?C¨®mo es la mujer si se desmontan los prejuicios?
Una exposici¨®n en el Musac, de Le¨®n, recobra la historia de las reivindicaciones de g¨¦nero Se recupera la obra de mujeres artistas espa?olas desde los a?os sesenta
"Fea, eres fea, ja ja ja ja¡ ?Pero que muuuy fea!¡±, dice una burlona voz de mujer desde el espejo, a trav¨¦s de unos altavoces laterales. Es una de las piezas ¡ªde Pilar Albarrac¨ªn¡ª en la exposici¨®n Genealog¨ªas feministas en el arte espa?ol 1960-2010, en el Musac, de Le¨®n. Una obra que quita hierro a un tema habitualmente tratado con el fr¨ªo rigor de la militancia: la tiran¨ªa de la belleza. Con ser serio, el feminismo o la visi¨®n de las mujeres artistas, no tiene que ser abordado solamente con un rictus feroz o dolido. Que los hay, claro. Y con mucho sentido. Juan Vicente Aliaga y Patricia Mayayo, los comisarios de esta ambiciosa muestra, indagan en la visi¨®n que han venido dando las mujeres artistas espa?olas de s¨ª mismas y de los problemas a los que se han tenido ¡ªy tienen¡ª que enfrentar en busca de una afirmaci¨®n personal lejos de los prejuicios que siempre han rodeado al hecho de ser mujer y su situaci¨®n en la sociedad. La exposici¨®n est¨¢ dividida en 11 apartados, prescindiendo de un relato lineal o cronol¨®gico. Obras de 80 artistas espa?olas, algunas de ellas recobradas por esta investigaci¨®n, que desentierran y hasta revelan c¨®mo, desde antes de la Transici¨®n, ya hab¨ªa creadoras reclamando derechos o exponiendo situaciones de discriminaci¨®n. ¡°Las artistas feministas irrumpen en los a?os noventa con las modas anglosajonas. En esta exposici¨®n hemos querido romper ese mito¡±, afirma Mayayo.
¡°En pleno franquismo ya hab¨ªa un protofeminismo que denunciaba las injusticias contra la condici¨®n femenina y una mirada hacia la divisi¨®n sexual del trabajo¡±, prosigue Aliaga. ¡°En los a?os setenta, en Catalu?a, estas obras fueron le¨ªdas como conceptualismo y durante la Transici¨®n fueron olvidadas. En los a?os ochenta, con la glorificaci¨®n del mercado en torno a la feria Arco, tampoco se les dio un lugar relevante¡±.
Piezas de Esther Boix, Mar¨ªa Antonia Dans, Carmen Calvo o Castorina, de los a?os sesenta, reflejan a la mujer en el mundo del trabajo. Otras obras han estado arrumbadas desde los a?os setenta y se han recuperado. Dona silenciosa, de Am¨¨lia Riera, se consideraba como un pop surrealizante, y no como una escultura de g¨¦nero y feminista. Ana Peters hizo una exposici¨®n en la galer¨ªa Edurne a mediados de los sesenta, titulada Im¨¢genes de la mujer en la sociedad de consumo y luego desapareci¨® de la escena. Sus obras estaban almacenadas. ¡°Algunas artistas han hecho un descubrimiento de su propia obra de los a?os setenta a la luz de esta investigaci¨®n, como Marisa Gonz¨¢lez con su serie La descarga (1975-1977), sobre la violencia machista¡±, dice Mayayo.
En la exposici¨®n las distintas generaciones conviven en un discurso pl¨¢stico coherente y que aporta obras sorprendentes en cada sala. La secci¨®n titulada ¡®Las otras de la historia¡¯ recoge documentos de las performances de Paz Muro en 1963 (Las preciosas y Moulin Rouge) y de Fina Miralles, en 1967, junto a los v¨ªdeos de Cristina Lucas y la instalaci¨®n de Carmen Navarrete sobre la mujer como conejillo de indias de la medicina.
La sala ¡®Luchas colectivas¡¯ re¨²ne fotos de Pilar Aymerich en las manifestaciones que piden la despenalizaci¨®n del adulterio hace 35 a?os y las de las Jornadas Catalanas de la Mujer, en 1976, junto a otras manifestaciones de mujeres en el v¨ªdeo de Cecilia Barriga, 5.000 feminismos m¨¢s (2010). En ¡®La tiran¨ªa de la belleza¡¯, adem¨¢s del citado Espejito de Albarrac¨ªn, est¨¢n los trabajos de Ana Casas Broda, Cuaderno de dietas, o la instalaci¨®n El¨ªgete: implantes productos Navares, de Paloma Navares. ¡®El hilo de la vida. Cuidados y maternaje¡¯ pretende tambi¨¦n romper con las convenciones sociales en torno a la maternidad con piezas de Mar Caldas o Elena del Rivero. Destaca por su presencia en varias salas la obra de Esther Ferrer, uno de los referentes m¨¢s consecuentes y persistentes en el tratamiento de estos asuntos a trav¨¦s el arte. ¡°Lo que proponemos no es un discurso can¨®nico, pero s¨ª una investigaci¨®n amplia y un mapa de genealog¨ªas¡±, afirma Aliaga. ¡°Hemos propuesto unos temas y unas obras, pero no quer¨ªamos que quedara desideologizada o despolitizada, por eso se incluyen tambi¨¦n documentos y una cronolog¨ªa contextualizada. Se trata de romper el mito de que en Espa?a no ha habido teor¨ªa y pr¨¢ctica feminista¡±.
Pero tambi¨¦n hay hombres en esta exposici¨®n. Despu¨¦s de todo, ?qu¨¦ es una mujer? En la sala ¡®Mascaradas¡¯ se dan muchas respuestas. ¡°Nos interesan los feminismos, pero tambi¨¦n las preguntas sobre lo femenino y lo masculino. Ese binomio ha creado una guerra patriarcal heterosexista¡±, dice Aliaga. V¨ªdeos de Oca?a travestido, en 1977, o fotos de Jes¨²s Mart¨ªnez Oliva de gestos corporales supuestamente femeninos hechos por un hombre, son algunas de las muestras de estas manifestaciones.
La exposici¨®n se abre con la b¨²squeda de unos antecedentes universales y su reflejo en obras de artistas espa?olas y se cierra con ¡®Transfeminismos¡¯. ¡°Esta sala refleja pr¨¢cticas art¨ªsticas y activistas que tambi¨¦n reclaman su lugar¡±, explica Mayayo. Esta ¨²ltima sala tiene una advertencia acerca de contenidos sexuales expl¨ªcitos. Recoge una serie de trabajos, sobre todo videogr¨¢ficos, en torno a los colectivos de artistas que reuni¨® en Barcelona el festival Posporno, de 2003, y sus posteriores actividades. Son colectivos feministas radicales en torno al pensamiento tranzmarikabollo, que reivindica una pornograf¨ªa abierta a mayor diversidad de opciones. No falta cierto tipo de humor tampoco en esta secci¨®n, como el v¨ªdeo La bestia de Mar¨ªa Llopis ¡ªautora del libro El postporno¡ª en el que aparece una mujer como en un v¨ªdeo casero, posando en un jard¨ªn en actitudes sexis para luego quitarse la ropa y comenzar a actuar como una salvaje amenazadora, que se sube a los ¨¢rboles.
El colectivo O.R.G.I.A. (Organizaci¨®n Reversible de G¨¦neros Intermedios y Art¨ªsticos) tiene tambi¨¦n una destacada presencia en esta sala con varios trabajos, como las fotos sarc¨¢sticas de las drag kings castizas. ¡°Hay humor e irreverencia. Un aire fresco m¨¢s all¨¢ del feminismo institucionalizado, que no es el ¨²nico planteamiento posible¡±, concluye Mayayo.
Genealog¨ªas feministas en el arte espa?ol: 1960-2010. Musac. Avenida de los Reyes Leoneses, 24. Le¨®n. Hasta el 6 de enero de 2013.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.