'Mi gitana': picadillo de cierta Espa?a

Vi una vez a Isabel Pantoja en el auditorio del Parque de Atracciones. Ten¨ªa su aquel.

A un lado del escenario hab¨ªa una mucama cuidando del peque?o Paquirr¨ªn, enfrente hab¨ªa unas tres mil personas as¨¢ndose como pollos al ast bajo el veranito madrile?o, en el escenario hab¨ªa una gitana guapaza canturreando tonadas de t¨ªtulos desesperados.

Ha pasado tiempo. Veintis¨¦is a?os. Tambi¨¦n han pasado demasiadas majader¨ªas, demasiados paparazzis, demasiadas exclusivas, demasiadas toneladas de millones, demasiadas corruptelas y, en general, todo el escaparatismo ferozmente l¨²gubre del que es capaz este santo pa¨ªs. Hasta que lleg¨® su hora. La hora de Mi gitana. Y eso ya es otro cantar, con perd¨®n.

Ayer por la noche, en Tele 5, aunque lo pareciera, el ansioso devorador cat¨®dico, que hasta mont¨® cenas de amigos y de familia en torno al receptor, no estaba delante de una reedici¨®n moderna de La parada de los monstruos ¨CFreaks, sagrado monumento al cine parido por Tod Browning y protagonizado por eso, por tipos a los que la vida conden¨® al estatus de defenestrados monstruos de circo¨C sino ante el en¨¦simo triple salto mortal de la locura televisiva por la v¨ªa del coraz¨®n, la entra?a, la v¨ªscera, la caca y lo que venga detr¨¢s.

En los proleg¨®menos de la serie m¨¢s esperada, esa que fue vista ayer por una porrada de espectadores (20% de audiencia, ?alabado sea el share!) -aunque teniendo en cuenta que cada espa?ol ve la tele cuatro horas y media al d¨ªa esto tampoco tiene tanto m¨¦rito- hab¨ªa un se?or llamado Hilario (ay, Hilario, Hilariooo...), una se?ora llamada Isabel que ense?aba muslo de forma progresiva cada vez que la c¨¢mara le enfocaba, otra de nombre ?ngela, un se?or calvo que atend¨ªa a Jorge, una chica llamada Eva y tal cantidad de catedr¨¢ticos de la nada poniendo cara de astrof¨ªsicos de la Nasa, que era imposible que la cena sentara bien. Y no sent¨®.

¡°La serie que la Pantoja no quiere que veamos¡± fue el revolucionario eslogan que el ej¨¦rcito de ide¨®logos de Paolo Vasile hizo decir a una de las contertulias. Otro: ¡°La serie que cambiar¨¢ para siempre la imagen que tenemos de Isabel Pantoja¡±. Glups. En la parte inferior de la pantalla, un cintillo inquietante, ¡°Del odio a la obsesi¨®n¡±, toma jeroma. Y como cortinilla recurrente, plasmada unas siete u ocho veces creo recordar, una grabaci¨®n real con el florido verbo de aquel inolvidable animal de las ondas -en toda la acepci¨®n del t¨¦rmino- que atend¨ªa al nombre de Encarna S¨¢nchez. Ustedes la recordar¨¢n por los sketchs de Martes y Trece. Ella los odiaba: se puede comprobar en el primer cap¨ªtulo de esta inefable miniserie. Bueno, pues la cortinilla de marras dec¨ªa una y otra vez en boca de Encarna de Noche: ¡°?Juro que mato, a mujeres, a hijos y a madres... juro que mato y en este pa¨ªs cuesta muy poco, y lo sabes!¡±. Carne, carne para el pueblo, que en tiempos de crisis sigue necesitando echarse al coleto sus dosis de picadillo, y aqu¨ª est¨¢ Tele 5 para garantizarla. Picadillo de cierta Espa?a, eso es Mi gitana.

Pero no se sabe que fue peor: si el primer cap¨ªtulo de este biopic sobre la Pantoja/patrimonio nacional o la presentaci¨®n previa urdida por los programadores de la privada. Bueno, s¨ª: lo segundo fue imbatible. Se pasaron como media hora meti¨¦ndose con Encarna S¨¢nchez, una se?ora que, al fin y al cabo, est¨¢ muerta. Eso antes se llamaba falta de pudor, ignominia y porquer¨ªa para cerdos, Azcona dir¨ªa que los muertos no se tocan, nene, pero siempre hay alg¨²n alma filantr¨®pica dispuesta a rendirles tributo, aunque sea a dentelladas. Ahora a esto se le llama parrilla televisiva, prime time y hasta trending topic. Pero en eso como en otras cosas, ya lo dec¨ªa la canci¨®n de Presuntos implicados... Uuuuuh¡­ c¨®mo hemos cambiadoooo.

Y entretanto, impasible el adem¨¢n y haciendo tintinear monedas en los bolsillos, la consabida ristra de pasta de dientes, bancos, compa?¨ªas de seguros, coches, la Machi anunciando yogures, Clive Owen anunciando hamburguesas y dem¨¢s cantos a la vida en formato de ¡°par¨¦ntesis publicitario¡±. Por lo dem¨¢s, y volviendo a Mi gitana, amores, pu?aladas traperas, pasta gansa y Jes¨²s Gil como estrella invitada pero en formato Torrente. Entre los actores hay que destacar la labor de Blanca Apil¨¢nez en el papel de Encarna S¨¢nchez, es la ¨²nica que inyecta, por lo menos, mala leche dram¨¢tica al asunto. En lo relativo al resto callaremos educadamente. El guion da miedo. El producto da un poco de l¨¢stima.

Una buena noche de televisi¨®n, queridos espectadores.