¡°Sigo siendo un fuera de la ley¡±

A punto de cumplir 80 a?os y en su condici¨®n de estrella del country, Willie Nelson se sigue considerando un forajido. ¡°Sigo siendo un fuera de la ley, una persona dispuesta a seguir un camino determinado, y eso hago yo¡±, asegura Nelson en conversaci¨®n telef¨®nica desde alg¨²n punto de West Virginia, en mitad de su permanente gira a lo largo y ancho de Estados Unidos. El que fuera en los setenta uno de los padres fundadores del movimiento outlaw, que sirvi¨® para regenerar el g¨¦nero vaquero con actitud y dosis de honky-tonk al margen de los imperativos comerciales de la poderosa industria de Nashville, ha publicado nuevo disco, Heroes(Legacy / Sony). Seg¨²n su autor, otra muestra m¨¢s de su independencia: ¡°En una gran compa?¨ªa hay mucha gente que puede determinarte d¨¢ndote sus opiniones, pero si coges el camino que te gusta sigues siendo el mismo¡±.

A su regreso a Sony, la discogr¨¢fica con la que public¨® Red headed stranger y Stardust, piedras angulares del mejor country de la segunda mitad del siglo XX, el cantante tejano ha grabado una personal colecci¨®n de 14 canciones que es ¡°un tributo¡± a sus h¨¦roes, que son ¡°Bob Wills o Fred Rose pero tambi¨¦n gente que colabora y a la que admiro como Merle Haggard, Billy Joe Shaver o Ray Price¡±. Todos ellos verdaderos francotiradores de las llanuras, compositores que han dado categor¨ªa a una m¨²sica que, como dijo una vez Alan Jackson, ¡°es el esp¨ªritu de Estados Unidos¡±. ¡°Es muy importante mantener la m¨²sica de ra¨ªces viva porque siempre llega un momento que tendremos que acudir a la tradici¨®n¡±, afirma Nelson, que ha rastreado en el cancionero popular de su infancia, el de los a?os 30 y 40, grabando My window faces the south, My home in San Antone o Cold war with you, piezas que escuchaba en la localidad tejana de Abbot de cuando le llamaban ¡°moco rojo¡±, como cuenta Joe Nick Patoski en la biograf¨ªa An epic life, por todo lo que le sangraba la nariz.

Aquel mocoso, que pens¨® que nunca m¨¢s cantar¨ªa cuando, obligado por su abuela a los cinco a?os, se subi¨® avergonzado por primera vez a un escenario, ha terminado por ser uno de los m¨²sicos m¨¢s prol¨ªficos de EE UU, dejando su huella en casi 200 ¨¢lbumes, entre propios y colaboraciones, algunos de ellos bastante testimoniales o poco exigentes. ¡°Probablemente cualquier compa?¨ªa siempre tiene que presionar a sus m¨²sicos para que les ofrezcan nuevo material. Eso no es problema para m¨ª¡±, se defiende. A¨²n con sus cotas bajas, Nelson se ha consolidado como un guardi¨¢n de las esencias, aunque ¨¦l quiere inspirar a los m¨¢s j¨®venes. ¡°Hay que pasar el testigo a otras generaciones porque estoy convencido de que a la gente joven le gusta el country, el bluegrass¡­ pero si no tienen acceso se pierde¡±, dice.

Pocos han tenido mejor acceso que sus hijos, Lukas y Micah, que colaboran en el ¨¢lbum. ¡°Despu¨¦s de muchos a?os, creo que han aprendido de los errores de su padre, de lo que tienen que hacer y no hacer¡±, r¨ªe.

Tambi¨¦n participan Kris Kristofferson, Sheryl Crow o el rapero Snoop Dogg. Un plantel variopinto al igual que la selecci¨®n de canciones de Heroes, donde hay espacio para el pop-rock filtrado por la magn¨¦tica garganta de cowboy de Nelson, muy dada a los standards y que vuelve a demostrar su maestr¨ªa vocal, versionando a Tom Waits (Come on up to the house), Pearl Jam (Just breathe) y Coldplay (The scientist). ¡°Ya utilic¨¦ The scientist para hablar de asuntos que preocupan a los granjeros¡±, cuenta en referencia al uso de la composici¨®n para una campa?a publicitaria a favor de la agricultura ecol¨®gica y sostenible.

Lo pas¨¦ muy bien grabando con Julio Iglesias; tiene una gran voz¡±

A su batalla contra la industria alimentaria, se suma su apoyo al trabajo de los granjeros, a trav¨¦s de los conciertos Farm Aid, y su defensa del medioambiente. Pero todo el pa¨ªs sabe desde hace a?os de este anciano con pintas de hippie por su lucha a favor de la legalizaci¨®n de la marihuana. Porque Nelson tambi¨¦n pasar¨¢ a la historia por haber fumado hierba en la Casa Blanca en 1977. Y sigue con los mismos humos que entonces. ¡°Econ¨®micamente necesitamos el dinero. ?Por qu¨¦ d¨¢rselo a los criminales cuando la mayor¨ªa de la gente se da cuenta de que la marihuana no es una droga mortal como la coca¨ªna o el tabaco?". Palabras que no ha dejado de repetirlas en la prensa, despertando la ira de la sociedad m¨¢s puritana mientras las portadas las ocupa por el tama?o de sus porros, que le hacen pasar por comisar¨ªa, como cuando la polic¨ªa le detuvo en 2010 por tener 170 gramos de marihuana en su autob¨²s. Pero no le preocupa. Y para finalizar recuerda, casi 30 a?os despu¨¦s, su d¨²o con el truh¨¢n Julio Iglesias enTo all the girls I¡¯ve loved before. ¡°Lo pas¨¦ muy bien grabando con ¨¦l y tiene una gran voz. Lo supe desde el primer momento que lo escuch¨¦. Creo que tiene un gran talento¡±, afirma Nelson.