Las manos que mecen la aguja
Un nuevo tipo de ¡®dj¡¯s¡¯ domina el mundo con su mezcla de pop de masas y electr¨®nica Sueldos millonarios y maneras de ¡®rock star¡¯ Este ha sido el verano de su eclosi¨®n
Situar en 2001 con Just a little more love de David Guetta el inicio de la senda que la m¨²sica electr¨®nica ha ido marc¨¢ndose hasta convertirse en la actual autopista de ocho carriles conocida por EDM (Electronic Dance Music) es tan aventurado como dilucidar si fue antes el huevo o la gallina. Los expertos no se ponen de acuerdo en fijar el origen del advenimiento y triunfo de esta fusi¨®n entre el pop de masas y un g¨¦nero minoritario y casi siempre experimental. As¨ª que mejor ser¨¢ recurrir a Guetta, rey de esta disciplina, que adem¨¢s cuenta con el respaldo de las listas de ¨¦xitos y otros rankings internacionales. El ¨²ltimo, el de Forbes. La publicaci¨®n estadounidense se ha fijado por primera vez en una profesi¨®n que, pese a la debacle econ¨®mica, asoma como un brote verde en mitad de la avalancha.
Los primeros puestos est¨¢n copados por nombres como el del dj franc¨¦s de 44 a?os, con una facturaci¨®n de m¨¢s de 11 millones de euros en un a?o de sesiones, el colectivo Swedish House Mafia y el californiano Steve Aoki, y todos, a excepci¨®n del n¨²mero uno, el holand¨¦s Ti?sto, con un beneficio de m¨¢s de 17 millones, ponen en pr¨¢ctica la misma f¨®rmula.
La lista de Forbes es la confirmaci¨®n de c¨®mo han cambiado las cosas en este negocio. Los viejos virtuosos de los platos han sido sustituidos por productores que se disfrazan de dj¡¯s en directo pero en realidad se alimentan cual vampiros de artistas como Jennifer L¨®pez, Nicki Minaj o Enrique Iglesias. ¡°Desde el universo de la m¨²sica de baile se suministran estrellas al pop, por eso Rihanna no es muy diferente a David Guetta¡±, opina Ricard Robles, codirector del S¨®nar, el festival de electr¨®nica de Barcelona.
Los c¨¢lculos se hicieron a partir de una combinaci¨®n de conciertos, venta de discos y de merchandising. La mezcla de las variables dio como resultado una cifra tan estratosf¨¦rica, solo comprensible en t¨¦rminos comparativos: los 10 dj¡¯s mejor pagados del mundo superaron el a?o pasado los 100 millones de euros; m¨¢s que el equipo entero de baloncesto de Los Angeles Lakers.
En Espa?a, la ¨²ltima edici¨®n madrile?a de Rock in Rio coloc¨® en su cartel a algunos de los m¨¢s destacados miebros de esta tribu (Wally L¨®pez, Martin Solveig, Afrojack y el mismo David Guetta) al tama?o reservado para leyendas del rock de la talla de Red Hot Chili Peppers. ¡°Ser¨¢ la mayor noche electr¨®nica del mundo¡±, anunciaba Roberto Medina, ideador de este macrofestival. Y son¨® a la confirmaci¨®n de un auge que se certifica en radios como Los 40 Principales.
De las cuatro decenas de canciones que cada s¨¢bado conforman la lista de la emisora musical propiedad de PRISA (editora de EL PA?S) ¡ªla m¨¢s seguida, con 3.943.000 oyentes seg¨²n la ¨²ltima oleada del EGM¡ª entre 10 y 15 son temas de esta versi¨®n de la electr¨®nica. Tony Aguilar, dj decano de Los 40, ajusta este ¨¦xito al tiempo en que tarden en reaccionar los artistas patrios: ¡°Hubo una ¨¦poca que solo se quer¨ªa a La Oreja de Van Gogh y El Canto del Loco, hasta que no se reinventen, seguir¨¢ sonando el dance¡±.
David Guetta ha conseguido 10 n¨²meros uno en los ¨²ltimos cinco a?os, lo que en ocasiones complica diferenciar este dial del que ocupa M¨¢xima FM, otra emisora del grupo, en origen m¨¢s escorada hacia este g¨¦nero. ¡°Lo ideal es que ninguna f¨®rmula se parezca, pero seg¨²n el lema de Los 40 Principales [¡®la radio de los ¨¦xitos¡¯], es muy dif¨ªcil no programar este tipo de m¨²sica¡±, cuenta Toni S¨¢nchez, director de ambas cadenas.
¡°Esta variante de la electr¨®nica muchas veces se convierte en la puerta de entrada para los profanos¡±, opina Cristian Varela, uno de los dj¡¯s espa?oles con m¨¢s proyecci¨®n, que mantiene un pie en el underground con sus sesiones de tech-house, que a veces comparte con el m¨ªtico Carl Cox en Ibiza. La isla, reflejo de lo que sucede en la escena, reproduce la tendencia rozando la hip¨¦rbole. La ¨²ltima idea de Guetta: un espacio de 260 metros cuadrados en el aeropuerto de Ibiza. Una especie de franquicia de su sesi¨®n en Pacha F** me I'm famous para poner a tono a los turistas.
Ni siquiera los festivales de m¨²sica electr¨®nica m¨¢s experimentales son reacios a colar en sus carteles, aunque con cierto disimulo, a alguna de estas figuras. ¡°Guetta ha estado en el FIB. Hasta el S¨®nar contrat¨® a un dj como Luciano [otro de los exponentes de la m¨²sica de baile]¡±, recuerda Agus ?rbol, redactor jefe de la revista Deejay. ¡°El empresario no se quiere arriesgar, no acertar una noche puede significar cerrar la persiana por los irreales cach¨¦s¡±. No existen tablas salariales, pero entre la realidad y la rumorolog¨ªa los sueldos por sesi¨®n rozan los 30.000 euros en el caso de los artistas con m¨¢s ¨¦xito.
¡°Estas megaestrellas no tienen un discurso propio ni buscan la experimentaci¨®n¡±, apostilla Robles. Existe la leyenda urbana, con m¨¢s que tintes de realidad, de que la sesiones de estos nuevos dj¡¯s son tan sencillas como darle al play y empezar a bailar. A¨²n as¨ª, la penetraci¨®n es tal, que entre los 10 primeros de la lista de Forbes se ha colado un famoso televisivo de cuestionable prestigio como Pauly D, del programa de telerrealidad Jersey Shore.
¡°Esta m¨²sica encaja perfectamente en la era de Internet. Su modelo de negocio es regalar sus trabajos y hacer dinero de sus conciertos; con Twitter y Facebook, la difusi¨®n es muy sencilla¡±, explicaba el redactor de Forbes, Zack O'Malley Greenburg, con motivo de la publicaci¨®n del listado. El ciberespacio unido a una infinidad de artilugios tecnol¨®gicos ¡ªlas memorias USB y los Mac traen menos problemas en los aeropuertos que las viejas maletas de vinilos polvorientos¡ª hacen ahora las veces de embajadores de una cultura global.
Parte de este ins¨®lito ¨¦xito se debe a que, gracias a la aparici¨®n de la EDM, la m¨²sica electr¨®nica ha calado (con dos d¨¦cadas de retraso) en EE UU. All¨ª, las raves de los noventa se llaman festivales y los discjockeys vuelven a ser s¨²per estrellas. Hasta las drogas han cambiado de nombre, aunque sus componentes, m¨¢s o menos adulterados, son los mismos. El cr¨ªtico cultural Simon Reynolds recordaba en el peri¨®dico brit¨¢nico The Guardian que la habilidad de los promotores musicales estadounidenses para enterrar este estigma de ilegalidad y violencia (se llegaron a desarrollar legislaciones estatales que castigaban cualquier tipo de reuni¨®n l¨²dica no concertada) ha revertido la situaci¨®n.
All¨ª, las estrellas son dj¡¯s como Skrillex, n¨²mero dos en la lista de Forbes, gracias a su mezcla de esta nueva versi¨®n de la electr¨®nica, el dubstep y colaboraciones con artistas como Korn, reyes del nu metal.
¡°El Electric Daisy Carnival, el acontecimiento m¨¢s importante del g¨¦nero que se celebra en Las Vegas con 320.000 asistentes en tres d¨ªas, a 150 d¨®lares la entrada, y un beneficio de 40 millones, permite que Skrillex tenga un patrimonio de 15 millones con 24 a?os¡±, ejemplifica Reynolds. ¡°Se ha ideado un espect¨¢culo audiovisual, que pretende emular a Disneylandia¡±.
La fecha de caducidad de esta versi¨®n comercial de la electr¨®nica tampoco consigue qu¨®rum. ¡°La discograf¨ªa de Madonna es una pista con su habilidad para recoger la tendencia¡±, se?ala ?rbol, ¡°al dance le deben quedar un par de a?os, a¨²n falta Shakira por sacar disco electr¨®nico¡±. En muy contadas ocasiones una generaci¨®n entera se apropia de un movimiento musical. ¡°La ¨²ltima vez que esto ocurri¨® con peso fue a finales de los ochenta con el acid y el house¡±, apunta Ricard Robles. El ¨²ltimo atisbo de reinvenci¨®n fue el dubstep a finales de la d¨¦cada pasada, que convirti¨® el drum and bass en algo m¨¢s, aunque sin el efecto diseminador para unos, burbuja para otros, de la f¨®rmula m¨¢gica de David Guetta.
Babelia
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