Suben las entradas de cine, baja la asistencia
El precio en las taquillas ha subido un 36% en los ¨²ltimos siete a?os, 17 puntos m¨¢s que el IPC Los exhibidores justifican el aumento con gastos fiscales y para modernizar las salas El presidente de la Academia de Cine, Enrique Gonz¨¢lez Macho, cree que "se ha tocado techo"
Despertarse tras una noche de juerga suele provocar dolor de cabeza y la sensaci¨®n de estar desubicado. M¨¢s a¨²n si la realidad es un madrug¨®n y una dura jornada de trabajo. En 2004 nada parec¨ªa poder turbar el sue?o feliz del cine en Espa?a. Alejandro Amen¨¢bar rodaba Mar adentro, que se llevar¨ªa el ¨²ltimo Oscar espa?ol a la mejor pel¨ªcula extranjera, y recaudaba m¨¢s de 19 millones de euros. Las taquillas se llenaban de 141 millones de espectadores. Y por una entrada usted sol¨ªa pagar, de media, 4,80 euros.
Hace a?os que, m¨¢s que el despertador, son¨® la alarma roja. El filme favorito a los Goya de este a?o (La piel que habito, con 16 nominaciones) ha recaudado 4,6 millones. Los cajeros han visto llegar a unos 40 millones de asistentes menos. Y aquellos que se han animado se han encontrado con un precio que, en siete a?os, ha subido un 36%, hasta los 6,52 euros (6,64 los fines de semana).
Este ¨²ltimo aspecto es el que ha denunciado un informe de la asociaci¨®n de consumidores FACUA que analiz¨® 138 salas de las capitales de provincia y las ciudades aut¨®nomas espa?olas. La organizaci¨®n subraya como el precio de la entrada ha subido, entre 2004 y 2011, 17 puntos m¨¢s que el IPC. Para el portavoz de FACUA, Ram¨®n S¨¢nchez, es un aumento ¡°desproporcionado¡±. En el diccionario del cine en cambio las definiciones van de ¡°elevado¡± a ¡°necesario¡±.
¡°Las entradas son caras", asegura Elena Anaya, favorita al Goya a la mejor actriz por su interpretaci¨®n en La piel que habito. ¡°Creo que se ha alcanzado el l¨ªmite m¨¢ximo y que deber¨ªa quedarse all¨ª un buen tiempo¡±, defiende el presidente de la Academia de cine, Enrique Gonz¨¢lez Macho.
De no subir los precios estos a?os habr¨ªamos cerrado. As¨ª que si para sobrevivir tienes que aumentarlo un 36%, lo haces¡± Javier Fern¨¢ndez, director general de Cinesa Espa?a y Portugal
Que eso ocurra depende de los exhibidores, quienes establecen el precio para sus salas, tambi¨¦n en base a un acuerdo con las distribuidoras que otorga a las segundas o una cantidad fija por cada entrada o, m¨¢s habitualmente, un porcentaje sobre las ventas de en torno al 50%.
La propia FECE (Federaci¨®n de Cines de Espa?a) se muestra de acuerdo en que se ha llegado al tope. Su director, Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra, considera que ¡°la cifra en s¨ª misma es alta¡± y que la subida ha sido ¡°excesiva¡±. Pero su arco de motivaciones tiene muchas flechas: ¡°El cambio en la oferta de servicios (la modernizaci¨®n y digitalizaci¨®n de las salas) ha supuesto una inversi¨®n enorme. Y hay que tener en cuenta la abertura de nuevos cines y la subida de los gastos fiscales, de alquiler y de personal¡±. En cuanto al ¨²ltimo punto, el director de FECE reconoce sin embargo que a lo largo de estos siete a?os las plantillas de las salas se han reducido.
G¨®mez Fabra hace hincapi¨¦ tambi¨¦n en las ofertas y descuentos que propone el panorama de las proyecciones espa?olas y que reduce, seg¨²n ¨¦l, el precio real de ¡°alto¡± a ¡°competitivo¡±. Los espect¨¢culos de la tarde m¨¢s baratos y el d¨ªa del espectador son dos de los ejemplos de G¨®mez Fabra.
Pero la mayor¨ªa de las promociones se concentran en jornadas laborables y horarios de menor afluencia, por lo que un fin de semana una entrada puede costar m¨¢s de ocho euros. Es lo que ocurre en las salas madrile?as de Cinesa, una de las principales exhibidoras de Espa?a. Su director general, Javier Fern¨¢ndez, la plantea como una cuesti¨®n de vida o de muerte: ¡°Cinesa el a?o pasado tuvo p¨¦rdidas entre uno y dos millones de euros. De no subir los precios estos a?os habr¨ªamos cerrado. As¨ª que si para sobrevivir tienes que aumentarlos un 36%, lo haces¡±. Para Fern¨¢ndez la disminuci¨®n de los espectadores es otra de las razones que llev¨® a los exhibidores hasta el techo. Aunque, por poner un ejemplo, en 2009 hubo un 2,8% de asistentes m¨¢s que en 2008 y aun as¨ª los precios subieron un 2%.
Los exhibidores suben los precios (tambi¨¦n) porque hay menos espectadores. Pero los asistentes van menos al cine (tambi¨¦n) porque el precio es m¨¢s alto
Sea como fuera, el asunto recuerda la famosa disputa eterna entre huevo y gallina. Los exhibidores suben los precios (tambi¨¦n) porque hay menos espectadores. Pero los asistentes van menos al cine (tambi¨¦n) porque el precio es m¨¢s alto. Es un c¨ªrculo vicioso que no convence a Anaya: ¡°Es una pescadilla que se muerde la cola. Seguir¨¢n yendo a m¨¢s, hasta que haya salas con cuatro personas viendo un filme".
Por ahora, aunque las almas aun no sean cuatro, s¨ª son cada vez menos. En 2011 los asistentes a los cines espa?oles fueron unos 98 millones. Nada que ver con la ¨¦poca dorada de 2004. La b¨²squeda de otros culpables tiene un enemigo claro al que todos apuntan sin dudar: la llamada pirater¨ªa.
El segundo rival contra el que el cine lucha se suele definir como cambio de h¨¢bitos de consumo. Traduciendo, una televisi¨®n y un equipo de sonido a la vanguardia, unidos con precios de alquiler o descarga de los filmes m¨¢s bajos, animan a preferir el sof¨¢ a la butaca.
Si acaso, se puede bajar al bar a por palomitas y coca-cola ya que, seg¨²n FACUA, en los cines pueden llegar a costar cinco veces m¨¢s que en otros establecimientos. ¡°Deber¨ªan ser m¨¢s baratas, ya que la gente calcula el coste global de la experiencia de ir al cine¡±, sostiene el director Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo. Elena Anaya le ofrece su respaldo: "Me parece fatal. Deber¨ªan tener precios nomales".
De hecho, el propio G¨®mez Fabra admite que ¡°la diferencia de precio es poco justificable¡±, aunque preguntar por qu¨¦ significa volver al mismo abanico de motivaciones ya detalladas, a las que Fern¨¢ndez a?ade una: ¡°Si tuvi¨¦ramos que existir solo gracias a las entradas, costar¨ªan 16 euros¡±.
Palomitas y coca-cola en los cines llegan a costar cinco veces m¨¢s que en otros establecimientos, seg¨²n FACUA
¡°Si no quieres coca-cola y palomitas, es tan sencillo como que no te los compres¡±, es el consejo que ofrece Gonz¨¢lez Macho. El director de la Academia de Cine tambi¨¦n tiene una sugerencia para exhibidores y distribuidores: ¡°Mucha precauci¨®n¡±.
Aunque conscientes de que est¨¢n tensando una cuerda que amenaza con romperse, FECE y Cinesa rechazan comprometerse a mantener el precio sin cambios durante uno o dos a?os. ¡°Depende de c¨®mo evolucione el mercado¡±, responden.
Un mercado que, por otro lado, se ha llevado por delante a decenas de salas desde que empez¨® la crisis econ¨®mica. Centenares de cines, en cambio, siguen en pie. Tantos que, quiz¨¢s, algunos sobren, al menos seg¨²n Fern¨¢ndez: ¡°Nuestro error ha sido abrir demasiadas salas incluso donde no hac¨ªa falta¡±.
Muy poca falta hace, seg¨²n sus cr¨ªticos, el 3D que el 67% de las salas ofrece. Menos aun teniendo en cuenta que, como relata el informe de FACUA, las proyecciones con esa tecnolog¨ªa cuestan, en media, un 35% m¨¢s que las tradicionales. ¡°Es una diferencia muy grande para lo que se encuentra el espectador¡±, sostiene el portavoz de la federaci¨®n de consumidores.
Los exhibidores aseguran, una vez m¨¢s, que el coste se debe a la inversi¨®n para instalar la nueva tecnolog¨ªa. Y un 40% de los espectadores les da la raz¨®n y acepta pagar m¨¢s por ello. Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo, no: ¡°Estoy aburrido del 3D. En muchas pel¨ªculas, como la de Tin Tin [Las aventuras de Tin Tin: El secreto del unicornio], me da igual. Es m¨¢s, hasta me causa dolor de cabeza¡±. Justo lo que pasa, a veces, al despertarse tras una larga noche de juerga.
Babelia
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