Historietas de becas y j¨®venes
Mireia P¨¦rez, Mart¨ªn Romero y Lola Lorente debutan en la novela gr¨¢fica gracias a las ayudas a creadores
He aqu¨ª un art¨ªculo a contrapelo. Impopular. A favor de subvenciones, becas, ayudas o comoquiera que se llamen los apoyos econ¨®micos a creadores que no tienen nombre ni dinero. Que solo tienen ideas y ganas. Como Mireia P¨¦rez, Lola Lorente y Mart¨ªn Romero, que acaban de publicar sus primeras novelas gr¨¢ficas. Comparten algo m¨¢s que juventud y afici¨®n. Los tres han sacado a la luz su ¨®pera prima gracias a las muletas econ¨®micas facilitadas por instituciones variadas como la Alh¨®ndiga de Bilbao, la Fundaci¨®n Arte y Derecho de VEGAP, la FNAC o la Maison des Auteurs de Angulema.
Mireia P¨¦rez (Valencia, 1984), a punto de concluir Bellas Artes, ha publicado la primera entrega de La muchacha salvaje (Sins Entido) gracias al premio de J¨®venes Talentos de la FNAC y ediciones Sins Entido. Echen cuentas: tiene 27 a?os. Ella misma acepta que es un caso excepcional. Ni es f¨¢cil sacar adelante un proyecto art¨ªstico a su edad ni tampoco estrenarse en el mundo del tebeo en Espa?a (a estos efectos Francia es otra galaxia). Se sabe afortunada, aunque convengamos que sus elecciones revelan notable criterio. Hizo un Erasmus en Angulema, santuario m¨ªtico de los ilustradores donde cada a?o se celebra la cita del c¨®mic m¨¢s importante de Europa. All¨ª vibr¨® con los dibujos de la francesa St¨¦phane Blanquet -"me influy¨® mucho para buscar personajes perversos y animales"- y afianz¨® su vocaci¨®n. Como ella dice, empez¨® a trabajar "m¨¢s en serio".
En La muchacha salvaje cuenta las andanzas de una joven prehist¨®rica, a caballo entre el Paleol¨ªtico Superior (es una de esas pintoras rupestres de simb¨®licas escenas de caza) y el Neol¨ªtico (en la obra, algunas tribus han evolucionado lo suficiente como para abandonar el nomadismo, asentarse en ciudades e inventar el comercio). Un marco temporal infrecuente en tiempos de tal angustia contempor¨¢nea que proliferan los protagonistas pegados a la realidad. "El Paleol¨ªtico te da muchas posibilidades narrativas porque tiene muchas lagunas", expone P¨¦rez.
Romero bucea en los miedos de un ni?o abandonado por su madre
Lorente invirti¨® cuatro a?os en finalizar 'Sangre de mi sangre'
Las fabulosas cr¨®nicas del rat¨®n taciturno (Apa Apa y Sins Entido), la primera novela gr¨¢fica de Mart¨ªn Romero (Boiro, A Coru?a, 1981) es una inmersi¨®n en el puro sinvivir actual de la mano de un peque?o fantasioso. Romero se autoedit¨® un fanzine, La Ratonera, donde contaba la historia de un ni?o que creaba un gato bons¨¢i teledirigido para recuperar la cabeza de su juguete favorito, un rat¨®n secuestrado por un grupo de felinos. Gracias a una beca de la Alh¨®ndiga de Bilbao, ese complejo cultural de innovadora gesti¨®n participativa, y a una estancia en la Maison des auteurs, en Angulema, la historia se agrand¨® y emancip¨® del tono infantil hasta convertirse en una novela gr¨¢fica sobre la crudeza de hacerse mayor a golpes. Arranca con la llegada de un ni?o a una nueva vivienda, en un entorno rural, para comenzar una vida distinta con su padre tras el abandono de su madre. Sus dolores, sus inseguridades, sus dificultades para relacionarse con los dem¨¢s -su vecina, sus compa?eros o su progenitor- son algunas de las m¨²ltiples reflexiones que emanan de unas vi?etas en blanco y negro, por las que se cuelan homenajes a la fantas¨ªa y a los superh¨¦roes fracasados. El entorno galaico no es secundario. "A medida que desarrollaba el personaje ve¨ªa que el paisaje pod¨ªa ser reflejo de sus estados an¨ªmicos. La lluvia, las interferencias, el mar... todo va creando atm¨®sfera en la historia y habl¨¢ndonos de ¨¦l", explica el autor.
Hay un arranque brutal, estremecedor en Sangre de mi sangre (Astiberri), el primer c¨®mic de Lola Lorente (Bigastro, Valencia, 1980). Una bofetada entre hermanos y un abrazo a una l¨¢pida, dibujados con el contraste elegante del blanco y negro. Lorente, licenciada en Bellas Artes, autora revelaci¨®n en el Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona en 2007, tambi¨¦n pas¨® por la Maison des Auteurs en Angulema, adem¨¢s de recibir una beca de la Fundaci¨®n Arte y Derecho de VEGAP. Tard¨® cuatro a?os en finalizar su novela, pero cree que sin ayudas quiz¨¢s habr¨ªa tardado "otros cuatro a?os m¨¢s".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.