El documental toma distancia
Varios cert¨¢menes ponen su foco en el g¨¦nero m¨¢s all¨¢ del reportaje televisivo y de la pirotecnia de Michael Moore
M¨¢s all¨¢ de las apabullantes peroratas de Michael Moore o del mero reportaje televisivo, el cine documental ¡ªese que las salas de cine espa?olas han condenado a exhibirse en ninguna parte¡ª busca tan paciente como incansable su sitio. De la sed por sus historias han nacido a lo largo de estos a?os fieles seguidores capaces de convertir la escasez en virtud y la afici¨®n en militancia. Minor¨ªas obstinadas en dar a conocer filmograf¨ªas cuya singularidad es inversamente proporcional a su difusi¨®n.
Es el caso del Festival Punto de Vista de Pamplona, que el pasado mes de febrero dedic¨® un seminario a dos documentalistas, el malayo Amir Muhammad y el franc¨¦s Sylvain George ¡ªcuyas pel¨ªculas ahora tambi¨¦n pueden verse en La Casa Encendida de Madrid¡ª, o del reci¨¦n nacido 3XDOC, que durante este mes de marzo convoca en la Filmoteca de Madrid la obra de la cineasta peruana afincada en holanda Heddy Honigmann y de la espa?ola Mercedes ?lvarez.
Organizado por la asociaci¨®n de cine documental DOCMA, 3XDOC est¨¢ impulsado por Andrea Guzman. Antigua estudiante de la escuela de cine de San Antonio de los Ba?os de Cuba e hija de otro grande del g¨¦nero, el chileno afincado en Par¨ªs Patricio Guzman, la directora ha enfocado su vocaci¨®n hacia una parcela complicada: la exhibici¨®n. ¡°En un principio mi ilusi¨®n era montar una sala que solo pusiera pel¨ªculas documentales, esa idea evolucion¨® y nos convertimos en una asociaci¨®n de amantes del documental que, a falta de una sala, hemos ido programando pel¨ªculas, organizando seminarios o simplemente conect¨¢ndonos unos con otros para buscar nuevas v¨ªas de exhibici¨®n¡±.
Guzman apuesta por un cine documental de autor, ¡°de calidad y asequible¡±. ¡°A mi me interesa tambi¨¦n el documental m¨¢s experimental pero no creo que sea bueno para crear p¨²blico. Es mejor entrar por pel¨ªculas m¨¢s cl¨¢sicas¡±. Cita a Wiseman, a B¨¦la Tarr, a Ignacio Ag¨¹ero, a Victor Kossakowsky, a Jean-Gabriel P¨¦riot o a su propio padre (cuyo ¨²ltimo filme, Nostalgia de la luz, tampoco se ha estrenado en una sala espa?ola) como cineastas a los que le gustar¨ªa poder invitar alg¨²n d¨ªa a un encuentro cuya continuidad se suma al desconcierto de estos tiempos: ¡°Quiz¨¢ esta es nuestra primera y ¨²ltima vez, pero buscar¨¦ financiaci¨®n privada, aunque no tengo experiencia es la hora de empezar¡±.
Y pese a las dudas econ¨®micas, la certeza de haber acertado con una primera retrospectiva dedicada a una cineasta cuyos padres jud¨ªos llegaron a Per¨² huyendo del nazismo, que estudi¨® cine en Roma, que encontr¨® en la veracidad del documental la respuesta a las estrecheces de la ficci¨®n y que ha trotado por medio mundo aprendiendo a sobrevivir. ¡°Saber idiomas no ayuda a ser feliz, a ser feliz ayuda ser humilde, no querer cambiar a la gente, saber tener distancia¡±. En su cine, Honigmann parte de la an¨¦cdota para trascenderla. De los trabajadores de Lima que abocados al sumidero de la crisis econ¨®mica convirtieron en los 90 sus coches en los eventuales taxis de Metal y melancol¨ªa a los poemas er¨®ticos de Carlos Drummond de Andrade recitados por ese impactante casting de jubilados brasile?os que evocan su sexualidad en O amor natural. Desde su cabal mirada, Honigmann muerde hueso. ¡°Cuanto m¨¢s peque?o sea tu terreno de acci¨®n m¨¢s profundidad alcanzar¨¢s¡±, sentencia la directora de Los olvidados, ese mosaico de la sociedad lime?a a trav¨¦s de su subsuelo.
Una mujer capaz de entrar hasta el fondo en la vida de sus personajes sin caer por ello en la pornograf¨ªa. El secreto est¨¢ en lograr ese dif¨ªcil equilibrio entre el pudor y la intimidad. Mantener distancia sin renunciar por ello a la empat¨ªa y el amor por los personajes. La documentalista lo explica con una emoci¨®n dif¨ªcil de trasladar, recuerda una secuencia de La chasse au lion ¨¤ l¡¯arc (1965), del cineasta y etn¨®logo Jean Rouch, que seg¨²n ella ejemplifica esa distancia perfecta que busca todo buen documental y que ella ilustra con una an¨¦cdota mucho m¨¢s personal: ¡°cuando di a luz a mi hijo, justo despu¨¦s de acercar por primera vez al beb¨¦ a mi pecho para darle de comer, le puse en la cunita y la mov¨ª hasta la ventana de la habitaci¨®n. En aquel instante, en aquella cunita, bajo la ventana del hospital, empec¨¦ a aprender a despedirme de ¨¦l. Algo muy dif¨ªcil que deber¨ªa ser una lecci¨®n de vida y tambi¨¦n una lecci¨®n de cine¡±.
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