La fiesta de Marlango en espa?ol
El grupo publica un nuevo disco con canciones en castellano basado en el optimismo
No est¨¢n dispuestos a que la prima de riesgo, los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n o las amenazas de reformas del C¨®digo Penal les amarguen la existencia. Leonor Watling, Alejandro Pelayo y ?scar Ybarra ¡ªo lo que es lo mismo, Marlango¡ª lanzan nuevo disco, compuesto y cantado ¨ªntegramente en espa?ol y que no por casualidad han titulado Un d¨ªa extraordinario. ¡°Es inevitable que nos haya salido optimista. Se titula como se titula, pero tambi¨¦n podr¨ªa haberse llamado ¡®las l¨ªneas rojas¡¯, porque hay terrenos en los que no nos vamos a dejar atacar. El otro d¨ªa le¨ª que esto es la tercera guerra mundial, una guerra distinta, soterrada en la que nos tienen asustad¨ªsimos, encerrados -ahora va a ser delito si sales a la calle-. Tienen a la gente sometida, acojonada y pagando. Y hay ciertos l¨ªmites que no se pueden pasar. Nosotros con estas canciones estamos obligados a festejar lo que tenemos, cada vez menos, pero tenemos que festejar. Es obligatorio. Tenemos ni?os
peque?os¡±, dice Alejandro Pelayo.
¡°Cuanto m¨¢s te pisan, tienes que tener m¨¢s claro hasta donde est¨¢s dispuesto a llegar. Me parece inconcebible que alguien te secuestre la alegr¨ªa. Lo ¨²nico que nos queda y que no nos pueden tocar est¨¢ aqu¨ª y as¨ª se refleja en este disco¡±, reflexiona Leonor Watling. El trompetista ?scar Ybarra, de origen estadounidense, lo ve con perspectiva: ¡°A m¨ª, esto me recuerda al 11 de septiembre en Estados Unidos y el miedo que nos metieron. Ahora el miedo es a perder el trabajo o a no poder pagar tu casa o darle de comer a tus hijos, pero sigue siendo miedo al fin y al cabo¡±.
En Un d¨ªa extraordinario, Leonor Watling, letrista de las 12 canciones del disco canta cosas como ¡°Dame puertas abiertas / Camas desechas / Pasos perdidos / Silencio en la piel¡±. ?De d¨®nde sale la idea de, por fin en el quinto disco de estudio, lanzarse a cantar en castellano? Alguna pista hay en los agradecimientos recogidos en la carpeta del CD. Y tiene un nombre propio: Fito P¨¢ez. ¡°?l es completamente ajeno a lo que ha provocado¡±, se r¨ªe Leonor Watling. ¡°Bueno, pues as¨ª tambi¨¦n se entera¡±, le responde Alejandro antes de explicar c¨®mo fueron las cosas. ¡°?l es culpable y detonante. Primero nos invit¨® a tocar un par de canciones en su disco grabado en directo en el Palacio de Congresos de Madrid (el 24 de abril de 2008). Luego fuimos a Buenos Aires y nosotros le invitamos a ¨¦l a cantar en nuestro concierto en directo. As¨ª que terminamos de cena en su casa y hasta la madrugada la conversaci¨®n gir¨® ¡ªen gran parte alrededor del piano de cola que tiene en el sal¨®n¡ª sobre nuestra necesidad de cantar en espa?ol. De alguna forma nos fue empujando. Salimos de all¨ª con la sensaci¨®n de haber hecho unos deberes para un examen¡±, recuerda Pelayo. El artista argentino les dio una larga lista de nombres a los que aconsejaba escuchar como Charly Garc¨ªa, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Mercedes Sosa, Chavela Vargas¡ ¡°Hicimos los deberes. Siempre hemos convivido con los dos idiomas a la hora de empezar algo que pudiera llegar a ser una canci¨®n, aunque el ingl¨¦s se hab¨ªa impuesto hasta ahora de manera natural. Nos faltaba todo eso que ya hemos ido incorporando con el tiempo y colocado en orden. Nos faltaba esa mirada desde fuera que nos empujara a introducir en nuestro trabajo toda esa cultura que nos es tan propia¡±, asegura Watling.
Hace apenas un mes, el grupo que encabezaba uno de los d¨ªas del Noise Off Festival en Madrid, hablada de la dificultad de lidiar con un idioma y unos referentes que no terminaran cayendo en la copla o el otros ecos de los que tratan de huir por ¡°cuestiones generacionales¡±. Finalmente Un d¨ªa extraordinario posee m¨¢s ecos, efectivamente, de la tradici¨®n musical del otro lado del charco m¨¢s que del imaginario del cancionero genuinamente espa?ol. ¡°Para nosotros es dif¨ªcil analizar las cosas as¨ª, sin haber girado y experimentado las canciones en directo. Pero puede ser que donde cre¨ªa que hab¨ªa tirado de una copla, realmente el resultado es una habanera. Es dif¨ªcil ubicarlo. Aqu¨ª, durante treinta a?os s¨®lo pod¨ªas mirar hacia un sitio. El otro d¨ªa me preguntaron que si hab¨ªa estado escuchando mucho el disco de Buenavista social club y respond¨ª que no. Pero luego pens¨¦: ¡®Igual ese documental lo he visto unas 50 veces y es verdad que algo que ha colado¡¯, asegura Pelayo. Lo que s¨ª tienen claro los tres es que esperan que para su p¨²blico en Espa?a, ¡°se abra un escenario en el que poder contar historias¡±.
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