Etta James, la fiera nunca domada
Activa desde 1954, la cantante mantuvo su dignidad hasta el final, en una carrera que incluy¨® blues, jazz y soul. Muri¨® en California v¨ªctima de una leucemia
Etta James, que falleci¨® hoy en el hospital?Riverside Community de California, por culpa de complicaciones en la leucemia que padec¨ªa, por? era la proverbial dama de armas tomar. En 2009,arremet¨ªa contra Barack Obama, que prefiri¨® llamar a Beyonc¨¦ Knowles para las celebraciones de su toma de posesi¨®n en Washington. El presidente y su esposa bailaron acaramelados con At last, uno de los grandes ¨¦xitos de Etta,pero cantado por Beyonc¨¦.
Otra suplantaci¨®n m¨¢s, que dol¨ªa por venir de qui¨¦n se supon¨ªa lo bastante sensible para evitar esos deslices. Llov¨ªa sobre mojado, dado que Etta James hab¨ªa sido encarnada por Beyonc¨¦ en la pel¨ªcula Cadillac Records, un retrato de la discogr¨¢fica Chess que se tomaba muchas libertades con la historia real deEtta. Su indignaci¨®n resultaba comprensible: Beyonc¨¦, el modelo fashion de feminidad negra, se llevaba toda la atenci¨®n mientras ella, la original,solo pod¨ªa actuar en locales modestos.
Y es que EttaJames sigui¨® trabajando hasta que su cuerpo dijo basta, debilitado por la leucemia y el alzheimer. En noviembre, Verve/Universal public¨® The dreamer,un disco de soul sorprendentemente robusto, y no digamos para tratarse de una cantante de 73 a?os. La jubilaci¨®n nunca fue una opci¨®n para artistas como Etta James, que no compon¨ªan y que no recibieron suficiente compensaci¨®n de muchas de las discogr¨¢ficas que contaron con sus servicios.
Paradigma delas glorias y miserias de la m¨²sica negra, Jamesetta Hawkins naci¨® en Los?ngeles en 1938. Nunca conoci¨® a su padre, posiblemente blanco (ellasospechaba que pudo ser Minnesota Fats, un maestro del billar inmortalizado enla pel¨ªcula El buscavidas). Educada musicalmente en la iglesia baptista,era menor de edad cuando llam¨® la atenci¨®n de Johnny Otis, otro extraordinariobuscavidas, que la lanz¨® con una canci¨®n lujuriosa, Roll with me Henry,p¨²dicamente rebautizada en la galleta del disco como The wallflower.
Tuvo m¨¢s ¨¦xitos considerables durante la segunda mitad de los a?os cincuenta pero su visibilidad aument¨® en 1960, cuando fich¨® para el sello Chess, en Chicago.Leonard Chess la vio como vocalista de amplio espectro y la hizo grabar desde baladas empapadas de violines (Trust in me o la citada At last)hasta sesiones de jazz, aparte de un incendiario directo, Etta James rocksthe house. Con la eclosi¨®n del soul a mediados de los sesenta, Ettapudo sacar al aire todos sus recursos de mujer brava y lenguaraz. Fascin¨® al gran p¨²blico con Tell mama y la dolorida I¡¯d rather go blind,ambas grabadas en 1967 con los m¨²sicos blancos de Muscle Shoals, en Alabama.
Todo setorci¨® poco despu¨¦s. La muerte de Leonard Chess provoc¨® la decadencia de su compa?¨ªa, incapaz de proporcionar el impulso que necesitaba Etta. A¨²n peor:ella, que hab¨ªa flirteado con muchas drogas, se convirti¨® en heroin¨®mana. Los a?os, las d¨¦cadas, se fundieron en un vertiginoso carrusel de malas compa?¨ªas,detenciones, condenas, intentos de desintoxicaci¨®n. Aunque tambi¨¦n hubo discos con admiradores como el productor Jerry Wexler, responsable del potente Deepin the night.
Pudo equivocarse a la hora de escoger amantes pero Etta nunca desperdici¨® sus poderes: durante su ¨¦poca dura, el redactor de estas l¨ªneas acudi¨® a verla a un peque?o restaurante del downtown de Los ?ngeles. En un escenario m¨ªnimo,con una banda elemental, dio cumplida cuenta de sus cl¨¢sicos¡y desapareci¨® nada m¨¢s cobrar, a pesar de que hab¨ªa accedido a una entrevista.
Con la ayuda del experto David Ritz, explic¨® sus altibajos vitales en una descarnada autobiograf¨ªa, Rage to survive: the Etta James story (1995) . Se pod¨ªa permitir la sinceridad ya que su carrera se volvi¨® a enderezar a finales de los ochenta. No pudo tomar el puesto de Janis Joplin, como fantaseaban algunos productores, pero factur¨® discos espl¨¦ndidos en Island y Private Music.Solucion¨® elegantemente caprichos -o encargos- como Mistery lady,colecci¨®n de piezas identificadas con Billie Holiday, y Christmas,canciones navide?as.
La reedici¨®n de su material cl¨¢sico, en antolog¨ªas del calibre de R & B dynamite oThe Chess box, ayud¨® a situarla hist¨®ricamente. Hab¨ªa en ella un descaro natural, que explica tanto sus andanadas contra Obama y Beyonc¨¦, como las audacias en su repertorio. Para consternaci¨®n de sus doctores, su reciente disco conten¨ªa odas al alcohol y al tabaco, aparte de una insospechada versi¨®n de Welcome to the jungle, de Guns ¡®N¡¯ Roses.
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