La (vieja) guerra de los Thyssen
La venta de ¡®La esclusa¡¯ de Constable reabre las rencillas entre Carmen Cervera y Francesca Putin se interesa por la colecci¨®n de la baronesa
Desde que el bar¨®n Thyssen compr¨® La esclusa, de John Constable, el 14 de noviembre de 1990 en Sotheby¡¯s por 13 millones de euros, el cuadro ha vivido entre las paredes del museo madrile?o. Primero, en los despachos. Luego, como un cuadro m¨¢s de los adquiridos por el Estado espa?ol en 1993 por 350 millones de d¨®lares (se negoci¨® en esa divisa). Despu¨¦s, en la zona anexa donde se exhibe la colecci¨®n Carmen Thyssen, en las salas ocupadas por las 800 pinturas prestadas gratuitamente en 1999, con Mariano Rajoy como ministro de Cultura. Desde el martes por la noche, el cuadro tiene un nuevo propietario.
Su venta en Christie¡¯s de Londres por casi 25 millones de euros ha resulto los problemas de liquidez de Carmen Cervera, pero ha reavivado la vieja guerra que mantiene desde siempre con Francesca Thyssen, la ¨²nica hija del bar¨®n. Ayer, a primera hora de la ma?ana, Francesca envi¨® a EL PA?S una extensa declaraci¨®n en la que cargaba de manera contundente contra la baronesa, contra el patronato y contra el mism¨ªsimo Ministerio de Cultura por permitir la venta de parte de la colecci¨®n. Entre descalificaciones personales (¡°Su ¨²nico t¨ªtulo es el de Miss Espa?a 1961¡±; ¡°Tiene un gusto dudoso¡±...) Francesca Thyssen asegura que Carmen Cervera es un peligro para el futuro del museo Thyssen.
La reacci¨®n de la baronesa, triste y feliz a partes iguales por la venta del constable, fue breve pero as¨ª de brutal: ¡°Francesca es una imb¨¦cil que solo busca publicidad¡±. Resuelto el asunto familiar, Carmen Thyssen reiter¨® que no piensa vender ninguna otra obra y que su deseo es que toda su colecci¨®n permanezca en el museo madrile?o. En varias ocasiones hab¨ªa recibido propuestas de otros pa¨ªses para hacerse con sus cuadros (una treintena de obras maestras junto a otras m¨¢s secundarias). La ¨²ltima oferta procede de Rusia. Un grupo de enviados de Vlad¨ªmir Putin estuvo hace una semana en Madrid. ¡°Espero que la crisis se resuelva y podamos rematar la operaci¨®n que se inici¨® con Mariano Rajoy como ministro de Cultura en 1999¡±, asegura la baronesa. Puede que de ello hablara durante la cena que el martes, justo despu¨¦s de la venta de La esclusa, celebr¨® en su casa de La Moraleja, en Madrid, con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢ez de Santamar¨ªa.
¡°La invit¨¦ durante la inauguraci¨®n de Hopper, pero no puedo decir de qu¨¦ hablamos anoche. Me gusta mucho su energ¨ªa y es una mujer muy positiva¡±, relat¨® Carmen Thyssen. El martes, antes de la subasta, fuentes oficiosas de Cultura lamentaban la marcha del cuadro y precisaban que la ¡°gratuidad total¡± de la que habla Carmen Thyssen no es tal. La inversi¨®n de m¨¢s de 3.000 millones de pesetas de 1999 (unos 18 millones de euros) para la ampliaci¨®n del edificio, el mantenimiento de las obras y los seguros son considerados en Cultura como gastos a tener en cuenta. ¡°El museo necesitaba la ampliaci¨®n para exposiciones temporales y oficinas y los seguros los pago yo¡±, replicaba ayer mismo la baronesa.
En medio de la trifulca, el exdirector del museo, Tom¨¢s Llorens, recuerda que Espa?a ha podido mostrar inter¨¦s por el cuadro a lo largo de veinte a?os y, por el contrario, nadie se ha pronunciado. ¡°Es un paisaje important¨ªsimo, precursor del impresionismo. Me da pena que no est¨¦, pero Carmen Cervera tiene todo el derecho a venderla. De entrada, ella no es espa?ola. Desde su matrimonio con el bar¨®n, es suiza. La legislaci¨®n de protecci¨®n del patrimonio no le afecta. Si quiere puede vender la colecci¨®n en cualquier momento, el plazo de pr¨¦stamo por ocho a?os ya concluy¨®. Otra cosa son los cuestionamientos ¨¦ticos¡±. Lo que hasta ayer segu¨ªa siendo un misterio es la identidad del comprador. ¡°Espero que sea un coleccionista ingl¨¦s¡±, dice Llorens, ¡°y que lo regale a un museo p¨²blico¡±. Carmen Thyssen tambi¨¦n confiesa su curiosidad: ¡°Lo he tenido delante tantos a?os que necesito saber donde ir¨¢¡±.
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