Misterios gozosos y dolorosos
Misterio el de los toros de Ferm¨ªn Boh¨®rquez: en general no luc¨ªan presentaci¨®n ni belleza y, encima, estaban inv¨¢lidos y ayunos de calidad
La plaza casi se llen¨®, lo cual es un gozo. ?Por qu¨¦? Ah, ese es un misterio. Carteles del mismo tenor que el de ayer solo alcanzaron los tres cuartos en d¨ªas anteriores. Ser¨¢ que hay afici¨®n a pesar de los mantazos que recibe cada d¨ªa. Y ?cuidado!, porque como la empresa llegue a la conclusi¨®n de que un cartel barato llena la plaza, esto no lo endereza ni el que lo fund¨®. Pero los tendidos estaban llenos, y esa es una buena noticia. Es un misterio gozoso.
Hubo otros, pero tristes y hasta dolorosos.
C¨®mo se explica, por ejemplo, la actitud displicente de Miguel Abell¨¢n, otrora torero pundonoroso, y que hoy parece una sombra de lo que fue. ?Qu¨¦ desgana con el capote en sus dos toros! Ni verlos quiso, siempre presto a la hu¨ªda. Y sopor¨ªfero con la muleta, anodino, ventajista, despegado y mal colocado, como un pegapases vulgar. Y pesado, a pesar de las protestas del respetable, que le increpaba para espantar el sue?o que provocaba su toreo. Mat¨® bien, muy bien, a su primer toreo, en la suerte de recibir, y ah¨ª acab¨® su grandeza. Misterioso el cambio de este hombre. Parece que le han abandonado la ilusi¨®n o la juventud.
Boh¨®rquez/Abell¨¢n, Sald¨ªvar, Barrio
Toros de Ferm¨ªn Boh¨®rquez, que sustituyeron a los anunciados de Manolo Gonz¨¢lez, ¨Cel quinto, devuelto¨C, desiguales de presentaci¨®n, mansos, muy blandos y desclasados; el sobrero, de Encinagrande, inv¨¢lido.
Miguel Abell¨¢n: estocada recibiendo (ovaci¨®n); estocada baja (silencio).
Arturo Sald¨ªvar: estocada muy baja y tendida ¨Caviso¨C y un descabello (ovaci¨®n); pinchazo, media tendida y baja ¨Caviso¨C (silencio).
V¨ªctor Barrio: estocada baja y un descabello (silencio).
Plaza de las Ventas. 18 de mayo. Novena corrida de feria. Casi lleno.
Misterio el de los toros de Ferm¨ªn Boh¨®rquez. ?Por qu¨¦ si desde hace a?os se utilizan para los espect¨¢culos de rejoneo, se les anuncia en plena feria de San Isidro en corrida de a pie? ?Qu¨¦ m¨¦ritos pueden aportar? Si, en general, no luc¨ªan presentaci¨®n ni belleza, y, encima, estaban inv¨¢lidos y ayunos de calidad. ?Acaso es que son m¨¢s baratos? Misterio de los taurinos.
?Por qu¨¦ el presidente del festejo se empecina en mantener en el ruedo al quinto de la tarde, un sobrero completamente inv¨¢lido, y le hace la pascua al p¨²blico, y al propio torero, en este caso el mexicano Sald¨ªvar, al que le hurt¨® una oportunidad de triunfo? Misterio de la autoridad.
All¨¢ que se march¨® al centro del anillo V¨ªctor Barrio cuando anunciaron la salida del tercero. Y cuando todos esperaban un recibimiento de alta intensidad, se puso a capotear al toro por las tafalleras m¨¢s tristes y huecas que imaginarse puedan. ?Y para eso crea usted la expectaci¨®n? Misterio.
No camb¨® el serio semblante durante la desabrida lidia de este deslucido toro, que le lleg¨® a poner los pitones en el corbat¨ªn y desarroll¨® variadas dificultades. Se sobrepuso en el sexto, se envalenton¨® y derroch¨® entrega ante un animal parado, pero que era el ¨²ltimo de su feria. Dej¨® patente su ¨¢nimo, que es lo menos que se pueda exigir en estos casos.
OVACI?N: Miguel Mart¨ªn se luci¨® en dos buenos pares de banderillas al tercero, y Alberto Zayas, en un quite providencial a su compa?ero en ese mismo toro.
PITOS: Los toros de Ferm¨ªn Boh¨®rquez suspendieron por hechuras y comportamiento.
Y el valeroso Sald¨ªvar fue, al final, el menos misterioso. Ven¨ªa a triunfar y puso toda la carne en el asador, Lo demostr¨® con creces ante su primero, noblote y sin casta; firme y seguro, muy por encima de las escasas condiciones de su oponente. Y ya queda dicho que el presidente le rob¨® el quinto al mantener en el ruedo a un inv¨¢lido descastado. Solo se escuch¨® la bronca del p¨²blico al us¨ªa, pero no se pudo ver al torero.
Una pregunta final: ?por qu¨¦ todos los toreros son tan ventajistas? Misterio de la modernidad.
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