¡°Queremos que restaure un claustro rom¨¢nico¡±
Los due?os pidieron un informe en 2000 para rehabilitar los arcos de Palam¨®s
En el a?o 2000, mientras trabajaba en la catedral de Girona, Lucrecia Ruiz-Villar, restauradora afincada en Madrid especializada en rehabilitar fachadas de piedra, recibi¨® uno de sus encargos m¨¢s sorprendentes: realizar un informe para restaurar un claustro rom¨¢nico situado a unos 50 kil¨®metros de distancia, en una finca privada de Palam¨®s. De ¨¦l no hab¨ªa o¨ªdo hablar hasta esa fecha.
Cuando accedi¨® a Mas del Vent, en compa?¨ªa de un aparejador que actuaba en nombre de los due?os, le impresion¨® ver esta estructura, rodeada de pinos y junto a una piscina. ¡°?De d¨®nde procede?¡±, pregunt¨®. No recibi¨® respuesta. ¡°Me pidieron saber qu¨¦ intervenci¨®n era necesaria para su correcta preservaci¨®n¡±, recuerda. Durante toda la ma?ana la especialista rastre¨® el claustro con la ¨²nica indicaci¨®n de no hacer fotograf¨ªas. ¡°Tuve que convencerle de que era fundamental para realizar el informe¡±, asegura. El aparejador no se apart¨® de su lado mientras hac¨ªa su trabajo. ¡°Me sorprendi¨® la actividad que hab¨ªa, con personas de un lado para otro que parec¨ªan preparar un evento que se celebrar¨ªa en una carpa instalada cerca¡±.
Seg¨²n la especialista, la mayor patolog¨ªa que afectaba entonces al claustro, eran las sales que se acumulaban en las piedras areniscas y calcarenitas (asper¨®n), que hab¨ªan desgastado su cara externa. ¡°Al licuarse por la humedad arenizan la superficie y se llevan una gran parte de la labra de la piedra. Adem¨¢s, pudo ser cepillada perdi¨¦ndose un par de capas de piel¡±. Otras alteraciones que observ¨® fueron ¡°la gran cantidad de chorretones de cemento l¨ªquido que manchaba la piedra, seguramente el sobrante vertido en 1959 cuando se montaron los sillares¡±, asegura. Ruiz-Villar corrobora que el color rojo intenso de algunos de los sillares son consecuencia de un fuego intenso, tal y como public¨® ayer EL PA?S. ¡°La arenisca lleva hierro que cuando sale a la superficie se vuelve ¨®xido rojo¡±.
Su propuesta de intervenci¨®n pasaba por desalar la piedra, eliminar las manchas de cemento, sellar las juntas de lo sillares y colocar una superficie sobre la estructura para protegerla del agua. La restauradora relativiza los efectos de la humedad proveniente del riego del c¨¦sped o la presencia de la piscina junto al claustro. ¡°Le afecta m¨¢s la humedad que lleva desde el suelo por capilaridad¡±, defiende.
¡°No soy historiadora pero tengo 30 a?os de experiencia en restauraci¨®n y si el claustro es una copia moderna es una copia magnifica. El tipo de degradaci¨®n que presenta es muy dif¨ªcil de hacer artificialmente. La alteraci¨®n es de siglos¡±, asegura Ruiz-Villar sorprendida por las dudas de los propietarios sobre la autenticidad de las piedras. ¡°Ellos me pidieron intervenir en un claustro rom¨¢nico. Y a m¨ª, me col¨® como aut¨¦ntico¡±.
No le ha sorprendido comprobar por las fotograf¨ªas publicadas estos d¨ªas que, al final, si se intervino en el claustro, pese a que a ella y a su empresa nadie les volvi¨® a llamar. ¡°Hacemos muchos informes a particulares que acaban en nada¡±, justifica. ¡°No hab¨ªa vuelto a saber nada del claustro, hasta la semana pasada. Menuda sorpresa¡±.
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