Joan Scott, guionista en la clandestinidad
Proscrita en los primeros a?os de la guerra fr¨ªa, firm¨® con pseud¨®nimo
?Joan LaCour (Long Branch, Nueva Jersey, 1921) empez¨® su carrera firmando los guiones que su marido redactaba para la televisi¨®n al encontrarse este en la lista negra de personalidades del entorno de la cultura, el espect¨¢culo y la pol¨ªtica a quienes se acusaba de actividades subversivas en contra de Estados Unidos durante los primeros a?os de la guerra fr¨ªa.
Se hizo un sitio en el mundo de los guionistas; primero, por efecto de la propia mentira sustentada en pro de la supervivencia de la pareja y, m¨¢s adelante, por derecho propio. Esta autodidacta falleci¨® el 19 de junio.
En los primeros a?os de la d¨¦cada de los cincuenta se convierte en secretaria ejecutiva del sindicato de Guionistas de Televisi¨®n de Am¨¦rica. En esa ¨¦poca fue llamada a declarar en el tristemente c¨¦lebre Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas, acusada de participar en un plan para introducir la ideolog¨ªa comunista en la televisi¨®n. En ese comit¨¦ tambi¨¦n fue interrogado el guionista Adrian Scott, considerado uno de los art¨ªfices de la aparici¨®n del g¨¦nero negro en el cine gracias a su labor como productor. Se le pregunt¨® a Adrian si era miembro del Partido Comunista, a lo que este rechaz¨® contestar. Como todos los incluidos en la lista de los Diez de Hollywood, fue condenado a prisi¨®n. Sali¨® libre al cabo de un a?o, en 1951. Comenz¨® entonces su relaci¨®n con Joan, con quien se casar¨ªa en 1955, cambiando el apellido de LaCour por el de Scott.
El matrimonio, sin embargo, segu¨ªa proscrito. La Corte Suprema rechaz¨® en 1957 la apelaci¨®n de Adrian para reincorporarse a su trabajo tras la demanda interpuesta contra la productora RKO por despido improcedente. Joan entonces present¨® los trabajos de su marido ¡ªy m¨¢s adelante la mayor¨ªa de los suyos¡ª firmados con el pseud¨®nimo Joanne Court, escribiendo el guion de la archiconocida serie Lassie en 1955, donde trabaj¨® junto a m¨¢s de 60 guionistas.
Termin¨® acusando el agotamiento de su doble vida: se irritaba a menudo cuando, desde la productora, le ped¨ªan cambios en alguna pieza, pues llevaba una carga doble de trabajo: la de su esposo y la suya. Su tapadera estuvo a punto de saltar por los aires cuando, en una reuni¨®n, le preguntaron por los detalles de un cambio que Adrian hab¨ªa introducido en un guion sin consultarlo con ella previamente. Joan sali¨® del trance lo mejor que pudo y la mentira resisti¨® el envite.
Tras la muerte del hombre con el que hab¨ªa convivido desde hac¨ªa m¨¢s de dos d¨¦cadas, Scott continu¨® su carrera y pele¨® para que el Gremio de Escritores Americanos reconociera su trabajo aprovechando que, en 1980, este colectivo trataba de restituir la autor¨ªa de las piezas firmadas con pseud¨®nimo por temor a represalias. Las experiencias vividas por el matrimonio se recogen en parte en la pel¨ªcula Caza de brujas, dirigida por Irwin Winkler y protagonizada por Robert de Niro, y en la que Scott fue asesora t¨¦cnica.
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Babelia
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