Las exposiciones que nadie se puede perder
Con el buen tiempo llega el momento de visitar alguna de las grandes citas de la temporada
Hace ya varios a?os que los grandes museos decidieron prolongar sus grandes exposiciones de primavera durante todo el verano. El tiempo de vacaciones es un buen momento para aprovechar y visitar alguna de las grandes citas art¨ªsticas de la temporada. Es tan rentable para los museos que la mayor parte de ellos prorrogan su cierre un par de horas sobre el horario habitual e incluso algunos, como los italianos, incluyen conciertos o, como en la Fundaci¨®n Dal¨ª, invitan a una copa de cava cuanto la tarde termina.
Las opciones son tan variadas que a la vista de los nombres, podr¨ªa asegurarse que el eclecticismo m¨¢s absoluto se ha adue?ado de las programaciones. Se puede elegir casi de todo; arte antiguo, cl¨¢sicos y vanguardista hist¨®rica comparten verano con estrellas con Damien Hirst, Jeff Koons o Joana de Vasconcelos.
Alicientes extra art¨ªsticos aparte y partiendo de que toda selecci¨®n es forzosamente personal y, por tanto arbitraria, ofrecemos aqu¨ª las mejores propuestas con las exposiciones nacionales e internacionales m¨¢s atractivas en la cartelera art¨ªstica.
Para empezar por el turismo art¨ªstico nacional, Madrid tiene en estos momentos una de las mejores ofertas europeas. No s¨®lo por Hopper y Rafael, que en oto?o copar¨¢n la temporada parisiense, sino porque los "veraneantes en museos" cuentan con la visita obligada al Reina Sof¨ªa para poder ver una y otra vez el Guernica y sus salas complementarias o las temporales que permanecen abiertas hasta mediados de septiembre: Sharon Hayes, Nacho Criado, James Coleman o Hans Haacke (esta solo hasta finales de julio).
En el Museo del Prado se puede ver hasta el 16 de septiembre El ¨²ltimo Rafael, una de las exposiciones m¨¢s importantes dedicadas al artista y su taller, y la primera centrada en sus a?os finales. La muestra expone 74 obras, de las cuales la mayor¨ªa no se han mostrado nunca antes en Espa?a, trazando un recorrido cronol¨®gico por la actividad del maestro, desde el inicio del pontificado de Le¨®n X (1513) hasta su muerte en 1520.
Basilea acoge la antol¨®gica de Jeff Koons dentro y fuera de la sede de la Fundaci¨®n Beyeler
Enfrente, el Museo Thyssen ofrece hasta el 16 de septiembre, Hopper, una completa retrospectiva con 73 obras esenciales, entre ellas 40 ¨®leos del centenar que pint¨® a lo largo de su vida. Considerada la exposici¨®n m¨¢s importante que hasta el momento se le ha dedicado en Europa, la ausencia de Nighthawks (1942) no empa?a el resultado final porque est¨¢n la mayor parte de los cuadros m¨¢s conocidos del artista americano. El cuadro viviente de Sol de ma?ana (1952), uno de sus ¨®leos m¨¢s celebres y con el que se cierra la exposici¨®n, es un aliciente extra para la visita.
Sorolla en la Alhambra
Sin movernos de Espa?a, y nada menos que en la Alhambra de Granada, se puede ver una de las exposiciones m¨¢s extraordinarias de la temporada: Sorolla. Jardines de luz. Los paisajes que el valenciano pint¨® inspirado en los jardines nazar¨ªes, medio centenar, se exhiben hasta finales de septiembre en el palacio de Carlos V. Es un reencuentro del artista con los paisajes del sur y con la est¨¦tica y la ¨¦tica que comparti¨® con el poeta Juan Ram¨®n Jim¨¦nez.
La siguiente parada puede ser Londres, un destino tur¨ªstico todo el a?o que en esta ocasi¨®n coincide en gran parte con los Juegos Ol¨ªmpicos. Para estar a la altura del evento deportivo, la Tate ofrece un programa doble dif¨ªcil de rechazar: la retrospectiva del siempre pol¨¦mico Damien Hirst (hasta el 9 de noviembre) y el menos discutido y cotizad¨ªsimo Edvard Munch. De Hirst se exponen 73 piezas realizadas a lo largo de 22 a?os y del expresionista noruego, 60 pinturas y 50 fotograf¨ªas que desvelan aspectos poco conocidos de su obra, as¨ª como su inter¨¦s por explorar todos los aspectos del mundo visual. El autor de El grito ha convencido a todo el mundo. Hirst, lo de siempre: detractores y aplaudidores casi a partes iguales.
En la estela de Hirst, en la del arte entendido como espect¨¢culo, quien viaje estos meses, hasta el 2 de septiembre, a Suiza en Basilea tienen la apabullante antol¨®gica de Jeff Koons dentro y fuera de la bella sede construida por Renzo piano en la Fundaci¨®n Beyeler. El kitsch y el pop, los mu?ecos vegetales y los pechos de Cicciolina, las aspiradoras y los globos purpurina forman un conjunto dif¨ªcil de valorar.
Viena lleva todo el a?o conmemorando el 150 aniversario del nacimiento de Gustav Klimt. En verano la oferta se ha intensificado de manera que los diez principales museos de la capital austriaca muestran sus pinturas, dibujos y dise?os. Si ya El friso de Beethoven en el pabell¨®n de la Secesi¨®n es una visita obligada, ahora toda su obra se puede disfrutar durante los meses veraniegos. La Neue Galerie de Nueva York se suma a las celebraciones con lo mejor de sus fondos y algunas obras procedentes de coleccionistas privados.
Otra capital europea que siempre tiene mucho que ofrecer es Par¨ªs. En la ciudad de la M¨²sica, quedan tres semanas para poder ver la muestra dedicada a Bob Dylan, en la que se cuentan los or¨ªgenes del mito, su exitosa trayectoria como cantante y se analiza su pervivencia. En el Pompidou, lo m¨¢s sobresaliente del verano es el recorrido por la obra del artista alem¨¢n Gerhard Richter, uno de los artistas alemanes m¨¢s importantes de su generaci¨®n, del que se exhiben 150 obras esenciales. Sin embargo, nada tan llamativo como la ocupaci¨®n que la artista de origen portugu¨¦s Joana de Vasconcelos ha hecho en el palacio de Versalles. Las impresionantes galer¨ªas de la antigua residencia real ha sido redecorada por las enormes esculturas de ganchillo multicolores, l¨¢mparas gigantescas elaboradas con tampones o extra?os p¨¢jaros colgantes.
Ya en Nueva York, es bien sabido que lo mejor es adentrarse en las colecciones permanentes de los grandes museos y dejarse caer por las galer¨ªas de Chelsea si el calor lo permite. Las exposiciones temporales son muchas. Aqu¨ª van un par de propuestas: la retrospectiva de Keith Haring, en el Brooklyn Museum y Prada-Schiaperelli, conversaciones imposibles en el Metropolitan.
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