Britannica.com, una web espectacular

La suerte est¨¢ echada para la Enciclopedia Brit¨¢nica. Ha dado carpetazo a su edici¨®n impresa y apuesta al 100% por su versi¨®n en la red. El saber dejar¨¢ de ocupar lugar literalmente y se distribuir¨¢ a trav¨¦s de la pantalla de un ordenador, un m¨®vil o una tableta. Eso s¨ª, s¨®lo en eso se parecer¨¢ a la mayor¨ªa del contenido que viaja libremente en la web.

Los editores de la Brit¨¢nica tienen claro que no van a dar vueltas para lanzarse a su propio modelo de negocio. Ellos consideran que tener una informaci¨®n que, como dir¨ªamos en Espa?a, 'va a misa' cuesta y no es en absoluto gratis. Es decir, la competencia a la gratuidad y no fiabilidad 100% de la Wikipedia, por poner un ejemplo, tiene un precio. En concreto 69,95 d¨®lares al a?o. Unos 19 c¨¦ntimos diarios por tener acceso a una web que, desde luego, puede presumir (y lleva ya a?os haci¨¦ndolo) de ser apabullante en su calidad y su oferta. As¨ª, sus responsables ofrecen un periodo de prueba de una semana con la intenci¨®n de lanzar un cebo y hacer de su sitio una necesidad para investigadores, profesores, documentalistas, periodistas¡­ o cualquier persona con una curiosidad voraz.

Para empezar la edici¨®n online de la Enciclopedia Brit¨¢nica contiene miles de art¨ªculos que no figuran en su edici¨®n impresa. Y es m¨¢s, seg¨²n comunican en su propia p¨¢gina web, ¡°la piedra angular del servicio ser¨¢ una actualizaci¨®n cada dos semanas¡± de los contenidos. Pero olv¨ªdense de una enciclopedia tal y como la conocemos. Los editores de la Brit¨¢nica saben que en el siglo XXI no hay quien compita con Internet como fuente de informaci¨®n, pero tambi¨¦n, que toda esa informaci¨®n que navega libremente, casi nunca est¨¢ ¡®fiscalizada¡¯ en su veracidad. As¨ª que, como si se tratara de realidad aumentada, el nuevo servicio tambi¨¦n opta por diseccionar la propia web y ofrecer un listado de referencias de otros lugares en la web que ser¨¢n seleccionados y revisados por los editores por su inter¨¦s y su veracidad.

Pero a¨²n hay m¨¢s. Con Internet el acceso a im¨¢genes (y facs¨ªmiles de documentos) se multiplica y permite acceso a contenido multimedia como v¨ªdeos, audios, o gr¨¢ficos interactivos realizados para el mundo virtual de la red como l¨ªneas de tiempo. Pero, adem¨¢s, el hecho de no ocupar lugar, tiene la ventaja de que desde la Brit¨¢nica se dar¨¢ acceso tambi¨¦n a art¨ªculos relacionados de las revistas m¨¢s importantes y a datos estad¨ªsticos actualizados sobre cada pa¨ªs del mundo, as¨ª como al anuario de la propia publicaci¨®n.

Por si todo esto fuera poco, en esta prodigiosa web ofrece, adem¨¢s, acceso a un diccionario, el Merriam-Webster con m¨¢s de 225.000 entradas. Pero tampoco olvidemos hasta qu¨¦ punto permite el presente multiplicar los accesos. Brit¨¢nica cuenta tambi¨¦n con servicio de Newsletters, Rss de noticas para recibir puntualmente las actualizaciones, widgets con informaci¨®n que puedes llevarte a tu propia p¨¢gina web, versi¨®n para Ipad, Iphone y Ipod Touch y canal de Youtube entre otras cosas.

Con todos estos ingredientes puede que ocurra que los editores de la Enciclop¨¦dia Brit¨¢nica consigan que muchos hogares que apostaron por reservarles un espacio privilegiado en sus estanter¨ªas, decidan a?adir una contrase?a hacia el saber a la lista de sus lugares de Internet.