Laurent Garnier: ¡°No conf¨ªo en un ¡®dj¡¯ que no baile¡±
El dj y productor franc¨¦s, uno de los grandes padrinos de la m¨²sica electr¨®nica, vuelve a S¨®nar el s¨¢bado por la noche con su proyecto L.B.S.
La familia Garnier acompa?¨® aquella noche a su primog¨¦nito a una discoteca de Rimini (Italia) llamada Bahia Imperiale. Desde el coche, el peque?o Laurent, que entonces ten¨ªa unos 11 a?os, vio como su hermano mayor se alejaba entre los destellos de una bola de luces de la terraza del club mientras escuchaba el sonido que configurar¨ªa el resto de su vida. Era el hipn¨®tico sintetizador de Giorgio Moroder en I Feel Love, gran hit de Donna Summer que Laurent Garnier (Boulogne-sur-Sein, 1966), convertido con los a?os en uno de los mejores djs y selectores musicales del mundo, har¨ªa sonar en muchas de sus sesiones. La ma?ana de la entrevista, 35 a?os despu¨¦s de la epifan¨ªa en cuesti¨®n, el dj franc¨¦s (que act¨²a en S¨®nar esta noche con su proyecto L.B.S., donde combina la faceta de dj con la de m¨²sico), se levanta con la noticia de la muerte de la gran diva de aquel sonido fundacional. ¡°Estoy desolado. Quiz¨¢ suene raro, pero es mi gran cl¨¢sico de la pista de baile. El otro d¨ªa pinch¨¦ una remezcla en Alemania y al d¨ªa siguiente, muri¨® Donna Summer. Sin ese disco, seguramente yo no estar¨ªa haciendo aqu¨ª lo que hago¡±.
Despu¨¦s del episodio de aquella noche, colg¨® en su habitaci¨®n una bola de luces como la que vio en la discoteca italiana y transform¨® su cub¨ªculo de adolescente en una pista de baile en la que ¨¦l iba a ser el maestro de ceremonias cada noche. Hijo de una familia de feriantes (de autos de choque y dem¨¢s atracciones) que viajaba la mitad del a?o por los suburbios de Par¨ªs, lleg¨® a la m¨²sica a trav¨¦s de un amigo de sus padres que trabajaba en la CBS. ¡°No ¨¦ramos una familia muy musical, pero ¨¦l ven¨ªa a casa y tra¨ªa centenares de discos. CBS ten¨ªa grandes hits entonces y mucha m¨²sica disco¡±, recuerda un tipo que hoy recibe unos mil EPS a la semana y distribuye todo lo que le interesa entre sus dos programas de radio y su maleta de dj (hoy, en realidad, es una llave USB con la que viaja por el mundo).
Curtido en la escena de Manchester (Ha?ienda incluida), donde puso rumbo antes de cumplir los 20, configur¨® su valioso gusto metiendo las narices en todas las escenas imaginables de la electr¨®nica de los ¨²ltimos 25 a?os. Siempre con un aroma al sonido negro, con un cierto toque funk que termina impregn¨¢ndolo todo. Aunque ¨¦l lo matice. ¡°Bueno, no creo que todo tenga ra¨ªces negras. Pero el funk tiene una gran importancia en la m¨²sica. Por otro lado, me encanta la parte m¨¢s psicod¨¦lica, la que te hace viajar. Y ese sonido es mucho m¨¢s blanco. Es extra?o como adoro es m¨²sica de los 60 o 70. Una de mis grandes obsesiones musicales ha sido siempre The Doors¡±. Ese esp¨ªritu, dice, es que el que intenta inculcar en su banda L.B.S, en la que acaban de tener una terrible baja por la enfermedad cr¨®nica del coraz¨®n que le han detectado a Ben (Scan X), uno de los miembros a quien no piensan reemplazar. "Ben no podr¨¢ en los pr¨®ximo a?os. Est¨¢ bloqueado en casa y nos llama cada d¨ªa para ver qu¨¦ tal ha ido. Tenemos que encontrar una manera de hacerlo entre los dos, estamos mejorando y encontraremos la direcci¨®n".
Garnier, que lleva habl¨¢ndole a su p¨²blico desde hace a?os de muchas de las cosas que luego constituir¨ªan el discurso oficial de la pista de baile, concibe el oficio de dj como un acto de comunicaci¨®n. ¡°Cada noche tienes que explicar una historia diferente. Descartar la m¨²sica que solo sirve para ir de A a B. Todo cambia en 24 horas, sobre todo los sentimientos. Los tuyos y los del p¨²blico. No se puede repetir nada. Hay que mirar a la gente, la hora que es, c¨®mo est¨¢n¡ si ellos o yo nos aburrimos hay que cambiar. Hay que mirarles a los ojos, por ah¨ª se ve todo. Da igual a la generaci¨®n que pertenezcan. Tienes que leer a la gente, no conf¨ªo en los djs que no bailan o no miran a su p¨²blico: son aburridos y aburren. Creen que son el jefe, el ¨²nico en la sala¡ Pero no es as¨ª. Se trata de una relaci¨®n¡±.
Sin I feel love de Donna Summer, seguramente yo no har¨ªa lo que hago? Laurent Garnier
A los 46 a?os, con esposa e hijo y alejado del mundanal ruido de Par¨ªs en una preciosa casa de campo en los alrededores de Marsella, debe ser dif¨ªcil no preguntarse qu¨¦ demonios hace uno a las seis de la ma?ana en medio de la explosi¨®n hormonal de una generaci¨®n a la que ya no pertenece. ¡°S¨ª, a veces ni yo lo entiendo¡ Me estropeo los o¨ªdos, duermo mal, antes llegaba a casa apestando a tabaco, es tarde y solo ves a la gente moverse en un modo extra?¨ªsimo a la gente. Si hicieran eso durante el d¨ªa, en la calle, todo el mundo pensar¨ªa que est¨¢n como una regadera. Pero es algo que han hecho todas las generaciones: tus padres, abuelos¡ se juntan y hacen movimientos especiales al son de la m¨²sica. Es algo muy primario, pero para muchos tambi¨¦n es el ¨²nico momento en el que no representan un papel¡±. Para ilustrarlo, explica que unos fines de semana atr¨¢s coincidi¨® en una boda con algunos de los reyes del techno de los noventa como Chris Liebing o Carl Cox. ¡°Acabamos los tres bailando twist. Al final pude ver qui¨¦n es realmente Chris Liebing. Me encant¨® abrir esa puerta a trav¨¦s de la m¨²sica¡±.
La relaci¨®n con la m¨²sica ha cambiado,? ahora es menos visceral Laurent Garnier
Desde que empez¨® (no se pierdan este documental de la ¨¦poca, donde una c¨¢mara de la televisi¨®n francesa sigue sus pasos por la escena rave inglesa de los ochenta), todo ha cambiado mucho. ¡°En parte s¨ª. Los objetos que usamos para la m¨²sica son distintos. La cantidad de m¨²sica es 100 veces mayor y la relaci¨®n con ella es distinta. Antes, si quer¨ªas el disco que sonaba en un club ten¨ªas que tener los huevos para ir al dj y ped¨ªrselo, y normalmente te mandaba a tomar por culo. Luego buscarlo en las tiendas, pagarlo¡ Pero la relaci¨®n con la m¨²sica era visceral. Ahora, estar ah¨ª con tu pijama delante del ordenador y conseguir todo lo que ha salido 10 segundos antes sin pagar un duro ha debilitado esa relaci¨®n. Es como si tienes un gran problema en tu vida y vas a ver a un psiquiatra, si no le pagas, tu relaci¨®n con ¨¦l no te har¨¢ ning¨²n bien. De alguna manera, con la m¨²sica ahora sucede algo as¨ª: a muchos chavales, aunque saben mucho, les importa una mierda¡±, sostiene. ¡°Pero al final del d¨ªa, no ha cambiado tanto: la gente viene a un sitio oscuro, donde la m¨²sica est¨¢ alt¨ªsima y agitan su cuerpo. Y ese es el sentimiento primario y m¨¢s fuerte de reacci¨®n ante la m¨²sica. Lo mismo que hace 20 a?os¡±.
Babelia
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