No es un ni?o prodigio... pero casi
El m¨²sico Lucas Vidal, a sus 27 a?os, ya no es el secreto mejor guardado de Hollywood
El estudio est¨¢ en el s¨®tano de la casa de sus padres. Es peque?o, pero con espacio suficiente para que quepa un sof¨¢, una inmensa mesa para los ordenadores y un piano de pared. ¡°Aqu¨ª compongo cuando vengo a Madrid¡±. Lucas Vidal vive en Los ?ngeles ¡ªen concreto en Santa M¨®nica¡ª, tras estudiar cuatro a?os becado en la prestigiosa escuela Berklee en Boston y dos en la neoyorquina Juilliard. En Berklee conoci¨® a su socio, Steve Dzialowski, y juntos crearon su empresa, MuMo. Y ah¨ª llevan a pleno rendimiento tres a?os, para alegr¨ªa de Hollywood y de filmes espa?oles como Mientras duermes o Invasor. Falta un peque?o detalle: el compositor madrile?o tan solo tiene 27 a?os. ¡°De verdad, no soy un ni?o prodigio¡±. Puede, pero es un m¨²sico prodigioso, algo ya descubierto en la industria cinematogr¨¢fica. ¡°Empec¨¦ en la m¨²sica de cr¨ªo, con cuatro a?os. Mis padres son m¨¦dicos, pero aman el piano, me animaron. Aunque es cierto que mi abuelo fund¨® Hispavox¡±.
A Vidal le atra¨ªa Bach, improvisaba... ¡°Me considero normal, aunque me devora el gusanillo de la m¨²sica¡±. Comenz¨® a ver la televisi¨®n, quitando el sonido, y creando ¨¦l mismo las composiciones. ¡°Hoy no cambiar¨ªa mi labor en el audiovisual, no dejar¨ªa de lado las pel¨ªculas por piezas para orquestas¡±. Vidal apabulla a su pesar, insiste en que, sencillamente, ha trabajado mucho. Su curr¨ªculo le desmiente: Vanishing on 7th street, de Brad Anderson; La fr¨ªa luz del d¨ªa, con Bruce Willis y Sigourney Weaver; la recientemente estrenada El enigma del cuervo, de James McTeigue (V de vendetta); est¨¢ en negociaciones para Jobs, en la que Ashton Kutcher encarna al fundador de Apple (un filme creador con ansias de Oscar), y espera alguna sorpresa en el futuro.
¡°Steve y yo llegamos a Hollywood sin conocer a nadie y eso me enorgullece: todo lo logrado ha sido trabajando¡±. Efectivamente, pocos compositores han estallado tan pronto en el reino de las majors. Si acaso, Jerry Goldsmith. Es el mismo chaval que bebe t¨¦ constantemente y confiesa su otra gran pasi¨®n, el pimp¨®n, tiene a su cargo en alg¨²n momento del proceso creativo 34 personas. ¡°Es buen¨ªsimo para mi aprendizaje. Buscamos los mejores y me siento a su lado para que me ense?en. Ingenieros, orquestadores... Veteranos de la industria que me muestran c¨®mo funciona Hollywood. La pasi¨®n me empuja en mi vida profesional, puedo sonar algo workaholic, pero debo aprovechar este momento, el trabajar con orquestas buenas, estar en proyectos muy interesantes. Claro que alguna vez me han rechazado, pero desde que super¨¦ el tumor [en su ¨¦poca en Boston] creo en eso de que cuando te cierran una puerta tienes que aprovechar para coger a¨²n m¨¢s impulso¡±.
Si en las pr¨®ximas semanas se confirman sus expectativas, este admirador de Alberto Iglesias y de Alexandre Desplat ¡ª¡°los compositores europeos triunfan ahora en el cine por su versatilidad y su calidad¡±¡ª no tendr¨¢ tiempo libre hasta el verano que viene. Y ¨¦l, feliz.
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