Un sueco en la corte de Hollywood
El director Daniel Espinosa debuta en Estados Unidos con el 'thriller' 'El invitado'
Los padres de Daniel Espinosa (Santiago de Chile, 1977) intentaron vivir en su pa¨ªs natal tras el golpe de Estado de Pinochet. ¡°Pero no pudo ser y yo solo viv¨ª unos meses en Chile. Se mudaron a Suecia, y tambi¨¦n vivimos casi 15 a?os en Mozambique. Cosas del trabajo de mis padres. Yo he estudiado en Estocolmo, Copenhague y en Estados Unidos¡±. De ese periplo vital a Espinosa le ha quedado el don de lenguas y un gran sentido de la justicia, de saber a las claras que est¨¢ bien y que huele a podrido. Su tercera pel¨ªcula, Dinero f¨¢cil (2010), entraba de pleno en el g¨¦nero de?thriller sobre la corrupci¨®n, se estren¨® en medio mundo ¡ªincluida Espa?a¡ª y le abri¨® la puerta a proyectos hollywoodienses. ¡°Los productores quer¨ªan que pusiera mi ritmo de?thriller, que he ido acelerando con los a?os y que viene de mi pasi¨®n por filmes de ese g¨¦nero en los setenta, y me enviaron 40 guiones. Solo el de El invitado ten¨ªa algo¡±.
Por ese algo se refiere a la innegable referencia que mantiene su pel¨ªcula, que se estrena en Espa?a el viernes 10, a Sin perd¨®n. ¡°S¨ª, porque los protagonistas son un chaval joven, perdido, y un veterano que ha visto de todo en la vida pero que cree que le queda una ¨²ltima misi¨®n. Romanticismo contra desilusi¨®n vital¡±. El joven (Ryan Reynolds) es un agente de la CIA que se dedica a cuidar un piso franco en Ciudad del Cabo. Vamos, una chacha de altos vuelos. Hasta que en su vida se cruza un renegado, un exesp¨ªa que en los ¨²ltimos tiempos vende informaci¨®n (Denzel Washington). ¡°El mundo actual es un lugar corrupto, y la crisis financiera que vivimos es un buen ejemplo de esa putrefacci¨®n. En el rodaje ten¨ªamos un asesor de la CIA, un exmiembro de la organizaci¨®n. Al principio pens¨¦ que solo hablar¨ªamos de armas y cosas as¨ª. Pronto descubr¨ª que era una fuente formidable, porque empezamos a charlar sobre la motivaciones que lleva a un reci¨¦n licenciado en Derecho de una buena Universidad a fichar por un mal sueldo en la CIA. Es curioso su sentido del patriotismo, sus maniobras cerebrales para decidir qu¨¦ est¨¢ bien y qu¨¦ est¨¢ mal. Por ejemplo, ¨¦l en la secuencia de la tortura lo pas¨® muy mal¡±.
Si El invitado funciona es por la Thermomix que esconde Espinosa en su cerebro de cin¨¦filo: para el equipo t¨¦cnico fich¨® gente encargada del sonido de la saga?Bourne, le ha dado una textura estilo 21 gramos... ¡°Y he recordado c¨®mo era el cine de John Frankenheimer, un director que tengo en el coraz¨®n¡±. Ahora, a Espinosa le queda el reto de seguir en Estados Unidos. O no. ¡°Me gustar¨ªa que en mis pr¨®ximas pel¨ªculas el ritmo f¨ªlmico bajara, que mis siguientes proyectos fueran por otro lado. Y si no me llegan de Estados Unidos, mi esposa y mis amigos est¨¢n en Estocolmo. Me vuelvo a hacer pel¨ªculas de arte all¨ª y sin complejos¡±.
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