Scott: ¡°Cuanto m¨¢s te acercas a la Creaci¨®n, m¨¢s peligroso se vuelve todo¡±
El director presenta 'Prometheus', con Noomi Rapace, Michael Fassbender y Charlize Theron No rodaba ciencia ficci¨®n desde 'Blade Runner' (1982), de la que prepara una segunda parte
Ridley Scott (Inglaterra, 1937) lo ten¨ªa tan claro como todo lo que ha hecho en su carrera como cineasta: no volver¨ªa a hacer una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n hasta que encontrara una historia contundente que le convenciera. Y 30 a?os despu¨¦s de Blade Runner, apareci¨® Prometheus, un guion que pretend¨ªa volver al universo en el que se desarrollaba Alien, el octavo pasajero (1979), el filme con el que Scott estableci¨® parte de las reglas cinematogr¨¢ficas de la ciencia ficci¨®n y del terror para las siguientes d¨¦cadas. Un proyecto que evolucion¨® a algo m¨¢s que una precuela. "Tienes que moverte. Pensar. Evolucionar. No quer¨ªa que fuera solo una pel¨ªcula de horror. Alien era algo mejor que eso. M¨¢s grande e interesante. Ahora hacemos grandes preguntas cuyas respuestas les gustar¨ªa saber a todo el mundo", ha dicho Scott a EL PA?S en la presentaci¨®n de la pel¨ªcula en Londres (a Espa?a llega el 3 de agosto), donde estuvo acompa?ado por el reparto: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Guy Pearce y Logan Marshall-Greene.
Los guionistas John Spaihts y Damon Lindelof (creador de Perdidos) y Scott toman elementos reconocibles de Alien para comenzar una nueva historia. Unos investigadores encuentran evidencias de que hace miles de a?os una civilizaci¨®n alien¨ªgena estuvo en la tierra y dej¨® una invitaci¨®n para ser encontrados en su origen. Amparada bajo una gran compa?¨ªa, parte una expedici¨®n en la nave Prometheus liderada por dos cient¨ªficos (Rapace y Marshal-Greene), una representante de la empresa (Theron) y un androide de aspecto humano (Fassbender). En la mitolog¨ªa griega, Prometeo es un tit¨¢n que intenta acercar a los humanos con los dioses ofreci¨¦ndoles el conocimiento del fuego. Pero es castigado por las deidades por su atrevimiento.
El cineasta brit¨¢nico muestra en Prometheus un viaje interestelar para responder a las preguntas eternas del universo humano: ?Qui¨¦nes somos? ?De d¨®nde salimos? ?Qu¨¦ nos espera? Y de forma paralela comienza a ofrecer respuestas a los enigmas nunca resueltos en la primera pel¨ªcula de Alien: ?De d¨®nde vienen los monstruos? ?Qu¨¦ hac¨ªan en los restos de una nave espacial enorme y extra?a comandada por un gigante (el famoso "navegante" o space jockey)? Para Charlize Theron, cuando se abordan las preguntas existenciales se corre el riesgo de ser enrevesado: "?C¨®mo haces que parezca que es la primera vez que se aborda y que te sientas fascinado por la historia y atado emocionalmente? Los guionistas han logrado que esto no parezca algo regurgitado".
Scott intenta por todos los medios distanciarse de Alien. La claustrofobia se cambia por la grandiosidad. Lo cotidiano por lo ¨¦pico. La oscuridad va dejando sitio a la luminosidad. El inicio, con los paisajes salvajes y prehist¨®ricos de Islandia, estremece. Cuando parece que la trama se va a poner pretenciosa y repleta de cuestiones metaf¨ªsicas, Scott se acerca m¨¢s a la acci¨®n y a lo visual. Como en toda su filmograf¨ªa, esto ¨²ltimo es vital. El precioso inicio de Prometheus, con los paisajes salvajes y prehist¨®ricos de Islandia, estremece. En este aspecto es impecable y en ocasiones eclipsa a los personajes y el guion. Hay bichos y hay algunas respuestas. Y una visceral escena clave, de la que los actores prefieren no hablar para evitar desvelar la trama, que supone un gran homenaje a la pel¨ªcula original. En su d¨ªa Alien estuvo a punto de ser una pel¨ªcula de serie B del sello de Roger Corman. Scott la convirti¨® en una obra clave. Hoy, Prometheus est¨¢ hecha con los medios y el presupuesto que no tuvo en su d¨ªa, pero siempre manejando los efectos, los escenarios y el 3D de una forma inteligente y nada cargante.
El precioso inicio de la pel¨ªcula, con los paisajes salvajes de Islandia, estremece
Prometheus es una de las pel¨ªculas m¨¢s esperadas del a?o. Ha tenido una apabullante campa?a de publicidad en Internet que ha levantado unas expectativas inmensas. ?Complacer¨¢ a los seguidores las vueltas de tuerca y los misterios? ?Atraer¨¢ a nuevo p¨²blico? Las primeras cr¨ªticas en Reino Unido y EE UU han sido tibias. Sin grandes alabanzas ni preocupantes reprobaciones. El p¨²blico decidir¨¢. Scott, con una sonrisa casi infantil, se muestra ilusionado con que gustar¨¢ lo suficiente para poder seguir explorando estas ideas en una secuela que "se ir¨¢ alejando cada vez m¨¢s de Alien para moverse del espacio profundo hacia cuestiones como la Creaci¨®n". "Y cuanto m¨¢s te acercas a ella, m¨¢s peligroso se convierte todo", sentencia. Rapace es testigo de esta ilusi¨®n. Junto a Fassbender, que con cada frase que dice la actriz sueca asiente como si fuera el androide que representa en el filme, ve Prometheus como un hijo de Scott: "Es algo muy grande para ¨¦l volver a ese mundo de ciencia ficci¨®n. Es su hijo, lo est¨¢ abrazando y protegiendo".
Precisamente la idea de paternidad, maternidad y creaci¨®n es constante, tanto en las pel¨ªculas anteriores como en esta nueva. En Prometheus existe la idea, planteada desde el principio de la pel¨ªcula, de conocer a los creadores de la humanidad. Tanto en los filmes de Alien como en el nuevo trabajo, los seres que aparecen se reproducen de diferentes formas. Y en todas ellas est¨¢n los robots humanoides creados por la compa?¨ªa Weyland como si esta fuera un dios omnipotente. Androides sin sentimientos, pero con la capacidad de pensar por s¨ª mismos y de tomar decisiones. Algo tambi¨¦n presente en Blade Runner. "Definitivamente en el futuro se podr¨¢ producir un ser humano perfecto. Gen¨¦ticamente podr¨¢ ser hecho con facilidad", dice Scott. Para Guy Pearce, que interpreta al patriarca de la todopoderosa compa?¨ªa, la tecnolog¨ªa ya est¨¢ tomando nuestro mundo: "Es algo inevitable. Como en casi todo, hay algo ah¨ª que puede superarnos y hacer perder nuestro equilibrio de humanidad".
El personaje de Michael Fassbender, el androide de octava generaci¨®n David, tiene una debilidad no prevista por su creador: el personaje de Lawrence de Arabia y su interpretaci¨®n de Peter O'Toole. Imita su forma de hablar y sus ideas, muy cercanas a su forma de ser: "Lo interesante sobre Lawrence es que al final no pertenece a nadie, es independiente. Admira su determinaci¨®n, que cree en s¨ª mismo y la claridad que tiene para intentar conseguir sus objetivos", cuenta Fassbender, cuya actuaci¨®n es una de las m¨¢s destacadas del filme.
El cineasta intenta responder a las preguntas eternas del universo humano
Pero Scott es el verdadero protagonista de Prometheus. Por su vuelta a un g¨¦nero que le debe la frescura y el impacto que proporcion¨® a finales de los setenta y principios de los ochenta y por la sensaci¨®n de haber logrado su mejor trabajo en una d¨¦cada. A ¨¦l no le importa reconocer que es el proyecto qu¨¦ m¨¢s le ha interesado e ilusionado desde Black Hawk derribado (2001). A sus 74 a?os, se muestra amable con los periodistas y especialmente interesado en Espa?a, donde est¨¢ buscando localizaciones en Alicante para su pr¨®ximo proyecto, The counselor, con guion del escritor estadounidense Cormac McCarthy (La carretera). Y muestra gotas de humor brit¨¢nico: "Espa?a se ve ahora muy bien. No hay dinero porque os lo hab¨¦is gastado todo en las carreteras. Qu¨¦ bien hechas est¨¢n. Est¨¢ todo invertido ah¨ª". Son pocos minutos de entrevista, pero lejos queda esa fama de ogro en sus rodajes en los que se dec¨ªa que poco le importaban los actores. El reparto al completo no duda en deshacerse en alabanzas a su jefe. Theron puntualiza: "Cuando alguien sabe lo que quiere y lo persigue, a veces se le etiqueta de dif¨ªcil. Se pone un nivel muy alto y cuando trabaja quiere que todo el mundo lo haga tan duro como ¨¦l, pero t¨², como actor, buscas eso. Yo quiero que mi director se preocupe tanto".
Y por delante, la continuaci¨®n de Prometheus y la segunda parte de Blade Runner: "Est¨¢ ocurriendo. Est¨¢ en proceso de evoluci¨®n", asegura. Y el sue?o que le falta por hacer. "Un western. Y ya est¨¢ escrito", concluye dejando abiertos nuevos interrogantes.
Babelia
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