"Los a?os infelices son los interesantes"
El premio alfaguara 2003 cuenta sus memorias de adolescente en 'La edad de la punzada'
La casa de Xavier Velasco refleja el particular universo del escritor que uno intuye cuando habla con ¨¦l. En el sal¨®n tiene un ajedrez con las figuras de Ast¨¦rix y sobre la mesa reposa un pu?o americano. En una misma habitaci¨®n se mezclan decenas de discos de m¨²sica brasile?a con los libros que se amontonan sin orden aparente. Del techo cuelga la marioneta de un vampiro y tienes la impresi¨®n de que, en cualquier momento, Boris, su perro, puede ponerse a escribir en uno de los teclados desperdigados por la estancia que no est¨¢n conectados a ning¨²n ordenador. Incluso puede encontrarse el manuscrito - s¨ª, Velasco escribe siempre con la misma pluma sobre papel- de su ¨²ltima novela, ¡®La edad de la punzada¡¯.
En esa edad (la del pavo, la adolescencia) el escritor -que gan¨® el premio Alfaguara en 2003- empez¨® a convertirse en esa ¡°persona irresponsable¡± que asegura que sigue siendo a sus 48 a?os. En la p¨¢ginas de la novela, Velasco no tiene ning¨²n pudor en contar su peregrinaje por varios colegios por su mal comportamiento, su paso por el Tribunal de menores, c¨®mo perdi¨® la virginidad con una prostituta o c¨®mo le rob¨® el rifle a su padre para vengarse de un vecino con un escopetazo.
Pregunta. El protagonista del libro tiene una ¡®edad de la punzada¡¯ de lo m¨¢s tr¨¢gica. ?Cu¨¢nto de Xavier Velasco hay en el Xavier de la novela, adem¨¢s del nombre?
Respuesta. Sin exagerar, un 99,7%. No es un libro de memorias pero cuento una historia de mi vida, de esos a?os infelices, que son los realmente interesantes para un personaje. Cambian cosas como nombres, algunos lugares¡ Pero por lo dem¨¢s, era exactamente igual, meti¨¦ndome en problemas e intentando demostrar que no era el ni?o bueno que esperaban. O al menos as¨ª lo dice mi memoria.
P. ?Y qu¨¦ tiene de especial esa adolescencia para que se convierta en un libro?
"Cuando me meto en problemas, el escritor que llevo dentro brinca de alegr¨ªa"
R. Cuando me pasaban todas esas cosas me preguntaba: ¡°?Por qu¨¦ me tiene que pasar todo esto a m¨ª?¡± La respuesta es porque lo ten¨ªa que escribir. Durante todos esos a?os ha sido como un deber impuesto, una obligaci¨®n moral, y nunca dej¨¦ de darle vueltas. Ahora que ya he contado lo que ten¨ªa que contar, puedo escribir sobre cualquier cosa.
P. ?Se sentir¨ªa identificado un joven de ahora con lo que le ocurr¨ªa a ese ni?o de clase alta que no paraba de meterse en l¨ªos?
R. A veces la gente no lee mi novela, sino que lee su propia adolescencia, que es muy parecida para todo el mundo independientemente del tiempo y el lugar. La diferencia es que ahora existe Internet y mientras yo me las ten¨ªa que arreglar para ver a una persona desnuda, ahora te las encuentras por kilos.
P. Hace unos a?os public¨® una novela sobre su infancia (Este que ves, Alfaguara, 2006) y ahora una sobre su adolescencia. Si tuviera que hablar sobre el presente ?c¨®mo ser¨ªa el argumento?
R. No, ya no habr¨¢ m¨¢s continuaciones porque no hay nada tan divertido, tan interesante o tan fuerte como para que me sienta obligado a contarlo. Cuando termina ¡®La edad de la punzada¡¯ empiezo a vivir como un adolescente normal y feliz y eso ya no es interesante. Ahora escribir¨ªa una historia de una larga serie de felices frustraciones, porque cuando te dedicas a escribir recibes frustraciones todo el tiempo. Tal vez ser¨ªa divertido pero no puedo imaginar cu¨¢l ser¨ªa el cl¨ªmax de la historia.
P. ?Y qu¨¦ queda de aquella ¨¦poca?
R. El resto de tu vida te dedicas a hacer con m¨¢s ganas todas esas cosas que no pudiste hacer entonces. Durante esa edad aprend¨ª a sobrevivir y a re¨ªrme en mitad de la desgracia. A disfrutar de la vida desfachatadamente, algo que contin¨²o haciendo en la medida en que puedo.
P. Tiene pinta de pas¨¢rselo muy bien todo el rato
R. Soy enfermizamente optimista y no se me pasa. Pero tengo una tendencia cong¨¦nita a meterme en problemas.
P. Todo pensando en libros futuros, claro
R. Lo cierto es que cada vez que estoy en un problema, el escritor que est¨¢ dentro de m¨ª se frota las manos. Por m¨¢s que est¨¦ desesperado tratando de salvarme, el escritor brinca de alegr¨ªa. Y cuando salgo del problema, brincamos los dos.
P. ?Antes de escribir sobre algo necesita experimentarlo?
R. S¨ª. O vivir algo equivalente porque si no es imposible dotar de humanidad a los personajes. La vida vale en la medida en la que sirve para la obra. Eso me da todas las coartadas para vivir todo lo que se me antoje. Por otra parte, la ¨²nica manera de justificar esa coartada es que, cuando tienes informaci¨®n, la uses entera. Tienes que aguantarte.
P. Eso es un ejercicio de honestidad
R. No me importa mi reputaci¨®n si eso sirve para que la novela funcione.
"A m¨ª M¨¦xico no me preocupa, me divierte"
En esta novela de adolescencia, Velasco no tiene ning¨²n pudor en contar su peregrinaje por varios colegios por su mal comportamiento, su paso por el Tribunal de menores, c¨®mo perdi¨® la virginidad con una prostituta o c¨®mo le rob¨® el rifle a su padre para vengarse de un vecino con un escopetazo.
P. Antes era publicista y tambi¨¦n cr¨ªtico musical. ?C¨®mo ha cambiado desde que recibi¨® el premio Alfaguara?
R. Ahora me dedico 100% a escribir y no pienso en otra cosa. Es el sue?o de mi vida. Tambi¨¦n estoy mucho m¨¢s solo.
P. ?Est¨¢ mucho m¨¢s solo?
R. Si, cuando te va bien te vas quedando solo. La gente no quiere escuchar que te va bien. Adem¨¢s, esta profesi¨®n tiene algo de vocaci¨®n de monje, que te a¨ªsla de los dem¨¢s. No s¨¦ si he cambiado tanto porque soy una persona que cambia constantemente de opini¨®n. Es un derecho: no soy un intelectual, soy un artista.
P. Y ahora que puede escribir sobre cualquier cosa, ?no se siente tentado por la narcoliteratura?
R. Si yo hablara de la violencia del narco se reir¨ªan de m¨ª porque s¨¦ lo mismo que t¨². Para eso hay gente como ?lmer Mendoza, que lo est¨¢ haciendo como nadie porque est¨¢ ah¨ª. No conozco el mero drama del narcotr¨¢fico. Como mucho puedo hablar de los narc¨®ticos que he probado.
P. ?Y qu¨¦ le preocupa del M¨¦xico actual?
R. A m¨ª M¨¦xico no me preocupa, me divierte much¨ªsimo. Soy muy irresponsable. Lo ¨²nico que me preocupa de mi pa¨ªs ¨Cy de muchos otros ¨C es la estrategia colectiva contra el narcotr¨¢fico que est¨¢ acabando con nuestra paz. Deber¨ªa haber un consenso elemental para despenalizarlas e invertir todo ese dinero en rehabilitaci¨®n y prevenci¨®n. M¨¢s que preocuparme, me molesta que haya leyes que sirvan para hacer ricos a los criminales. Intento no leer las noticias hasta la noche porque me enojo. Estamos en un pa¨ªs donde las opciones pol¨ªticas son hijas del PRI. Me angustia que no haya una izquierda pensante y progresista que no sea la izquierda jur¨¢sica que a¨²n cree en Cuba y Corea del Norte como modelos.
Babelia
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