13 fotosGervasio S¨¢nchez comentadoElvira Lindo, Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, Juan Goytisolo, Cristina Garc¨ªa Rodero y Montxo Armend¨¢riz comentan las im¨¢genes del reporteroMoeh Atitar06 mar 2012 - 13:40CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlacePor MONTXO ARMEND?RIZ, Cineasta. "Apenas vemos la expresi¨®n del rostro de esta mujer, no hace falta: su gesto delata la angustia, la desesperaci¨®n por huir, por escapar de algo o alguien a quien no vemos, aunque lo intuimos en ese fondo movido de la casa y en su interior sombr¨ªo, negro, que son el presagio de la devastaci¨®n que le espera. Como siempre, Gervasio es capaz de sintetiza en una imagen el horror, la irracionalidad y el absurdo de las guerras."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por ENRIQUE MENESES, fotoperiodista. "La vida de una bell¨ªsima ni?a de Sarajevo, se desangra en brazos de un m¨¦dico que lucha contra la impotencia, desesperado frente al tiempo que se agota para ella. En el Hospital Kosovo habr¨¢ que operarla, sin anestesia, con la luz de un casco de minero sobre la cabeza del cirujano, mientras disparan contra las ventanas del quir¨®fano los atacantes serbios desde el campo de futbol contiguo.Estuve en el Sarajevo sitiado, en julio de 1993, y puedo atestiguar que nadie como Gervasio S¨¢nchez pudo retratar los "Horrores de la Guerra" como este veterano colega que no se interesa por los or¨ªgenes de los conflictos sino por las vidas destrozadas de los inocentes que, cuando sobreviven, arrastran para siempre las cicatrices de la barbarie y la ignominia".GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por JUAN MANUEL CASTRO PRIETO, fot¨®grafo. "Cuatro ni?as dentro de un auto, el parabrisas destrozado por las balas y sujeto con tiritas como si de un herido se tratase, un s¨ªmbolo de la guerra. Las chiquillas, sin embargo, no parece que est¨¦n en guerra. Es dif¨ªcil que un ni?o olvide lo que es: un ni?o. Hace unos a?os mi querido Gervasio trajo al laboratorio unas fotograf¨ªas para ampliar; entre ellas hab¨ªa una en la que aparec¨ªan unos ni?os con su madre; uno de los chicos llevaba un juguete. Unos meses m¨¢s tarde volvi¨® Gerva y con gesto triste. Me mostr¨® una foto de un peque?o al que un francotirador hab¨ªa asesinado: era el ni?o que unos meses antes posaba en la foto con el juguete en la mano: nunca una foto me hab¨ªa alterado tanto, sent¨ª rabia y ganas de llorar. No sabemos que habr¨¢ sido de esas ni?as que juegan inocentes en el auto acribillado. Espero que la guerra no haya acabado con sus vidas y con su inocencia como la de tantos peque?os, como el de la foto, y espero que haya fot¨®grafos que como Gervasio nos conmuevan y nos permitan saber qu¨¦ ha pasado".GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por JUAN GOYTISOLO, escritor. "La imagen tomada por Gervasio S¨¢nchez capta perfectamente el cuadro de horror y desolaci¨®n del lugar. El domingo 26 de agosto de 1992, los utlranacionalistas serbios arrojaron sobre el Instituto de Estudios Orientales ¨C la c¨¦lebre biblioteca de Sarajevo ¨C un diluvio de cohetes incendiarios que redujeron en pocas horas a cenizas su rico patrimonio cultural. Fue un memoricidio m¨¢s en la lista de los que jalonan en la historia inhumana de la humanidad. Puesto que toda huella otomana deb¨ªa de ser borrada del territorio de la gran Serbia so?ada de Milosevic , Karadzic y Mladic¡ La biblioteca, memoria colectiva del pueblo musulm¨¢n bosnio, estaba condenada a perecer en las llamas de la vengadora purificaci¨®n. Cuando la fotografi¨® Gervasio S¨¢nchez, conservaba solo en las cuatro fachadas neomoriscas, restauradas hoy con la ayuda del ministerio de Cultura espa?ol. El armaz¨®n met¨¢lico de la c¨²pula de vidrio por la que cayeron los cohetes parec¨ªa una gigantesca telara?a por la que se filtraba la luz, los soportales del patio interior mostraba apenas su fina labor de yeser¨ªa, el espacio central era un mont¨®n ingente de escombros, cascotes, vigas, papeles chamuscados. Pero, como dijo un poeta a sus inquisidores, ¡°pod¨¦is quemar mis libros m¨¢s no el esp¨ªritu que contienen".GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por RAM?N LOBO, periodista. "Las guerras se instalan en los ojos de los ni?os, los que m¨¢s las sufren, los que menos comprenden. La ni?a de la izquierda los tiene asustados, redondos; la ni?a de la derecha, mustios, cansados. Son albanokosovares que huyen de la limpieza ¨¦tnica de Slobodan Milosevic. Han cruzado la frontera por Morina, al norte de Albania. Atr¨¢s quedaron las casas quemadas, las vacas tiroteadas, el odio, quiz¨¢ alg¨²n muerto. Atr¨¢s qued¨® la inocencia. Levantan la lona del carromato como si fuese un tel¨®n. Miran a los periodistas que preguntan y a los fot¨®grafos que fotograf¨ªan. Su tragedia ha dejado de ser invisible, an¨®nima. Este es el trabajo del reportero: contar historias,denunciar la injusticiay la cobard¨ªa de los quenada hace por evitarla. Sucedi¨® en Kosovo en 1999; sucede en Siria en 2012."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por ESTRELLA DE DIEGO, cr¨ªtica de arte. "Su ojo mira m¨¢s que ninguno porque mira desde el relato que va leyendo mientras ocurre. Est¨¢ muy cerca y, al estar tan cerca, se convierten sus ojos en los ojos del testigo de la tragedia que est¨¢ pasando. E inesperadamente, el acto de observar le contamina de esa narraci¨®n tr¨¢gica. Por definici¨®n, toda foto documental es autobiogr¨¢fica: el autor forma parte de la acci¨®n, parte de su vida en el gesto de mirar. Nos contaminamos al mirar. Despu¨¦s, tambi¨¦n de forma inesperada, el fot¨®grafo se aleja del relato, ya parte de su vida, y en un prodigio que s¨®lo la mejor fotograf¨ªa alcanza, cuenta el dolor por encima del dolor mismo, Piet¨¢ desgarradora donde el lamento del padre es tan profundo que se vuelve mudo mientras se aferra al cuerpo del hijo, pantalones vaqueros del joven que contrastan con la ropa otra ¨¦poca, la del viejo. El dolor es de siempre y las mujeres se lamentan con aspavientos. Una intenta alcanzar el cuerpo desnudo del joven muerto. El padre le sigue abrazando en un instante del drama, intenso, que debi¨® de ser largo mientras ocurr¨ªa ¨Cno querer separarse. Gervasio S¨¢nchez se sumerge ese instante que, una vez m¨¢s, en tanto segmento de una autobiograf¨ªa imposible, ha quedado est¨¢tico en el transcurso."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por ALFONSO ARMADA, periodista. "De noche, en el comedor del hotel Mamba Point, el ¨²nico habitable, trat¨¢bamos de poner en orden el morral de horrores. El 17 de mayo de1996 escrib¨ª en mi diario: ¡°Convertir la mirada en experiencia. Y con esas ca?as escribir. Como un buen disc¨ªpulo de John Berger. Incluso en Monrovia. Sobre todo en Monrovia¡±. No echo de menos a Power, el comandante de la esquina de aquella calle devastada de la entones tan tristecapital de Liberia. S¨ª echo de menos perderme por los caminos de Bosnia o de Burundi, de cualquier parte, con Gervasio S¨¢nchez, y compartir su mirada sobre el mundo, sus maravillas y sus devastaciones."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por SANDRA MIL?N, estudiante de 4 de la ESO. "Soledad, tristeza e impotencia. Tres sentimientos que aparecen al un¨ªsono en mi coraz¨®n al ver la imagen. Las ni?as se encuentran hacinadas, juntas y a la vez solas, porque llevan su dolor sin que nadie les de un apoyo, un aliento de vida en esos cuerpos demacrados. Cierro los ojos. Imagino la imagen que me gustar¨ªa ver a continuaci¨®n. Una persona se les acerca, se sienta a su lado y empieza a entonar la m¨¢s bella melod¨ªa. Ellas cierran los ojos y esbozan una leve sonrisa en sus peque?os labios. Ya no est¨¢n solas. Esperanza."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por JUAN JOS? MILL?S, escritor." Manga corta: A este hombre le acaba de cortar la mano un cr¨ªo de 14 o 15 a?os drogado hasta las cejas. Es probable que mientras afilaba el machete preguntara a su v¨ªctima si prefer¨ªa manga corta (por la mu?eca) o manga larga (por el brazo). Tal era el sentido del humor dominante en la Sierra Leona de 1999. Al principio, la guerrilla cortaba las manos para evitar que la gente votara (lo hac¨ªan con las huellas dactilares), pero m¨¢s tarde deriv¨® en un mero pasatiempo de domingo por la tarde. Sobre la calles de Freetown, capital del pa¨ªs, llov¨ªan manos como en oto?o llueven hojas."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por DIEGO S?NCHEZ MALDONADO, estudiante de 2 de ESO e hijo de Gervasio. Es una foto que muestra la amistad en la posguerra. La libertad de que por fin puedes caminar sin miedo por las calles con tu mejor amigo tras haber sufrido una terrible guerra. La ciudad quedo hecha una ruina con los edificios destrozados y los pocos que segu¨ªan en pie ten¨ªan restos de p¨®lvora. Los que m¨¢s sufren las consecuencias de una guerra son los ni?os. Muchos no son conscientes de la terrible gravedad de la situaci¨®n y tambi¨¦n son los m¨¢s vulnerables.GERVASIO S?NCHEZPor LUIS GARC?A MONTERO, poeta. "Es dif¨ªcil captar tantas desigualdades y enigmas en un espacio ordenado, equilibrado y geom¨¦trico. La ni?a, la pizarra, la bicicleta. Rectas, circunferencias, rect¨¢ngulos, alturas, n¨²meros. ?De qui¨¦n ser¨¢s las sandalias que hay bajo la pizarra? De la ni?a, no. Ella tiene las suyas. ?De qui¨¦n ser¨¢ la bicicleta? De la ni?a no, porque no es de su estatura. Tantas huellas humanas y en el centro los n¨²meros. ?Qui¨¦n hace las cuentas? ?Para educar? Para eso deber¨ªan servir las pizarras y las matem¨¢ticas. La ni?a est¨¢ esperando. Mira a quien la ve esperar. Tiene la paciencia de los objetos. No existe el caos, sino un orden ajeno. Se caer¨ªa si quisiera subirse en la bicicleta."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por ELVIRA LINDO, escritora. "El ni?o, Sarwar, ten¨ªa seis a?os. A consecuencia de la explosi¨®n de una mina perdi¨® una de sus piernecillas. Tambi¨¦n un ojo. Su madre posa a su lado y, aunque no podemos ver su rostro, es tal la fuerza poderosa de su amor que lo advertimos, como tambi¨¦n sentimos su sufrimiento. No sabemos que habr¨¢ sido de ellos, pero la imagen que capt¨® Gervasio S¨¢nchez nos sit¨²a en un presente continuo, doloroso a la mirada, pero tambi¨¦n lleno de vida a pesar de la piernecilla perdida, del ojo ausente, de los sentimientos de esa madre ocultos tras un burka. Fue en 1996, en Afganist¨¢n. Para que no nos olvidemos del ni?o Sarwar y de su madre, Gervasio estuvo all¨ª. Detr¨¢s del objetivo de la c¨¢mara, imaginamos su mirada, siempre compasiva, siempre respetuosa, tomando partido una vez y otra y otra por los d¨¦biles, por los que siempre salen perdiendo."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)Por CRISTINA GARC?A RODERO, fot¨®grafa. "Me impresiona de esta fotograf¨ªa la simetr¨ªa, el orden y la claridad ante un hecho tan oscuro, terrible e injusto como fueron estos asesinatos. ?Cu¨¢nto dolor de tantas vidas truncadas guardan esas cajas ya identificadas! Despu¨¦s de un largo proceso, por fin estas mujeres ya pueden llorar y rezar junto a las personas queridas, mientras un cielo lleno de luz y de vida se cuela por los ventanales."GERVASIO S?NCHEZ (Editorial Blume)