Alarmas

Toni Garrido ha terminado de convertirse en la cuarta pata que sostiene a la Radio Nacional junto a los fines de semana de Pepa Fern¨¢ndez, la Radiogaceta de los Deportes y la elegancia de Juan Ram¨®n Lucas por la ma?ana. Un programa de tarde m¨¢s juvenil y agitador que los asentados en otras emisoras. Se ha abierto sitio donde purasangres como la Nierga y la Otero no dan tregua. El otro d¨ªa, mientras toda Espa?a andaba devan¨¢ndose los sesos con esa pregunta de si la justicia es igual para todos, nos trajo la voz de la hermana de Miguel Montes Neiro, ya conocido como el preso m¨¢s antiguo de Espa?a. Despu¨¦s de 36 a?os de c¨¢rcel, con sus delitos cotidianos y sus fugas, el anterior Gobierno tuvo a bien indultarle, o m¨¢s que nada acompa?ar con su indulto otros no tan fotog¨¦nicos.

Lo dram¨¢tico del asunto, si es que se puede a?adir drama a un vida pasada en los presidios, es el proceso burocr¨¢tico que la hermana trat¨® de resumir con precisi¨®n y lenguaje cotidiano. Ambas tareas imposibles, porque el lenguaje judicial tiene la particularidad de que pinta de negro lo que podr¨ªa ser sencillo y evidente. Publicaciones en el BOE, cambios de ciudad, papeleo variado, representan la peripecia de este indulto que se alarga en su ejecuci¨®n desde mediados de diciembre pasado.

Palpable representaci¨®n de que la justicia no es igual para todos, quiz¨¢ la duda ya delata la ingenuidad en la que nos movemos. Esa desigualdad no afecta tan solo a la justicia. Los emprendedores de negocios la conocen bien, tambi¨¦n los que se enfrentan a problemas laborales e incluso los peque?os contribuyentes y no digamos ya los criterios de acceso fronterizo o las leyes de inmigraci¨®n. ?Escucharon a Matas contar a ?vole c¨®mo se conced¨ªan fondos en Baleares? El mundo no es de natural igualitario, por eso la democracia convino en que su mayor esfuerzo deb¨ªa residir en ese detalle. Cuando comprobamos que las desigualdades no disminuyen sino que van en aumento y que las ventajas de los menos son m¨¢s inalcanzables cada d¨ªa para el resto, deber¨ªan saltar las alarmas. Pues las alarmas est¨¢n sonando y advierten, directamente, de las peoras en la calidad democr¨¢tica.