El 'ninja' del siglo XVII

Entra, sale, canturrea, bromea... ?Silencio y acci¨®n! Un hiperactivo Francis Lorenzo graba una de las escenas de la quinta temporada de ?guila Roja, en la que encarna a Hern¨¢n, el comisario malvado. El actor bromea sobre sus idas y venidas. "Es impresionante que el lunes pasado tuvi¨¦ramos m¨¢s de seis millones de espectadores", dice, entusiasmado, en un receso entre secuencias que apenas dura 30 segundos. Habr¨¢ que esperar unos meses para ver esa escena en pantalla. Hoy el Robin Hood ninjadel siglo XVII espa?ol se enfrenta a una nueva intriga en el cap¨ªtulo 51, el ¨²ltimo de la cuarta temporada. "El secreto de la serie est¨¢ en la mezcla de historia, aventura y relaciones personales". As¨ª explica el ¨¦xito de audiencia la productora ejecutiva y coordinadora del gui¨®n, Pilar Nadal. Con 5,7 millones de espectadores de media cada lunes, es la serie m¨¢s vista del a?o. Imbatible.

Ahora, el equipo de m¨¢s de 110 personas de la serie, trabaja en la quinta temporada, que tendr¨¢ algunos personajes sorpresa y mucha trama emocional, sin dejar de lado la historia, las aventuras y las grandes batallas. "Gonzalo, o sea, ?guila Roja [David Janer], va a descubrir algo importante de su pasado y va a tomar una decisi¨®n personal, que el p¨²blico femenino ya se imaginar¨¢ lo que es", adelanta sin dar m¨¢s detalles la responsable del gui¨®n, que recuerda que el propio Janer le ha contado que las se?oras le paran por la calle para preguntarle cu¨¢ndo se "liar¨¢" con Margarita, su cu?ada, interpretada por Inma Cuesta.

"Esta es una serie muy cara, pero no escatimamos, si hace falta traer a un oso pardo, lo traemos", dice Miguel Tur¨®n, director de producci¨®n. Para empezar, la productora, Globomedia, tuvo que recrear una villa del siglo XVII en 2.000 metros cuadrados de naves industriales. Es f¨¢cil perderse por las calles y estancias de esta peque?a ciudad de madera, piedra y estuco -nada de atrezo de cart¨®n- situada en medio de un pol¨ªgono industrial en Boadilla del Monte. Algunos de los muebles y enseres son de aquella ¨¦poca, seg¨²n Tur¨®n, y las camas, nada c¨®modas, est¨¢n hechas de paja.

Pero no todo se graba en el plat¨®. La sierra madrile?a, castillos de la Edad Media y ruinas romanas sirven de escenario para las aventuras de ?guila Roja. Las grandes batallas se luchan a cielo abierto y con muchas armas reales. Al protagonista, David Janer, le gustan especialmente estas escenas de combates. "A veces, me pide que le escriba m¨¢s trama de acci¨®n", dice Pilar Nadal, que asegura que interpreta ¨¦l mismo la mayor¨ªa de las peleas, "salvo que entra?e riesgos". Entonces las hace un especialista.

"La ambientaci¨®n es muy importante", dice Pilar Nadal, "cuesta mucho ensuciar a los personajes, se les manchan hasta las u?as". Para trasladar al espectador a 1662, una decena de personas trabaja en los estilismos. Los vestidos, que se cosen en un taller frente al plat¨®, pasan un proceso de lijado y desgaste para que parezcan viejos. "Les sacamos hasta pelotillas", cuenta Laura Herrera, directora de estilismo. En cada entrega utilizan m¨¢s de 300 prendas, seg¨²n cuenta, y algunas tienen que confeccionarlas por triplicado. "Cuando graban una escena de acci¨®n y se rompen la ropa, para la siguiente toma hay que ponerles un traje nuevo", explica Herrera. Cada personaje cuenta con decenas de trajes en su propio armario. El m¨¢s dif¨ªcil de dise?ar fue, seg¨²n la encargada, el de ?guila Roja. "Nos inspiramos en la est¨¦tica de algunos videojuegos". El resultado: "Una especie de ninja, pero del siglo XVII".

Los vestidos m¨¢s laboriosos de confeccionar son, sin embargo, los de las actrices, para los que necesitan 15 d¨ªas, asegura Herrera. "Los hacemos m¨¢s ligeros que los de la ¨¦poca y aun as¨ª algunos pesan 20 kilos y tardamos media hora en pon¨¦rselos". Despu¨¦s viene la peluquer¨ªa y el maquillaje. Ni un mech¨®n se deja al azar, los peinados de Lucrecia (Miryam Gallego) generan incluso debate en los foros de la serie en Internet. "Un mo?o de la marquesa puede llevar una hora y media hacerlo".

Elisa Moulia¨¢, que encarna a Irene, la mujer del comisario (Francis Lorenzo), llega con varias horas de antelaci¨®n cada d¨ªa de rodaje; dos son para peinarla. "?Llevo kilos de extensiones!", dice la joven actriz mientras menea el pelo que le cae por debajo de la cintura. Tiene 23 a?os reci¨¦n cumplidos y este es su primer papel fijo en una serie. "Tuve que hacer cinco pruebas y no sab¨ªa para qu¨¦ producci¨®n era", recuerda. "Ahora, la gente me para por la calle y me dice: Irene, qu¨¦ fuerte lo que te ha pasado". Ataviada con un ce?ido corpi?o y un jersey de lana de colores por encima para combatir el fr¨ªo de enero, comenta lo mucho que le gustan sus vestidos. "Dan ganas de llev¨¢rselos a casa". Se acab¨® el descanso y la conversaci¨®n, toca volver al rodaje. Francis Lorenzo la espera en el palacio. ?Silencio, rodamos y acci¨®n!