El (gran) renacer tele?eco

Con su reivindicaci¨®n de tronadas tradiciones del espect¨¢culo y su esp¨ªritu suavemente contracultural, los Tele?ecos de Jim Henson encarnaron una exc¨¦ntrica revoluci¨®n en el lenguaje de la comedia. Sus ocasionales compa?eros del Saturday Night Live les recibieron con franca hostilidad, pero esta nueva pel¨ªcula con madera de resurrecci¨®n ritual pone, por fin, las cosas en su sitio: una nueva generaci¨®n ¡ªel actor Jason Segel al frente de un equipo en el que brillan Nicholas Stoller, James Bobin y Bret McKenzie, entre otros¡ª se reivindica como orgullosa descendencia de esa mitolog¨ªa esculpida en felpa que populariz¨® un humor autoconsciente, capaz de explorar incluso las din¨¢micas del fracaso del gag. Los Muppets no es solo la revitalizaci¨®n de una franquicia, sino un apabullante acto de amor y un fest¨ªn nost¨¢lgico sembrado de est¨ªmulos para el incondicional: atenci¨®n al n¨²mero de The rainbow connection, la canci¨®n escrita por Paul Williams y Kenneth Ascher para la pel¨ªcula del 79.

Musical sobre la fuerza combativa de la inocencia y odisea de reunificaci¨®n de grupo en estado de desintegraci¨®n crepuscular, Los Muppets logra el milagro de parecer m¨¢s ligera, ingenua y luminosa de lo que es: la pel¨ªcula habla de la inmadurez como defensa ante la derrota de hacerse adulto, del fracaso cosido al forro del ¨¦xito y de desdoblamientos irresolubles, pero su energ¨ªa c¨®mica ¡ªy su elaborada desarticulaci¨®n de las convenciones del lenguaje cinematogr¨¢fico¡ª logran que lo l¨²dico se imponga sobre el potencial reflexivo. Si alguien necesita preguntarse por qu¨¦ el hermano del protagonista es un tele?eco, esta pel¨ªcula no est¨¢ hecha para ¨¦l.