Carmen Gim¨¦nez se convierte en la tercera acad¨¦mica de Bellas Artes
La conservadora ha sido clave en la modernizaci¨®n de los museos espa?oles
Cuando Carmen Gim¨¦nez (Casablanca, 1943) lleg¨® por primera vez en 1966 a la Espa?a que sus padres abandonaron a causa de la Guerra Civil para refugiarse en Marruecos, ¡°el arte era un asunto de mujeres en el que los hombres por lo general ten¨ªan poco inter¨¦s en trabajar¡±. Esta noche, la conservadora de arte del siglo XX de los Museos Guggenheim se ha convertido en la tercera mujer en ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en la primera en ser elegida acad¨¦mica de honor en la historia de la instituci¨®n, que en julio cumplir¨¢ 268 a?os desde su fundaci¨®n en tiempos de Felipe V.
Ha salido elegida en primera ronda y casi por unanimidad (34 de 37 votos) en un asamblea celebrada esta noche y tras ser propuesta por los acad¨¦micos Juan Navarro Baldeweg, Juan Bordes y Francisco Calvo Serraller, a quien pedir¨¢ la r¨¦plica a su discurso de ingreso. Tras su designaci¨®n, algunos de los miembros reconoc¨ªan que existe una voluntad de la instituci¨®n por aumentar el n¨²mero de mujeres entre sus filas. Esa voluntad se desarrolla, por lo que se ve, a su propio y muy acad¨¦mico ritmo: la primera en ingresar, la cantante Teresa Berganza lo hizo en 1994. En 2000, fue admitida la pintora Carmen Laff¨®n. Y 12 a?os despu¨¦s le llega el turno a Gim¨¦nez. ¡°Cuando me hablaron de la posibilidad acept¨¦ por lo que tiene de simb¨®lico reconocimiento de lo mucho que ha cambiado el papel de la mujer en Espa?a desde aquellos lejanos sesenta¡±, ha reconocido, horas antes de la votaci¨®n, en el sal¨®n de su casa de corte racionalista en una zona residencial de Madrid.
Acept¨¦ por lo que tiene de simb¨®lico reconocimiento de lo mucho que ha cambiado el papel de la mujer en Espa?a
M¨¦ritos, desde luego, le sobran. Nombre clave en el desarrollo del arte contempor¨¢neo en la Espa?a democr¨¢tica, comisaria de decenas de exposiciones que hicieron ¨¦poca, gran experta en Picasso y apasionada de la escultura, a ella se debe el impulso inicial que acab¨® en tiempos de Javier Solana como ministro de Cultura (para trabaj¨® seis a?os como asesora en temas art¨ªsticos) con la fundaci¨®n del Reina Sof¨ªa, cuyos destinos rigi¨® brevemente hasta su dimisi¨®n en 1989 y la llegada del primer director, Tom¨¢s Llorens. Hoy, forma parte del patronato de Reina y del Prado. ¡°Era crucial aportar una imagen de la modernidad de Espa?a al mundo¡±, recuerda. Ese m¨¦rito, que por s¨ª mismo servir¨ªa para sostener un brillante curr¨ªculum, es solo uno m¨¢s de los logros de su trayectoria.
Asociada desde 1989 al cuerpo de conservadores del Guggenheim de Nueva York, donde se refugi¨®, harta de la burocracia espa?ola, de ella parti¨® la idea de que el museo abriese una sede en Bilbao. ¡°Tuve que explicarles d¨®nde estaba la ciudad. Entre mis mayores orgullos est¨¢ la sala de esculturas de Richard Serra el mejor conjunto de ese artista en el mundo. Un proyecto que, por cierto, se present¨® en la Academia de San Fernando¡±. Tambi¨¦n estuvo, ¡°gracias al empuje de Carmen Calvo¡±, tras de la apertura del museo Picasso de M¨¢laga.
Asociada desde 1989 al cuerpo de conservadores del Guggenheim de Nueva York, de ella parti¨® la idea de que el museo abriese una sede en Bilbao
Con tanto ajetreo vital, se entiende que Gim¨¦nez (que hasta hoy era miembro correspondiente en Nueva York, una categor¨ªa que engloba a colaboradores de la instituci¨®n fuera de Madrid y en la que el n¨²mero de mujeres es mayor) haya aceptado el cargo solo en grado honorario. Este r¨¦gimen no acarrea la obligaci¨®n, entre otras cosas, de asistir a las reuniones semanales de la academia. A ese selecto club pertenecen, tras la muerte de Antoni T¨¤pies, tan solo seis personas.
Un grado de implicaci¨®n mayor ser¨ªa incompatible con su agenda viajera (reparte su tiempo entre Madrid y Nueva York) y con su radical compromiso con los proyectos en los que se embarca. Estos d¨ªas se dedica a tiempo completo a dar los ¨²ltimos retoques a la exposici¨®n Picasso en blanco y negro, cuya inauguraci¨®n est¨¢ prevista para octubre en el Museo Guggenheim de Nueva York. Esta tarde, entre centenares de cat¨¢logos del artista malague?o (y no es una exageraci¨®n), Gim¨¦nez mostraba con orgullo la reci¨¦n terminada portada del cat¨¢logo (asunto ¡°de endemoniada realizaci¨®n¡±) de una exposici¨®n que pretende corroborar que el genio estaba preocupado ¡°m¨¢s por la forma y la estructura que por el color¡±.
Dicho lo cual, la pregunta pudo sonar a Perogrullo. ?A qu¨¦ tema tiene previsto dedicar su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando? ¡°Pues no he tenido demasiado tiempo para recapacitar, pero, en fin, supongo que deber¨ªa ser Picasso¡±.
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