Pablo Trapero contra la hipocres¨ªa
Pablo Trapero estrena 'Elefante blanco', 'thriller' con notas religiosas en un barrio de chabolas en Buenos Aires
Puede parecer un recurso f¨¢cil comparar el f¨ªsico de un creador con su obra, pero en el caso de Pablo Trapero (Buenos Aires, 1971) la gen¨¦tica y las horas de gimnasio ¡ªse presuponen¡ª igualan su imagen con su cine: musculado, rotundo, recio de cuello para abajo, su cara ani?ada vende en cambio cierta inocencia, incluso una bondad infantil ¡ªa la que ayuda su mirada de ni?o travieso¡ª que intenta contrarrestar con su barba de tres d¨ªas y su cr¨¢neo rasurado. Con sus pel¨ªculas, el espectador saborea parecidas sensaciones: f¨¦rreas, de mucho nervio, con tendencia al thriller, pero que esconden un alma na¨ªf, de reflejo social con una marcada raci¨®n de bonhom¨ªa: Mundo gr¨²a (1999), El bonaerense (2002), Familia rodante (2004), Nacido y criado (2006), Leonera (2008), Carancho (2010) y ahora Elefante blanco han ido creando su propio camino de baldosas doradas hacia el cielo cinematogr¨¢fico. Y la apuesta sube: Elefante blanco ¡ªque se estrena en Espa?a el 13 de julio¡ª concurs¨® en la secci¨®n Una cierta mirada del pasado del certamen de Cannes, en donde Trapero hizo doblete con su participaci¨®n en el filme colectivo Siete d¨ªas en La Habana.
En mitad del tsunami de Cannes, empujado de una entrevista a otra, Trapero para, toma un caf¨¦, respira, y empieza a hablar de su cine, de lo divino y de lo humano¡ Por ejemplo, de los sentimientos que provoca Elefante blanco en el espectador. ¡°Ha empezado muy bien en taquilla en mi pa¨ªs. Creo que la pel¨ªcula tiene intensidad y la gente sale muy conmovida de los pases¡±.
L¨®gico. Elefante blanco, tras un demoledor arranque en la selva, se desarrolla en Villa 15, Ciudad Oculta, un barrio de chabolas en el centro de Buenos Aires. All¨ª realiza su labor m¨¢s social que pastoral Juli¨¢n (Ricardo Dar¨ªn), veterano sacerdote en brega constante, y hasta all¨ª llega Nicol¨¢s (J¨¦r¨¦mie Renier), un cura belga que por los pelos se ha salvado de morir asesinado por fuerzas paramilitares. El tri¨¢ngulo lo cierra Luciana (Martina Gusman), una trabajadora social que intenta insuflar esperanza a los vecinos.
¡°Hubo todo un laburo previo. La relaci¨®n con la gente de Ciudad Oculta no naci¨® de una visita de turista, sino de la cotidianeidad de nuestras estancias. Por supuesto, en algunos sitios no pudimos entrar: los mismos vecinos nos avisaban si no era seguro¡±. Trapero insiste en la importancia de la motivaci¨®n personal y social del equipo: ¡°La propuesta inicial no era filmar all¨ª como si fuese otro decorado, sino rodar con los vecinos, que ellos fueran parte de Elefante blanco. En Ciudad Oculta se volcaron, porque quer¨ªan y ten¨ªan la necesidad de ser escuchados. Los personajes son ficticios, pero los vecinos de la villa se reconoc¨ªan en ellos¡±. El bonaerense muestra el cinismo del siglo XXI. ¡°Te contar¨¢n que all¨ª era complicado hacer cine, que sus habitantes viven en precarias condiciones sanitarias. Cierto¡ si aplicamos una mirada burguesa. En Ciudad Oculta hay vecinos procedentes de situaciones m¨¢s dif¨ªciles como la selva, y estas chabolas significan cierto acceso al progreso: hospitales, escuelas, lugares de trabajo¡ Este tipo de barrios, que cada vez se ven m¨¢s en todo el mundo por las sucesivas crisis, antes nos parec¨ªan lejanos, ahora son cotidianos. En realidad hay tanta complicidad como hipocres¨ªa, porque la gente de la ciudad necesita a los de la villa: son quienes limpian sus casas, levantan las obras, realizan los trabajos que nadie quiere¡±. ?Hay posibilidades de cambio, de que se acaben los hospitales como el elefante blanco del t¨ªtulo, una mole de hormig¨®n inacabada y abandonada, de que pueda mejorar el d¨ªa a d¨ªa de los habitantes de Ciudad Oculta? ¡°La situaci¨®n no depende de un presidente de la naci¨®n ni de un Gobierno: si todos los que pasan al lado de la villa apartan la vista, no habr¨¢ cambios. Hemos tenido absolutamente todo tipo de Gobiernos y nadie hizo nada. En realidad, depende m¨¢s de la sociedad que del Gobierno. Hoy es un buen momento para pensar en todo esto, para mirar diferente. No ser¨¢ la pel¨ªcula la que lo provoque, sino la repercusi¨®n que tenga en la sociedad¡±. Bien lo sabe: el ¨¦xito de Carancho introdujo cambios legislativos en Argentina.
Elefante blanco esconde, bajo su chasis de thriller y una majestuosa banda sonora de Michael Nyman, una visi¨®n sobre el lado religioso / espiritual del hombre. ¡°Los tres personajes est¨¢n pasando una gran crisis con muchos puntos en com¨²n, como su relaci¨®n con la fe. Hay muchas maneras de fe (en el otro, en tus convicciones, en tus acciones, en un ser superior), es un sentimiento muy personal, y no puede encasillarse seg¨²n un formato preestablecido por cada religi¨®n. Otro t¨¦rmino que abandona lo religioso para saltar a lo personal es pr¨®jimo. Tambi¨¦n parecer¨ªa que el pr¨®jimo, como la fe, es de otro mundo. Le damos un valor intangible cuando deber¨ªa ser cotidiano. Si uno no piensa en el que est¨¢ al lado, las cosas salen¡ como est¨¢n saliendo¡±.
M¨¢s all¨¢ de usar a un int¨¦rprete, el belga J¨¦r¨¦mie Renier (criado a los pechos cinematogr¨¢ficos de los Dardenne), que no hablaba espa?ol hasta tres semanas antes del rodaje ¡ª¡°desde el comienzo yo quer¨ªa un actor extranjero, que desentonara¡±¡ª, que repita con Dar¨ªn (¡°es el mejor¡±) y que regale otro lucido personaje femenino a su esposa, Martina Gusman (¡°cuando empezamos a colaborar nos pusimos en una situaci¨®n inc¨®moda que habr¨ªa acabado con nuestra ruptura profesional o personal si no hubiera funcionado; en cambio, nos sentimos bien¡±), hechos que Trapero define como ¡°las t¨ªpicas an¨¦cdotas para los libros de cine¡±, lo importante de Elefante blanco es ¡°que muestre el riesgo al crear, que veas un thriller con gente de la calle que acaba convertida en hero¨ªna de su propia vida¡±. Por eso acaba con esta definici¨®n: ¡°El drama nace del choque entre personajes y, por tanto, por su propia esencia, es violento. Cuando pasas a la pantalla esa violencia innata surge el relato¡±.
Elefante blanco, de Pablo Trapero, se estrenar¨¢ en Espa?a el pr¨®ximo 13 de julio.
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