Novillo bravo, torero valiente
Y otro a?o m¨¢s en una novillada plena de emoci¨®n casi de principio a fin Novillos de tres hierros distintos, dificultosos todos, pero que derrocharon casta
Se hizo presente la emoci¨®n; por fin. Y otro a?o m¨¢s en una novillada plena de emoci¨®n casi de principio a fin. Novillos de tres hierros distintos, dificultosos todos, pero que derrocharon casta, poder¨ªo y aspereza, a excepci¨®n de los dos de Fernando Pe?a.
Hubo un novillo condenadamente bravo, encastado y fiero. Fue el primero de la tarde, un sobrero de Couto de Fornilhos, que sali¨® en lugar del titular, que se parti¨® un pit¨®n contra las tablas cuando persegu¨ªa con sa?a al subalterno Ra¨²l Corralejo, al que una ca¨ªda oportuna en el mismo estribo impidi¨® que lo atropellara contra la barrera..
Y hubo un torero valiente, artista e inspirado. Gonzalo Caballero se llama, y encandil¨® a la afici¨®n vente?a con un toreo de quietud, personal¨ªsimo y de pellizco. La pena fue que el novillo y el novillero no se encontraron en el camino. Pero esa ser¨ªa otra cr¨®nica¡
Sali¨® Indiano, de 474 kilos de peso, y en un momento se arm¨® la marimorena. Embisti¨® con violencia al capote de Conchi R¨ªos, y pronto se supo que era un novillo para poner a cavilar a medio escalaf¨®n. Derrib¨® con estr¨¦pito al caballo y empuj¨® con los ri?ones en el segundo envite. Persigui¨® con velocidad supers¨®nica en banderillas y puso en aprietos a todo el que estaba en el ruedo.
Buenavista/R¨ªos, Salguero, Caballero
Cuatro novillos de Buenavista, -el primero, devuelto-, correctos de presentaci¨®n, encastados y ¨¢speros; cuarto y sexto, de Fernando Pe?a, mansos y descastados. El sobrero, de Couto de Fornilhos, bravo, encastado y fiero.
Conchi R¨ªos: sartenazo -aviso- y dos descabellos (algunos pitos); dos pinchazos (silencio).
Tulio Salguero: pinchazo, media muy baja y un descabello (silencio); pinchazo y casi entera -aviso- (silencio)
Gonzalo Caballero: estocada (oreja); casi entera (silencio)
Plaza de las Ventas. 14 de mayo. Quinto festejo de feria. Casi tres cuartos de entrada.
Se qued¨® crudo y lleg¨® a la muleta pidiendo guerra de verdad. Y evidenci¨® lasa dificultades de la casta, su violencia y bronquedad en la embestida. Para colmo, soplaba un viento infernal. Y all¨ª estaba Conchi, con m¨¢s voluntad que oficio, y le rob¨® dos naturales meritorios mientras el novillo se hac¨ªa el amo de la situaci¨®n. No hubo faena. Era mucho toro para esta incipiente torera; lo mat¨® de mala manera y acab¨® su purgatorio. Pero Indiano dej¨® dicho que el toro bravo no se deja, que hay que poderle y que exige mucho valor, mucha t¨¦cnica y una desmedida ambici¨®n.
Y Gonzalo, peque?o de estatura, recibi¨® de muleta al tercero por estatuarios, derecho como una vela, con las zapatillas atornilladas, y as¨ª se dej¨® rozar la taleguilla hasta en cuatro ocasiones, para rematar con un pase del desprecio, un molinete y un pase de pecho. La plaza se puso en pie y dijo: ¡®Aqu¨ª hay torero¡¯. A la vista del poder¨ªo del muchacho, el novillo se raj¨®, y el torero lo acarici¨® entonces con un torero personal, de empaque, con mucho gusto, muy cruzado siempre, firme, con las ideas claras, con una deslumbrante suficiencia. Y sac¨® de donde no hab¨ªa. Y mat¨® ech¨¢ndose encima del morillo. Y pase¨®, claro est¨¢, una oreja merit¨ªsima.
OVACI?N: El subalterno Paco Chaves se luci¨® de verdad con las banderillas ante el primero y el quinto.
PITOS: En tarde de tantas dificultades, el fuerte viento fue un invitado muy molesto.
El resto del festejo cambi¨® de color. El segundo de Conchi R¨ªos solo tuvo una tanda por la derecha, otra vez molestada por el viento, y a ella se le vio desfondada y apocada. No era para menos.
Tulio Salguero estuvo valent¨®n, pero sus mimbres t¨¦cnicos son a¨²n muy deficientes. Muy reserv¨®n fue su primero, y no estuvo a la altura del quinto, acelerado, mal colocado y pocas ideas.
Se esperaba el colof¨®n de Caballero, pero el muy descastado sexto se lo impidi¨®. Qued¨®, no obstante, el regusto de un novillo bravo y de un torero valiente y artista, que no es poco.
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