Turqu¨ªa deja de prestar obras de arte a los museos brit¨¢nicos y estadounidenses
El Gobierno presiona para que museos extranjeros devuelvan obras que salieron en el pasado
Quien quiera ver arte proveniente del territorio de la actual Turqu¨ªa, deber¨¢ hacerlo in situ. La nueva campa?a del Gobierno de Ankara por la devoluci¨®n del patrimonio que considera "robado" ha dado un giro m¨¢s agresivo al bloquear todos los pr¨¦stamos a los principales museos brit¨¢nicos y norteamericanos. Seg¨²n el diario brit¨¢nico The art newspaper, la nueva medida afecta directamente a las pr¨®ximas grandes exposiciones sobre arte isl¨¢mico y otomano que preparan el Metropolitan Museum de Nueva York, el Museo Brit¨¢nico y el Victoria and Albert Museum de Londres.
Seg¨²n el mismo peri¨®dico, el Museo Brit¨¢nico fue el primero en sufrir las consecuencias de la nueva pol¨ªtica de Ankara al ser rechazada su solicitud de 35 obras para la exhibici¨®n Hajj: un viaje al coraz¨®n del Islam que se expone hasta el 15 de abril. La Meca estuvo bajo el control del Imperio Otomano, por lo que muchas de las piezas de la muestra se encuentran en manos del museo turco de Arte Isl¨¢mico y del Palacio de Topkapi. A pesar de que ambas instituciones dieron el visto bueno para el pr¨¦stamo, el Ministerio de Cultura lo bloque¨® en el ¨²ltimo momento.
El Museo Brit¨¢nico posee un piedra tallada del siglo I a.C. en la que se representa al rey sel¨¦ucida Antioquio I Ep¨ªfanes saludando al h¨¦roe mitol¨®gico griego Heracles (H¨¦rcules). La pieza, hallada en 1882 en el sureste de Anatolia, fue supuestamente comprada por el arque¨®logo franc¨¦s Leonard Woolley a las autoridades otomanas y, tras la primera Guerra Mundial, fue adquirida por el Museo Brit¨¢nico. El Gobierno turco la reclama desde 2005.
Seg¨²n el portavoz del museo, citado por The art newspaper, ¡°la administraci¨®n estar¨ªa dispuesta a discutir un pr¨¦stamo de la piedra. Pero no podemos dar nuestro consentimiento para la transferencia de propiedad y creemos que la pieza debe seguir siendo parte de la colecci¨®n del museo, donde puede ser observada en un contexto mundial y por una audiencia global¡±.
Una situaci¨®n similar se repite en el Victoria and Albert Museum. Turqu¨ªa reclama una cabeza de m¨¢rmol que el arque¨®logo brit¨¢nico Charles Wilson desgaj¨® del sarc¨®fago de Sidamara, una de las piezas m¨¢s bellas del Museo de Arqueolog¨ªa de Estambul. De su devoluci¨®n dependen, seg¨²n las autoridades turcas, los pr¨¦stamos para la exposici¨®n Los Otomanos. La muestra, programada para 2014, se ha tenido que suspender hasta la resoluci¨®n del contencioso.
Finalmente el Metropolitan Museum de Nueva York ha tenido que recurrir al Museo Benaki de Atenas para poder completar su exhibici¨®n Bizancio y el Islam, que se inaugura el 14 de marzo. Seg¨²n confirm¨® la direcci¨®n del centro al diario ingl¨¦s, Turqu¨ªa reclama una docena de piezas de su colecci¨®n.
El tr¨¢fico de antig¨¹edades es una de las lacras a las que se enfrenta Turqu¨ªa. Su suelo, por el que han pasado decenas de civilizaciones, posee m¨¢s ruinas griegas que la propia Grecia. Sus hasta hace poco precarios museos y la abundancia de restos arqueol¨®gicos han propiciado durante d¨¦cadas el tr¨¢fico ilegal de antig¨¹edades. Seg¨²n la Oficina de lucha contra el contrabando y la delincuencia organizada el 96 % de este tr¨¢fico no se detecta.
Turqu¨ªa lleva varias d¨¦cadas peleando por recuperar su patrimonio diseminado por el mundo. Solo en 2011 volvieron al pa¨ªs 2.000 piezas. El ¨²ltimo ¨¦xito de la campa?a fue la devoluci¨®n del torso de H¨¦rcules Cansado desde el Museo de Bellas Artes de Boston. Tambi¨¦n en 2011 Turqu¨ªa recuper¨® una esfinge hitita del museo de P¨¦rgamo de Berl¨ªn tras amenazar con revocar los permisos de excavaci¨®n para los arque¨®logos alemanes en el pa¨ªs.
La pregunta en el aire es si Turqu¨ªa comenzar¨¢ a bloquear los pr¨¦stamos a los otros pa¨ªses que poseen piezas de su patrimonio o buscar¨¢ una estrategia espec¨ªfica para cada uno. Francia, donde descansan los Azulejos de Iznik (Nicea), una cer¨¢mica otomana que Ankara quiere de vuelta a casa, podr¨ªa ser el pr¨®ximo escenario de esta batalla.
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