El mito de Fernando Botero engorda en Latinoam¨¦rica
El Palacio de Bellas Artes de M¨¦xico empieza la celebraci¨®n de los 80 a?os del artista El pintor y escultor colombiano expone 177 piezas, su mayor retrospectiva
Sostiene Botero que nunca en su vida ha pintado ¡°una gorda¡±. Lo dijo el mi¨¦rcoles en una rueda de prensa en M¨¦xico DF, donde se abre ma?ana al p¨²blico en el Palacio de Bellas Artes la mayor exposici¨®n que se haya hecho sobre su carrera art¨ªstica, Botero: una celebraci¨®n, compuesta por 177 obras que exploran la gordura en todas sus formas.
La ir¨®nica afirmaci¨®n ante la prensa de Fernando Botero (Medell¨ªn, 19 de abril de 1932) remite al motivo formal de su arte: la belleza misma del volumen, m¨¢s que la obesidad humana, animal o de cualquier otro objeto de contemplaci¨®n. Ya lo dice el escritor peruano Mario Vargas Llosa en un texto incluido en el cat¨¢logo de la muestra: ¡°Cuando un cr¨ªtico le pregunt¨® por qu¨¦ pintaba ¡®figuras gordas¡¯, Botero repuso: ¡®No lo son. A m¨ª me parecen esbeltas¡±.
¨C?Y qu¨¦ le parece a usted esta mujer tan voluminosa? ¨Cle pregunta el periodista a una se?ora mexicana en la explanada frontal del Palacio, donde ya se pueden ver cinco esculturas monumentales de Botero.
?¨CPues no me parece bonita ¨Cresponde Marta Aguilar, de 29 a?os?¨C. Est¨¢ muy gorda, muy luminosa como dice usted.
¨C?Y podr¨ªa decirme su peso y su altura?
¨CS¨ª, mido 1,57 y peso 59 kilos.
¨C?Eso est¨¢ bien, no?
-No tanto, estoy un poco pasadita.
Botero por el mundo
Medell¨ªn, ciudad natal de Botero, celebrar¨¢ los 80 a?os del artista con la exposici¨®n: Viacrucis: La pasi¨®n de Cristo que se inaugurar¨¢ el 3 de abril en el Museo de Antioquia. Su m¨¢s reciente producci¨®n art¨ªstica est¨¢ conformada por 27 ¨®leos a gran escala y 33 dibujos. Esta es la primera vez que estas obras ser¨¢n presentadas en Colombia.
La exposici¨®n desvela el detallado estudio y el amor que el artista colombiano siente por la pintura italiana del Renacimiento. Botero aborda el tema de la pasi¨®n de Cristo desde contextos tan diversos como Manhattan o los pueblos antioque?os. El artista permanece fiel a los eventos de la historia de Cristo y tambi¨¦n al singular estilo con el que ha conquistado la fama.
"El tema del Viacrucis fue muy importante porque fue el ¨²nico que existi¨® en la pintura pr¨¢cticamente hasta el siglo XVI. Todos los grandes pintores del arte, como Giotto y Masaccio, pintaron el Viacrucis, pero desapareci¨® y es un tema maravilloso, por eso lo hice", dijo el artista al peri¨®dico colombiano El Tiempo.
En Bogot¨¢, la celebraci¨®n ser¨¢ distinta. El 17 de abril Botero discutir¨¢ sobre algunos aspectos de su vida y de su obra con Roberto Pombo, director del peri¨®dico El Tiempo. La charla se llevar¨¢ a cabo en la Biblioteca Luis ?ngel Arango en el centro de la ciudad.
Las muestras en Italia, Chile, Espa?a y Brasil tambi¨¦n hacen parte de la celebraci¨®n. La gira mundial de exposiciones de Botero comenz¨® el 17 de mayo en As¨ªs (Italia) con la presentaci¨®n de 80 esculturas. El Museo de la Memoria de Santiago de Chile expondr¨¢ Abu Ghraib la serie hecha por el colombiano sobre la tortura en Iraq.
Pietrasanta, considerada la capital italiana del arte, se sumar¨¢ a los festejos con un homenaje. El 19 de abril, el d¨ªa del cumplea?os del artista, la ciudad italiana ser¨¢ el escenario de una exposici¨®n de escultura monumental y de dibujo sobre tela. De all¨ª pasar¨¢ el 8 de octubre a Bilbao y luego tendr¨¢ al Museo de Sao Paulo como anfitri¨®n.
M¨¦xico, el segundo pa¨ªs con m¨¢s problemas de sobrepeso del mundo despu¨¦s de Estados Unidos, seg¨²n la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico, fue el lugar en el que el artista colombiano descubri¨® para siempre el poder del volumen. Cuenta la leyenda que el hallazgo sucedi¨® en 1956 cuando Botero dibujaba una mandolina en un parque de la capital, donde resid¨ªa en aquel tiempo, y por el azar de la creaci¨®n comenz¨® a exagerar las formas del instrumento musical. Buena parte de las orondas figuras que pint¨®, esculpi¨® y dibujo desde entonces se distribuyen ahora ¨Co se ¡°derraman¡±, como expresa Vargas Llosa¨C por los siete salones del Palacio de Bellas Artes y por la explanada que lo rodea.
La muestra, que estar¨¢ abierta hasta el 17 de junio, se ha dividido por categor¨ªas tem¨¢ticas, desde su obra temprana, centrada en la infancia del artista en Colombia, hasta una serie sobre las torturas cometidas por soldados estadounidenses a presos iraqu¨ªes en la c¨¢rcel de Abu Grahib. Seg¨²n la comisaria de la exposici¨®n, Lina Botero, hija del autor, solamente faltan las obras de la serie V¨ªa Crucis, porque se expondr¨¢n a partir del 5 de abril en el Museo de Antioquia (Medell¨ªn).
Lina Botero confirma que Botero: una celebraci¨®n es la retrospectiva ¡°m¨¢s grande¡± que se le ha dedicado a su padre, que, a tres semanas de cumplir 80 a?os, sigue trabajando cada d¨ªa ¨C¡°como m¨ªnimo ocho horas¡±, seg¨²n ella¨C en cualquiera de los estudios que tiene repartidos por el globo: en Par¨ªs, en Montercarlo, en Medell¨ªn, en la Toscana, en una isla griega¡ Una infraestructura notable que da muestra del ¨¦xito que ha tenido y sigue teniendo su exploraci¨®n de la gordura ¨Co de las formas desbordadas¨C en una era est¨¦ticamente flaca, en la que la dimensi¨®n de una cintura puede ser motivo de un pleito ?¨Che ah¨ª el reciente caso Ananda Marchildon contra la agencia Elite, ganado por la modelo?¨C y en la que lo liviano, rectil¨ªneo y abstracto, sea un cuadro, una escultura, un edificio o una tableta digital tiene un lugar privilegiado dentro del evolutivo canon de la belleza.
En ese contexto, Botero es un s¨®lido continuador del modelo del arte como representaci¨®n, o como reproducci¨®n de lo que hay, aunque su t¨¦cnica no sea calcar la realidad sino inflarla para encontrar lo bello m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de volumen real de las personas o de las cosas.
El artista colombiano, que vivi¨® a principios de los sesenta en Nueva York, laboratorio de la vanguardia contempor¨¢nea, y conoci¨® de cerca a genios de la abstracci¨®n como Willem de Kooning o Mark Rothko, siempre ha mantenido la mirada puesta en patrones pasados: el arte precolombino, el quattrocento italiano, el muralismo mexicano del siglo XX (plasmado en las paredes del propio Palacio de Bellas Artes con frescos de Diego Rivera y otras figuras de esa escuela), y sigue reivindicando esa tradici¨®n, seg¨²n explica Lina Botero: ¡°?l dice que el arte est¨¢ en su peor momento de decadencia, porque se ha abandonado la figuraci¨®n y la b¨²squeda del placer¡±.
A sus casi 80 a?os, Fernando Botero contin¨²a engordando el mundo en un siglo en el que el volumen es un sentimiento de culpa, y su obra, aunque reconocida como una cumbre del arte latinoamericano de las ¨²ltimas d¨¦cadas, no puede ocultarse de la delgada mirada contempor¨¢nea.
¨C?Le parece bonita esta se?ora? ¨Cle dice el reportero a una joven de 20 a?os, llamada Xanath Luna, que se fuma un cigarro sentada ante el Palacio de Bellas Artes.
¨CNo, no es est¨¦tica, mentir¨ªa si dijera que es bonita.
¨C?Y podr¨ªa decirme su peso y su altura?
¨CMido 1,63 y peso 58 kilos, y me siento bien gorda. Yo no quiero estar lonjuda.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.