¡°El 11-S acab¨® con el buen periodismo¡±
El viejo reportero de ¡®Esquire¡¯ y ¡®The New Yorker¡¯ publica ¡®Vida de un escritor¡¯
Es posible ser periodista e informarse sin utilizar Twitter o Facebook y no tener correo electr¨®nico, aunque eso es un lujo que solo se puede permitir un reportero que no vive bajo la dictadura del modelo informativo que prima en el siglo XXI: producir mucho y muy deprisa. Mientras las nuevas generaciones de periodistas entran en un mundo laboral en el que para llegar a fin de mes tienen que firmar toneladas de noticias a 20 euros, el veterano Gay Talese a¨²n tiene la suerte de cobrar, y mucho, por dedicar tres meses y siete p¨¢ginas a un reportaje en la revista The New Yorker sobre Marina Poplavskaya, una soprano con cero inter¨¦s para el nuevo dios medi¨¢tico: las redes sociales. Y el tiempo y el mimo que invierte Talese en su trabajo se notan, ya que algunas de sus piezas, como la titulada Sinatra est¨¢ resfriado, publicada en la revista Esquire en los a?os sesenta, figuran entre las mejores de la historia del periodismo.
El hombre definido por Tom Wolfe como el padre del Nuevo Periodismo tambi¨¦n tuvo la osad¨ªa de irse de The New York Times porque no le dejaba espacio suficiente para desarrollar temas con la profundidad que ¨¦l buscaba. S¨ª se lo permitieron revistas como Esquire y The New Yorker y despu¨¦s diversos libros. Pero pese a sus muchos ¨¦xitos profesionales, oficializados recientemente con el Premio Norman Mailer de Periodismo, Talese, de 80 a?os, tambi¨¦n ha fracasado. ¡°Nadie vive instalado en el triunfo. Incluso si te dan un oscar pasar¨¢s por un mal momento antes o despu¨¦s. Y esos momentos son los que a m¨ª me interesan. Las historias de perdedores son m¨¢s interesantes que las de ganadores, aunque sean menos comerciales. Por eso escrib¨ª Vida de un escritor¡±.
Las historias de perdedores son m¨¢s interesantes que las de ganadores¡±
Sentado en un venerable hotel neoyorquino y con el mismo sombrero de gentleman que luce en la portada de la edici¨®n estadounidense del libro que ahora publica Alfaguara, el veterano periodista, con gemelos y corbata a juego y un pulcro traje hecho a medida como los que vest¨ªa Cary Grant en la pel¨ªcula cl¨¢sica de reporteros Luna nueva (His girl friday), defiende un libro que seg¨²n los cr¨ªticos estadounidenses no figura entre sus mejores obras. Pese a su t¨ªtulo, apenas hay rastro de Gay Talese en su interior. Eso s¨ª, a trav¨¦s de ¨¦l uno entiende perfectamente la minuciosidad y la atenci¨®n con la que aborda su trabajo. Es m¨¢s, el grueso del libro lo componen reportajes que nunca llegaron a publicarse, como el que escribi¨® sobre Lorena Bobbit (la mujer que le cort¨® el pene a su marido) para la revista The New Yorker, sus m¨²ltiples notas para elaborar un reportaje sobre restaurantes que tampoco lleg¨® a ver la luz o sus dudas period¨ªsticas durante su cobertura de las marchas por los derechos civiles en Selma en el a?o 65.
¡°Quer¨ªa intentar descubrir qui¨¦n soy, porque no lo s¨¦ muy bien. Creo que siempre me he visto a trav¨¦s de mi trabajo, toda mi vida he escrito sobre otros y siempre he tratado de quedarme al margen de la historia¡±. Y quiz¨¢s por eso el t¨ªtulo del libro confunda, porque no son unas memorias que describen la vida de este escritor, sino un autoan¨¢lisis del trabajo del escritor y su forma de abordarlo. ¡°Soy un escritor que escribe haciendo reportajes y adem¨¢s soy un reportero. La idea es que lectores y escritores descubrieran en qu¨¦ consiste un trabajo en el que son tan importantes las historias que se publican como las que no¡±.
Inicios de escritor
- Gay Talese naci¨® en 1932 en Ocean City (Nueva Jersey) en una familia italiana. ("Soy hijo de un sastre severo pero caballeroso de Calabria y de una madre italoamericana amable y emprendedora").
- Empieza a escribir con 15 a?os, contando los partidos de su equipo de b¨¦isbol. Estudi¨® Periodismo en la Universidad de Alabama. ("Eleg¨ª el periodismo como carrera universitaria, porque esto es lo que sab¨ªa, pero en realidad me convert¨ª en un estudioso de la historia").
- En The New York Times empez¨® como chico de la fotocopiadora. Despu¨¦s llegar¨ªa el Nuevo Periodismo.
Pese a los reveses laborales descritos en Vida de un escritor, Talese asegura que desde que public¨® La mujer de tu pr¨®jimo (donde analiz¨® el comportamiento sexual de los estadounidenses y donde ¨¦l mismo expuso sus propias experiencias), poco a poco ha ido metiendo cada vez m¨¢s de s¨ª mismo en sus libros. Esa tendencia alcanzar¨¢ su ep¨ªtome en el que ser¨¢ su libro n¨²mero 12, una obra sobre sus 50 a?os de matrimonio con la editora Nan A. Talese. ¡°Un reportaje exhaustivo sobre lo que significa estar casado y vivir en una casa como padre de una familia durante 50 a?os¡±. Esa familia supo por sus propias palabras de sus infidelidades setenteras y espera que acepte todos los detalles de un libro en el que lleva 10 a?os trabajando. ¡°Quiz¨¢s a mi mujer no le guste, ya veremos. Mi vida es un libro abierto. Ella sabe todo lo que hago y la gente a la que veo, aunque haya cosas que no hablamos. Yo dejo constancia de todo lo que hago en una pizarra que tengo en casa y en las notas que tomo a diario¡±.
En ese d¨ªa a d¨ªa tambi¨¦n hay mucho periodismo, con lecturas intensas de toda la prensa neoyorquina. Hace dos a?os defendi¨® el trabajo de los reporteros actuales en una entrevista con esta misma periodista pero hoy se retracta. ¡°Estoy decepcionado. El 11-S acab¨® con el buen periodismo. Con la excusa de la seguridad nacional la prensa estadounidense dej¨® de hacer preguntas, ya no cuestiona el poder. Cre¨ªa que aquello acabar¨ªa tras los a?os oscuros de la Administraci¨®n de Bush, pero con Obama no ha mejorado. Los periodistas de hoy siguen haci¨¦ndole el juego al Gobierno, son como funcionarios. Falta curiosidad y escepticismo en el tratamiento de Irak, Afganist¨¢n o incluso Siria. Y el ciclo de noticias de 24 horas que impone la red no ayuda porque los convierte en animales carro?eros¡±. Y suspirando, a?ade: ¡°No, no es un buen momento¡±.
Babelia
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