?Robando perchas del hotel?
Extremoduro encuentra el nombre de su gira en una columna de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s

Robe Iniesta no es de esas personas que hacen las cosas al azar.? Y Robando perchas del hotel, el nombre elegido para la gira de Extremoduro que comienza el 8 de septiembre, parec¨ªa demasiado meditado para haber surgido de la nada. Deb¨ªa de haber salido de alguna parte.
Efectivamente, Robando perchas del hotel es un concepto extra¨ªdo de una columna de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, un escritor que le gusta mucho a Robe,? publicada en este diario hace menos de un mes, el 16 de marzo de 2012. En ese art¨ªculo, titulado Miserias, aparec¨ªa esta frase:
"El ladr¨®n de perchas, en cambio, es un sujeto admirable. Alguien que sale del hotel con dos o tres perchas en la maleta es un ser inocente, un ingenuo, un ¨¢ngel que ni conoce el precio de las cosas ni mide las dificultades".
A continuaci¨®n, la columna completa.
Miserias
Llegu¨¦ al hotel, sub¨ª a la habitaci¨®n, oje¨¦ el cuarto de ba?o, vaci¨¦ la maleta y abr¨ª el armario, en cuyo fondo descubr¨ª un cartel que dec¨ªa: "IMPORTANTE LEER". Qu¨¦ raro, me dije, una campa?a de animaci¨®n a la lectura dentro de un armario. A los hoteles les importa poco que sus clientes lean. En la mayor¨ªa de ellos, despu¨¦s de haber encendido todas las luces, ha de moverse uno al tacto, porque las bombillas son 40 vatios o as¨ª. El asunto resultaba m¨¢s curioso si a?adimos que las perchas estaban dotadas de un sistema antirrobo, pues estoy en disposici¨®n de afirmar que los due?os de los hoteles con este tipo de perchas son unos miserables, unos mezquinos, lo m¨¢s alejado, en fin, que quepa imaginar de personas con intereses culturales. Un individuo al que una percha de armario le parece algo digno de ser robado no ha le¨ªdo jam¨¢s, por lo que resultar¨ªa chocante que animara a otros a hacerlo. El ladr¨®n de perchas, en cambio, es un sujeto admirable. Alguien que sale del hotel con dos o tres perchas en la maleta es un ser inocente, un ingenuo, un ¨¢ngel que ni conoce el precio de las cosas ni mide las dificultades. Se las quitar¨¢n en el aeropuerto, por si se le ocurriera raptar el avi¨®n a punta de percha, lo que nos parece razonable, ya que este trasto, fuera de su contexto natural, parece una herramienta diab¨®lica, un objeto de tortura (quiz¨¢ de sex shop),una amenaza.
Introduje la cabeza en el armario y advert¨ª que el cartel de ¡°IMPORTANTE LEER¡± se refer¨ªa a las instrucciones de la caja fuerte, que se encontraban m¨¢s abajo. De modo que al d¨ªa siguiente, antes de abandonar el establecimiento, arranqu¨¦ violentamente varias perchas, las troce¨¦ e introduje sus fragmentos en la caja fuerte, que dej¨¦ cerrada con una combinaci¨®n imposible. Ya est¨¢ bien de miserias, por favor, que una cosa es la crisis y otra la sordidez.
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