"Creo y espero que el se?uelo del capitalismo se est¨¢ hundiendo"

La ¨²ltima pel¨ªcula de Robert Gu¨¦diguian (Marsella, 1953), Las nieves del Kilimanjaro, no tiene nada que ver con la novela de Ernest Hemingway, sino con el sue?o truncado de la militancia obrera en el pozo ciego de la crisis sist¨¦mica que atravesamos y con la centrifugaci¨®n del viejo concepto de la lucha de clases. Un cine que se acerca a lo cotidiano, a la vida de las gentes comunes. Gu¨¦diguian, cuya obra recorre habitualmente el territorio de la cr¨ªtica social y pol¨ªtica, se inspira ahora en el poema de Victor Hugo Les pauvres gens para diseccionar las terribles contradicciones de este presente, donde los antiguos pobres son ricos comparados con los nuevos pobres.
Pregunta. El fil¨®sofo Sidi M. Barkat me dijo: "La lucha de clases se ha trasladado al interior de cada trabajador". Creo que su pel¨ªcula lo ilustra perfectamente.
Respuesta. S¨ª. La lucha de clases atraviesa el pueblo en s¨ª mismo, a cada trabajador, porque el capital ha conseguido crear la ilusi¨®n de que todo el mundo era un poco capitalista, de que todos ¨¦ramos burgueses; una ilusi¨®n que pod¨ªa interiorizarse a trav¨¦s de peque?as cosas concretas como el peque?o accionariado, el acceso a la propiedad¡ Ese fue el punto central del discurso de Nicolas Sarkozy hace cinco a?os cuando gan¨® las elecciones: construir una Francia de propietarios, en la que el ¨¦xito individual siempre es posible y en la que todos somos burgueses. Esto es lo que constata la pareja de personajes protagonistas de mi pel¨ªcula cuando se preguntan ?qu¨¦ pensar¨ªan aquellos j¨®venes que ¨¦ramos nosotros acerca de aquello en que nos hemos convertido? Y se responden: que somos unos burgueses, que parecemos unos burgueses. Y sin embargo esta pareja posee bien poco; ha tenido dos cosas importantes: un sue?o y el trabajo. Hoy, la nueva generaci¨®n no tiene ni trabajo ni un sue?o.
P. ?Qu¨¦ tiene?
R. Creo, espero, que el se?uelo del capitalismo se est¨¢ hundiendo y pienso que hay una nueva generaci¨®n, los que tienen 20 a?os, que ya no creen en el ¨¦xito individual, en la necesidad de hacer grandes m¨¢steres de comercio o ciencias pol¨ªticas, que es lo que hace todo el mundo como si solo hubiera ricos y altos cuadros, bancos y grandes multinacionales.
P. Pero los ricos son cada vez m¨¢s ricos y ocupan casi todo el poder. En Francia, por ejemplo, Sarkozy podr¨ªa volver a ganar.
R. No, no lo creo. Al menos es lo que deseo. Y para avanzar, a veces es necesario tomar los deseos como realidad. Si Hollande pasa a la segunda vuelta y M¨¦lenchon llega al 20%...
P. Ser¨ªa la revoluci¨®n.
R. S¨ª, la revoluci¨®n. Esto es mi deseo. He trabajado bastante con Jean-Luc M¨¦lenchon, le conozco desde el refer¨¦ndum constitucional europeo de 2005, cuando ya se desmarc¨® de la postura oficial socialista de votar a favor. Precisamente la idea de esta pel¨ªcula surge de ese momento. Escrib¨ª un art¨ªculo en Le Monde sobre la clase obrera pidiendo el no al refer¨¦ndum. Pero no quer¨ªa utilizar este t¨¦rmino y encontr¨¦ el t¨ªtulo del poema de Victor Hugo Les pauvres gens, y as¨ª titul¨¦ mi art¨ªculo. Cuando lo rele¨ª casi llor¨¦ y me dije que hab¨ªa que hacer una pel¨ªcula sobre esta historia de amor de los dos personajes que tienen la misma idea del mundo, sobre las pobres gentes de hoy en d¨ªa.
P. ?Y su pr¨®ximo proyecto?
R. Voy a hacer una pel¨ªcula sobre el genocidio armenio. Es una historia incre¨ªble. Tendr¨ªa un ep¨ªlogo, en la actualidad, y un pr¨®logo en 1920, y la acci¨®n transcurrir¨¢ en la d¨¦cada de 1980, cuando los j¨®venes de la tercera generaci¨®n de la di¨¢spora tomaron las armas. En esos a?os hubo m¨¢s de 150 atentados de organizaciones clandestinas armenias. La pel¨ªcula se desarrollar¨¢ en Par¨ªs, Marsella y Beirut y Erevan. Pero probablemente arranque en Berl¨ªn en 1921, cuando Soghomon Tehlirian, un joven armenio, mat¨® de un disparo a Talaat Pasha, exministro del Interior y uno de los responsables del genocidio que, tras ser condenado a muerte en Turqu¨ªa, se refugi¨® en Alemania.
P. El cine franc¨¦s es la ¨²ltima gran industria cinematogr¨¢fica de Europa. ?Por qu¨¦?
R. Porque est¨¢ fant¨¢sticamente protegido, porque las televisiones tienen que producir cine, porque hay una tasa sobre cada pel¨ªcula que se pasa en Francia ¡ªincluido el cine americano¡ª que revierte en el cine franc¨¦s. Hay un consenso nacional sobre el cine, una uni¨®n sagrada, tanto a la derecha como a la izquierda, que est¨¢n de acuerdo sobre la excepci¨®n cultural.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.