Muerte y resurrecci¨®n de un p¨¢jaro

Ha pasado de besar los labios de la muerte a abrazarse con m¨¢s fuerza que nunca a la vida. En junio de 2010, despu¨¦s de haber perdido a su hijo antes de que naciese, a Simone Felice le operaron de urgencia del coraz¨®n por una enfermedad cong¨¦nita. A punto estuvo de no contarlo, como cuando con tan solo 12 a?os sufri¨® un aneurisma y pas¨® varios minutos cl¨ªnicamente muerto. Todo era negro para ¨¦l. Pero el verano pasado naci¨® su hija Perla y decidi¨® que era el momento de volar. ¡°Me siento muy afortunado y bendecido¡±, asegura el m¨²sico y escritor estadounidense en conversaci¨®n telef¨®nica desde Londres. ¡°Ahora soy un p¨¢jaro¡±, sentencia entusiasmado.

Este ave f¨¦nix del folk norteamericano acaba de publicar Simone Felice (Team Love / V2), su primer disco en solitario con la ayuda en la producci¨®n de Ben Lovett, miembro de Mumford & Sons. Art¨ªsticamente hablando, es su tercera vida, tras su celebrada presencia en The Felice Brothers, la gamberra y magn¨ªfica banda familiar de folk rock donde se dio a conocer como baterista, y su breve pero intenso paso por The Duke & The King, el d¨²o con incursiones al soul que form¨® junto a Robert Chicken Burke, quien, junto a los hermanos Felice, hace alguna aportaci¨®n instrumental en este disco. ¡°Para m¨ª, es un avance. Se trata de tener coraje para hacer mi propio camino¡±, explica Felice.

Coraje no le falta, como tampoco pasi¨®n. ¡°Ning¨²n arte tiene sentido sin ella¡±, afirma. En su nuevo trabajo, la pasi¨®n se halla en baladas crepusculares, como Charade o New York Times, donde el dolor y la pena atraviesan el cuerpo, aunque tambi¨¦n en composiciones m¨¢s optimistas como You & I Belong, una plegaria a medio camino del g¨®spel y el bluegrass. ¡°El ¨¢lbum es oscuro pero tambi¨¦n luminoso. Me ve¨ªa como una moneda con dos caras. En una cara, pregunt¨¢ndome por qu¨¦ me pasan estas cosas y qu¨¦ va a ser de m¨ª. En la otra, como una persona muy afortunada, que se dedica a la m¨²sica y tiene una hija preciosa¡±, dice el cantante, a quien le encanta que le comparen, por la sentida emotividad de sus canciones, con su amigo Justin Vernon, al frente de Bon Iver. ¡°Somos de la misma generaci¨®n y hemos crecido escuchando el folk de los sesenta¡±, apunta.

Sin la garra de The Felice Brothers ni el hipn¨®tico punto espiritual de The Duke & The King, Felice ha configurado un disco muy personal, lleno de sentimiento aunque no tan rico en matices como desprend¨ªan sus anteriores proyectos. ¡°Me promet¨ª a m¨ª mismo encontrar mi verdadera voz, sin pensar en ning¨²n estilo. Quer¨ªa que fuera lo m¨¢s puro posible, que contase la verdadera historia de mi coraz¨®n¡±, asegura. A¨²n as¨ª, el oyente sigue reconociendo al joven so?ador que rememora en canciones como Dawn Brady's Son la inocencia ac¨²stica de Cat Stevens. ¡°Cuando era ni?o, en mi soledad, fantaseaba con la m¨²sica que escuchaba pero, sobre todo, sent¨ªa que mis cantantes preferidos, mis poetas favoritos, me hablaban directamente al coraz¨®n, como nadie lo hab¨ªa hecho¡±, cuenta. ¡°Eso me pasaba cuando escuchaba a Nick Drake o Larry Keel¡±.

Autor del libro Black Jesus, que narra la historia de un soldado que regresa de la guerra de Irak y se enamora de una stripper, Felice, quien dice tener como material de inspiraci¨®n ¡°la tierra americana y lo oculto en sus carreteras¡±, siempre ha sido un ¨¢vido lector y escritor de relatos. ¡°Me cre¨¦ mi peque?o mundo con los libros cuando era ni?o. Esperaba en la esquina hasta que abr¨ªan la librer¨ªa y pensaba en sus historias. La literatura era aliento y vida¡±, se?ala. Y, para ¨¦l, la m¨²sica tiene el mismo poder inmortal que la literatura para hacer volar ¡°como un p¨¢jaro¡±. ¡°El folk es la m¨²sica de la gente. De esta forma, los Sex Pistols son folk para m¨ª. El flamenco es folk. El folk nunca ha muerto y esa es su magia¡±.