pero me duelen mucho las dificultades y la ausencia de ayudas que est¨¢n recibiendo los familiares de las v¨ªctimas del holocausto franquista. No se abren heridas, como dice la derecha, sino que se cierran. Y es importante hacerlo ahora. Es un asunto que qued¨® pendiente y es urgente y muy importante que se aborde de una vez, con eficacia.
Y ya que lo ha mencionado antes, ?qu¨¦ le parece este otro movimiento grande, heterog¨¦neo, espont¨¢neo y peculiar, pero muy curioso sociol¨®gicamente hablando, en el que se juntan varias generaciones, que es el 15-M?
Creo que afortunadamente tumba la idea del joven apol¨ªtico que ten¨ªamos hasta ahora. Los chicos que han nacido en plena democracia se lo han encontrado todo hecho, no guardan memoria de que a veces hay que luchar para mejorar las propias condiciones de vida. Ese apoliticismo ocurr¨ªa m¨¢s con la primera generaci¨®n de la democracia, la generaci¨®n que se ha quedado viviendo con sus padres, sin necesidad de emanciparse ni a los 40 a?os. Sin embargo, los m¨¢s j¨®venes, sin previo aviso, se instalan un d¨ªa de mayo en la Puerta de Sol y nos demuestran que no son como sus hermanos mayores. Son chicos preparados, pero sin perspectiva de futuro, y no est¨¢n dispuestos a marcharse a Alemania a trabajar, sino que se re¨²nen en asamblea callejera para clamar por los problemas que les afectan y que a los pol¨ªticos parecen no preocuparles. Por fin, estos miles de j¨®venes han representado de modo emocionante la desafecci¨®n que muchos espa?oles sentimos como ellos, la falta de identificaci¨®n con los pol¨ªticos que nos gobiernan, su repulsa a los desahucios, el modo en que se aborda la soluci¨®n de la crisis, su oposici¨®n al bipartidismo, la necesidad de una nueva ley electoral, el empeque?ecimiento de una democracia que debe evolucionar para seguir si¨¦ndolo. El 15-M es nuestro Mayo del 68, solo que aqu¨ª no se piden utop¨ªas, casi todo lo que denuncian y reclaman es dram¨¢ticamente real, posible y necesario.
?No estamos exagerando entre todos la importancia de este movimiento?
Puede ser. Personalmente estoy dispuesto a cogerme a esa exageraci¨®n como a un clavo ardiendo. No es que el 15-M nos vaya a arreglar elfuturo, no es un partido pol¨ªtico, pero s¨ª creo que han conseguido despertarnos. Es muy importante la concienciaci¨®n y la participaci¨®n de la sociedad civil. Creo que la soluci¨®n est¨¢ en el dinamismo de la ciudadan¨ªa. Aunque Franco arruin¨® la idea del refer¨¦ndum, hay muchos temas que los pol¨ªticos pueden consultar a los ciudadanos; la democracia no puede consistir exclusivamente en que cada cuatro a?os vayamos a votar, en casos como el actual, a dos partidos con los que no nos sentimos identificados. En las relaciones de los pol¨ªticos y la ciudadan¨ªa hay que incorporar las nuevas tecnolog¨ªas. Ya no sirve eso de "mejor no hacer una consulta sobre este tema, porque no lo van a entender". Ese paternalismo de los pol¨ªticos no se puede mantener en la actualidad. La vida se ha dinamizado enormemente. Y ese nuevo ritmo todav¨ªa no ha llegado a la pol¨ªtica. Y tienen que ponerse al d¨ªa. Vivimos en pleno torbellino de un cambio de ¨¦poca, y a cada uno le toca cambiar en lo suyo. Da v¨¦rtigo, pero no queda m¨¢s remedio. El futuro nos ha cogido en bragas. Y hay que espabilarse.
Enormes cambios en el ¨²ltimo momento, como se titulaba una novela de Grace Paley. Usted tambi¨¦n se ha distinguido en ese af¨¢n de refundar la SGAE despu¨¦s de las noticias judiciales de este verano. Eso entronca con un problema grave en Espa?a: la lucha contra la pirater¨ªa. Parece que se ha instalado la cultura de lo gratuito, pero, curiosamente, solo en los terrenos de la cultura y el ocio...
El menosprecio a la cultura y a sus creadores viene de antiguo. Me gustar¨ªa matizar la relaci¨®n de los creadores con Internet. En primer lugar, todos somos internautas. Si yo estuviera empezando ahora, en vez de superochos, har¨ªa v¨ªdeos que colgar¨ªa gratis en YouTube y me dar¨ªa a conocer globalmente sin necesidad de intermediarios. Y explotar¨ªa de felicidad si un mill¨®n de internautas se hubieran descargado mi corto gratis. Esto es un milagro con el que no pod¨ªamos ni so?ar. Creo que este siglo se diferencia del anterior por la irrupci¨®n de Internet en nuestras vidas. Es algo tan importante que para medir el grado de libertad que existe en un pa¨ªs, del mismo modo que en el siglo pasado era la libertad de prensa, ahora la medida es el libre acceso a Internet, algo que no ocurre en Cuba o en China. Internet ha conseguido que montones de personas con problemas similares se pongan en contacto y se organicen, por poner solo un peque?o ejemplo. Todo eso es maravilloso, pero hay aspectos en la red que necesitan una regulaci¨®n. El asunto de las descargas ilegales.
Pero va a ser dif¨ªcil modificar determinados h¨¢bitos que ya est¨¢n tan arraigados...
Yo entiendo que a los chicos que se han descargado todo tipo de materiales gratis es muy dif¨ªcil convencerles de que determinados contenidos tienen un due?o, y que baj¨¢rtelos alegremente equivale a un robo. Las pel¨ªculas tienen un due?o, alguien ha pagado un mont¨®n de millones de euros para producirlas. Pero adem¨¢s del perjuicio econ¨®mico, que es descomunal, a m¨ª me preocupa el derecho moral de los autores. La gente compra pel¨ªculas en la manta, o se las baja en el ordenador, con una calidad t¨¦cnica ¨ªnfima. Durante meses, un mont¨®n de gente, artistas y t¨¦cnicos, han dado lo mejor de s¨ª mismos para crear un producto de m¨¢xima calidad, independientemente de que la pel¨ªcula sea buena o mala, que al cliente de la manta le llega convertido en subproducto: im¨¢genes oscuras, sin foco, con gente que pasa por delante de la pantalla, el sonido desincronizado, etc¨¦tera. Se me cae el alma a los pies. Nadie tiene en cuenta el derecho moral del autor de que su obra se vea tal cual fue concebida. El autor tiene que a?adirse a una larga lista de "los seres m¨¢s desprotegidos" de esta sociedad. La antigua lucha contra la censura se ha sustituido por la lucha contra la infracalidad a que se ven condenadas las pel¨ªculas pirateadas. Y no es cierto que la Red haya terminado con el mercado, que todo es gratis y que todos salimos ganando, y que nadie se est¨¢ lucrando. Eso es una falacia. Con las descargas ilegales, algunos est¨¢n ganando mucho dinero, y no son los due?os de los contenidos, sino las operadoras telef¨®nicas que venden al usuario las herramientas para poder descargarse todo. Y esto solo puede impedirse desde el Gobierno. Y no lo han hecho, como tantas cosas, por una raz¨®n muy sencilla: el miedo. Para la industria cinematogr¨¢fica, las descargas son un verdadero c¨¢ncer.
'La piel que habito' supone tambi¨¦n el reencuentro con Antonio Banderas, con el que no hab¨ªa vuelto a trabajar desde '?tame', un largo periodo en el que, adem¨¢s, los dos se han internacionalizado. En la pel¨ªcula, Banderas tiene un extraordinario sentido de la contenci¨®n, apenas mueve un m¨²sculo de la cara. ?C¨®mo result¨® trabajar de nuevo con ¨¦l?
No mueve ning¨²n m¨²sculo porque as¨ª se lo impuse. Antonio es muy expresivo y aqu¨ª le ped¨ª lo contrario. Desde el principio hab¨ªa decidido que como la historia de La piel... es tan bestia, el tono deb¨ªa ser muy austero. As¨¦ptico. Y Antonio se ajust¨® perfectamente a lo que le ped¨ªa. Se sorprendi¨® al principio, pero se someti¨® de inmediato. Recuerdo que durante la preparaci¨®n le di un DVD de C¨ªrculo rojo, de Jean-Pierre Melville, uno de mis directores fetiche. Mucho antes que el irregular Kitano, Melville ya hab¨ªa inventado el silencio de los violentos y la inexpresividad facial. Los actores de C¨ªrculo rojo, una banda de sofisticados ladrones y polic¨ªas obsesivos, esos s¨ª que no mueven un solo m¨²sculo de la cara. Antonio lo entendi¨® enseguida. Su personaje es un psic¨®pata, el psic¨®pata por definici¨®n est¨¢ incapacitado para ponerse en el lugar del otro, por eso es capaz de las mayores atrocidades, porque no tiene conciencia del dolor. No sabe lo que es. Y para expresar esa incapacidad, lo mejor era vaciar el rostro de todo tipo de emoci¨®n, por m¨ªnima que fuera. Antonio no deb¨ªa mostrar el menor sentimiento. Hasta que se enamora de Elena. El amor lo humaniza.
Con Jan Cornet, que interpreta el papel de Vicente, utilic¨¦ una fotograf¨ªa muy especial que hab¨ªa aparecido en los peri¨®dicos cuando est¨¢bamos ensayando. Al personaje de Vicente le ocurre algo terror¨ªfico, que no vamos a desvelar. No conozco a nadie al que le haya ocurrido nada semejante. Por lo que no pod¨ªa ponerle a Jan un ejemplo real como referencia. Su rostro deb¨ªa estar invadido por el miedo, un miedo absoluto, consustancial a su piel, algo que se ha instalado en sus ojos desde hac¨ªa tiempo. En realidad utilic¨¦ como referencia dos fotos; en una se ve¨ªa una cogida del torero Julio Aparicio; se ve¨ªa claramente c¨®mo uno de los cuernos le atravesaba la barbilla y le sal¨ªa por la boca. La otra foto, la que le puse realmente como referencia, estaba tomada dos semanas m¨¢s tarde. Con esa capacidad sobrehumana de recuperaci¨®n que solo poseen los deportistas y los toreros, Julio Aparicio sal¨ªa por su propio pie del hospital. Contento, por supuesto, pero en sus ojos hab¨ªa algo que est¨¢ m¨¢s all¨¢ del miedo.
En su pel¨ªcula hay tambi¨¦n algo del Hitchcock de 'V¨¦rtigo'...
Si eres director, la influencia de Hitchcock es inevitable. Hitchcock es el gran padre del cine, y V¨¦rtigo, una pel¨ªcula madre de muchas pel¨ªculas. En toda historia en la que un hombre intente modificar a una mujer, ya est¨¢ incluida V¨¦rtigo. Yo recibo con alegr¨ªa esa referencia. Para m¨ª, adem¨¢s, la obsesi¨®n de James Stewart de darle forma a una nueva Kim Novak representa la obsesi¨®n del director con el aspecto de los actores. Nada representa m¨¢s a un director, al menos a m¨ª, que James Stewart cambiando el color y el peinado de Kim Novak, o acompa?¨¢ndola de tiendas y decidiendo qu¨¦ tipo de ropa debe llevar. Me veo a m¨ª mismo con Pen¨¦lope o con Elena Anaya. Respecto a la imagen del director, tambi¨¦n me identifico mucho con Luis Aragon¨¦s o Pep Guardiola. El lenguaje corporal del entrenador de f¨²tbol cuando est¨¢ viendo un partido, esa tensi¨®n y concentraci¨®n absoluta es la misma que siento cuando estoy rodando. No soy futbolero, pero cuando veo una foto de ellos me reconozco a m¨ª mismo.
Por cierto, recuerdo el enorme inter¨¦s que tiene Mortier para que dirija una ¨®pera en el Real. ?No se lo ha planteado seriamente?
No me siento capacitado, no s¨¦ lo suficiente de ¨®pera, no soy lo suficientemente fan¨¢tico para entrar en la convenci¨®n. Me preocupa la inmovilidad del espect¨¢culo, la edad y las hechuras de los cantantes. Aunque debo confesar que he visto una ¨®pera de Shostak¨®vich, The nose (La nariz), en el Metropolitan de Nueva York, la misma producci¨®n que ha triunfado, creo, en el pasado Festival de Avi?¨®n, que desdice todo lo que afirmo. Es el espect¨¢culo m¨¢s din¨¢mico que haya vistojam¨¢s sobre un escenario. Algo maravilloso. Est¨¢ dirigida, y se ha hecho tambi¨¦n cargo de la escenograf¨ªa, por el artista William Kentridge. Si dirijo ¨®pera alg¨²n d¨ªa, ser¨ªa con la condici¨®n de que este hombre se ocupara de los decorados y todo lo que apareciera sobre el escenario. Pero antes creo que deber¨ªa dirigir teatro. Es algo que todav¨ªa tengo pendiente.
Pero no lo hace porque no quiere.
Cada d¨ªa lo veo m¨¢s cerca. De todos modos, creo que esta pel¨ªcula me ha quitado un lastre. Me siento m¨¢s ligero, m¨¢s pr¨®ximo a emprender nuevos proyectos lejos de Madrid, en otra lengua.
?En EE UU? ?Han vuelto a tirarle los tejos?
No, es un proyecto que yo mismo genero.
Usted ya hab¨ªa recibido muchas propuestas de Hollywood...
S¨ª, pero en esta ocasi¨®n, y por primera vez, tengo un proyecto propio, que me gusta mucho y que ya est¨¢ bastante avanzado, cuya lengua es el ingl¨¦s. Podr¨ªa ser el pr¨®ximo, pero con producci¨®n nuestra, quiero decir, europea.
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