La mosca
"Se col¨® esta semana una mosca en 'La noche en 24 horas'. Carlos D¨ªvar, accedi¨® a someterse a las preguntas de los periodistas"
Se col¨® esta semana una mosca en La noche en 24 horas, el programa del canal de informaci¨®n continua de Televisi¨®n Espa?ola; mientras emit¨ªan un v¨ªdeo que alivi¨® la presencia del insecto, esta invitada perturbadora fue despedida del programa por el m¨¦todo Obama, ejercido por el periodista Ignacio Escolar.
La mosca desapareci¨®, pero ha seguido revoloteando en mi conciencia de telespectador, y de manera muy pesada, como suele ser la presencia de estos insectos que le encantaban a Machado y a Sartre. En los tiempos de Hermida, TVE decidi¨® situar en la pantalla una mosca (su logotipo) que circulaba a su albedr¨ªo por todo el espectro de la pantalla, principalmente por las esquinas, que donde las moscas suelen encontrar su alimento.
Pero ya no hay de esas moscas, por eso se toman su revancha las moscas reales, que visitan los plat¨®s cuando menos se las espera y cuando son m¨¢s innecesarias. Estuve viendo, en ese canal, precisamente, la retransmisi¨®n en directo de la conferencia de prensa en la que el presidente del Tribunal Supremo, Carlos D¨ªvar, accedi¨® a someterse a las preguntas de los periodistas sobre su colecci¨®n de viajes y otras diversiones.
Pens¨¦, mientras se desarrollaba esa comparecencia, que en realidad en ese escenario tan solemne hac¨ªa falta una mosca. El juez acudi¨® investido de la dignidad de los que siempre est¨¢n a punto de ser ofendidos por el populacho. Explic¨® que lo barato sale caro y que a su alrededor siempre hay el aura del trabajo, porque lo se dice descanso descanso (eso le o¨ª, ¡°descanso descanso¡±) no tiene verdaderamente jam¨¢s. En esos momentos D¨ªvar hac¨ªa falta una buena mosca que revoloteara por el sal¨®n y que interrumpiera el manejo tan sesudo de las manos y las comisuras del ilustre magistrado, como para que se diera cuenta de que al menos la mosca se sent¨ªa inc¨®moda.
Hay una pel¨ªcula de los Beatles, Qu¨¦ noche la de aquel d¨ªa, en la que aparece un caballero as¨ª, como D¨ªvar, del que hacen mofa los cuatro melenudos. Los Beatles eran la mosca de aquel gentleman. A D¨ªvar no se le apareci¨® la mosca, pero me qued¨¦ con la impresi¨®n de que la tele lo ha puesto al descubierto. As¨ª es la tele, te deja en evidencia aunque te vistas de santo.
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