De Super Mario a la Gioconda
Shigeru Miyamoto, gur¨² del videojuego, firma las nuevas videogu¨ªas del Louvre
A la gran mayor¨ªa, el nombre de Shigeru Miyamoto le sugerir¨¢ mucho menos que el de Leonardo da Vinci, aunque ambos sean, en sus respectivas ¨¦pocas, unos tipos geniales. No hablaremos ahora sobre el segundo, pero para los que no conozcan al primero les diremos que es japon¨¦s y que es el creador de Super Mario, el popular personaje de videojuegos, as¨ª como de otros ¨¦xitos rotundos y planetarios de la compa?¨ªa Nintendo, como Zelda o Wii Fit. Miyamoto, un tipo bajito y con un fino sentido del humor, se pase¨® recientemente por Par¨ªs, concretamente por el Museo del Louvre, con la 3DS en sus manos, esa consola que permite disfrutar de videojuegos en tres dimensiones sin necesidad de gafas. Y es que ahora los visitantes del Louvre tienen la posibilidad de moverse por el museo mediante una nueva audiogu¨ªa que sustituye a la tradicional: 5.000 videoconsolas de alquiler por un precio de entre tres y cinco euros.
La iniciativa parte del museo franc¨¦s, el m¨¢s visitado del mundo con casi nueve millones de personas que caminan anualmente por sus interminables galer¨ªas y salas, 60.000 metros cuadrados que llevan a muchos visitantes a perderse. Literalmente. Corregir, o m¨¢s bien digerir, en la medida de lo posible esa borrachera casi inabarcable de arte de m¨¢s de 40.000 obras es uno de los objetivos. El otro: mejorar la experiencia sensorial de la visita, con im¨¢genes en alta resoluci¨®n y tres dimensiones.
Quien quiera ver el arte egipcio o el griego, o quien quiera disfrutar de ambos, o quien prefiera conocer solo las 50 obras maestras del museo como la Venus de Milo o la Gioconda, lo podr¨¢ hacer. En definitiva, es posible elegir qu¨¦ se quiere ver gracias a la consola, que tiene un sistema de localizaci¨®n que funciona como si fuera el gps de un coche.
Aunque la gu¨ªa del Louvre en la 3DS no es un videojuego, el concepto se le parece, explica Miyamoto: ¡°La gu¨ªa incluye 900 piezas de arte, y algunas tienen m¨¢s de un comentario, por lo que son como 2.000 comentarios en total¡±. 700 en siete idiomas, seg¨²n el Louvre, aunque ser¨¢n ampliados.
La introducci¨®n de una consola tan popular dentro de un museo tiene adem¨¢s otros objetivos: ¡°Se trata de combinar la magnificencia y las vastas colecciones del Louvre con la atm¨®sfera feliz y relajante de Nintendo. El Louvre es un lugar que puede resultar intimidador, por lo que el objetivo es mezclar ambos mundos con el fin de convertir al museo en un lugar de modernidad que conecte mejor con la sociedad¡±, defiende Agn¨¦s Alfandari, jefa del servicio multimedia del Louvre. En otras palabras: se trata de atraer cada vez a m¨¢s j¨®venes al museo.
Las dudas llegan con el sistema de utilizaci¨®n. En las manos, la audiogu¨ªa no es tan sencilla como aparenta. Al menos no en un primer momento. Lleva un rato entender c¨®mo navegar, saber usar ese gps, y no perderse, adem¨¢s de en el mundo real, en el virtual. No es que sea un aparato in¨²til, pues en cuanto entiendes su funcionamiento desempe?a su cometido. No solo ubica el lugar donde est¨¢s, sino que ofrece vastas explicaciones sobre las obras del museo, adem¨¢s de la posibilidad de observar algunos cuadros hasta el ¨²ltimo detalle, algo especialmente ¨²til para los m¨¢s descomunales, a los que refleja la luz y no deja ver bien ciertas ¨¢reas en su parte m¨¢s alta.
Pero el problema es que la audiogu¨ªa no es sencilla de utilizar a la primera. Y esto es un peligro. Aunque uno de cada tres visitantes sea menor de 30 a?os, los otros dos no lo son, y a estos se les supone menos destreza con las consolas o las nuevas tecnolog¨ªas. El riesgo no se le escapa a Herv¨¦ Barbaret, administrador general del Louvre: ¡°Sabemos que hay un riesgo de que la consola no sea bien acogida en un museo, pero creemos que merece la pena intentarlo, porque se trata de una herramienta que puede acercar la cultura al p¨²blico¡±.
La funcionalidad estrella, la visi¨®n de obras en tres dimensiones, resulta curiosa. Pero uno no puede evitar preguntarse: ?y para qu¨¦ quiero ver La Venus de Milo en una pantallita en 3D cuando la tengo delante y la puedo disfrutar con mis ojos? La respuesta: para poder verla desde todos los ¨¢ngulos, tambi¨¦n desde arriba. Solo el tiempo dir¨¢ si la 3DS funciona o no como gu¨ªa de museo, si aporta informaci¨®n o si el exceso de esta a trav¨¦s de una pantalla distrae del disfrute de la realidad. Los visitantes del Louvre tienen la palabra...
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