Exorcismo de demonios familiares
Delphine de Vigan firma un exitoso libro intimista en ¡®Nada se opone a la noche¡¯
¡°?Sabe ese juego de unir con trazos unos puntos numerados para que salga la figura? Pues mi carrera literaria pasaba por fuerza por ese punto si no quer¨ªa acabarse ah¨ª¡±. El n¨²mero maldito del que habla la francesa Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, 1966) es Nada se opone a la noche (Anagrama y Edicions 62, en catal¨¢n), repaso de una intensidad nada afectada de trascendentalismo y florilegios estil¨ªsticos de su feliz familia devastada, cuyo ¡°drama inaugural¡± ser¨¢n las muertes de tres de los ocho hermanos de su madre, el trastorno bipolar de su abuela que hered¨® su hija, el incesto que tambi¨¦n sufri¨® ¨¦sta de joven y su suicidio ya anciana (¡°estaba azul, de un azul p¨¢lido mezclado con ceniza (¡) mi madre llevaba varios d¨ªas muerta¡±), cad¨¢ver que ella descubri¨® y con cuya imagen arranca el libro.
S¨¦ que por las pesquisas fluct¨²o entre periodismoy literatura¡±
Admite que no ha hallado a¨²n las ¡°razones oscuras¡± que la condujeron al tema, pero el exorcismo de los demonios familiares y la muerte de su bella progenitora deb¨ªa venir por las letras, claro, a pesar de que De Vigan ya sabe, tras seis novelas, que ¡°la escritura no responde preguntas ¨ªntimas, ni descubre la verdad, pero su proceso permite hacerse las pesquisas necesarias para acercarse al m¨¢ximo a ella¡±. Por ah¨ª camina Nada se opone a la noche, novela de no-ficci¨®n, que en Francia se ha llevado cinco premios. ?Por qu¨¦ novelar si todo es ver¨ªdico y autobiogr¨¢fico? ¡°Soy una autora de ficci¨®n; s¨¦ que por las pesquisas fluct¨²o entre el periodismo y la literatura, al modo de Truman Capote, o de la Marguerite Duras de El dolor, s¨ª, pero lo que escribo no es la verdad: es mi verdad, mi mirada sobre ella y quiero tener la libertad de aproximarme a los personajes. Me siento m¨¢s cercana al estilo de Emmanuel Carr¨¨re¡±, resume.
Reh¨²sa la autora que en la mirada al ¨¢lbum familiar haya un reproche hacia la generaci¨®n de sus padres y hasta la de sus abuelos por un exceso de libertad (muy de los tiempos) mal entendido, combinado con tradiciones severas. Le interesaba saber todo ello influy¨® en su personalidad y en su enfermedad.
No es la primera vez que la familia, como forma social, mueve a la autora de No y yo (2007) y Las horas subterr¨¢neas (2009). Para ella es el espacio primero que determina al individuo y que hoy adopta formas menos tradicionales que, dice, debe reinventar los valores y c¨®mo hacerlo.
La memoria es nuestra caja negra, y no hace falta escucharlo todo¡±
El ejercicio de memoria, otro leitmotiv recurrente en la obra de la estilizada De Vigan, es el veh¨ªculo con el que se acerca a ella: ¡°La memoria es nuestra caja negra, de la que no hace falta escucharlo todo pero de la que hay que diseccionar y conservar cosas¡±. Entre ellas, la figura de su madre, jovencita reservada, hiperresponsable, de una belleza que le permiti¨® ser cotizada ni?a modelo y cuya primera hospitalizaci¨®n por la enfermedad mental convirti¨®, ese 31 de enero de 1980, a su hija en escritora: ¡°Era escribir para oponerse al v¨¦rtigo¡ Este libro es un homenaje a ella y una catarsis para m¨ª; me importa por su enfermedad y por c¨®mo muere; encarna la fragilidad de la frontera entre la normalidad y la locura, que he abordado en todos mis libros; ¨¦ste, en el que m¨¢s¡¡±. Y tras unos silenciosos segundos, resume: ¡°Soy escritora porque mis padres son, los dos, incomprensibles¡±, dice citando por vez primera a su progenitor, pr¨¢cticamente ausente del libro y por el que firm¨® con pseud¨®nimo, en 2001, su tambi¨¦n autobiogr¨¢fico debut literario, Jour sans fam (sobre una joven anor¨¦xica).
Tras a?os de trabajo rastreando escritos de su madre, cartas, fotos y v¨ªdeos familiares y entrevistando a casi todos su parientes, De Vigan cree que el libro le ha servido para ayudarla a aceptar la idea del suicidio, si bien es consciente de que el episodio de incesto que al parecer habr¨ªa consumado su abuelo sobre su madre ¡°es y seguir¨¢ siendo el gran tab¨² de nuestra familia¡ siempre tendremos que lidiar con la culpabilidad del suicido, quedar¨¢ como una figura misteriosa¡±, reconoce.
Pero ?qu¨¦ puede atraer de Nada se opone a la noche a m¨¢s de 500.000 personas? ¡°Pens¨¦ que ser¨ªa mi texto m¨¢s confidencial, pero se puede entrar desde el tema de la familia, el de la amistad, el de la transmisi¨®n de valores, la sinceridad que destila¡¡±. S¨ª, el dibujo familiar le sali¨® a De Vigan, pulcro, intenso, entra?able, de la uni¨®n de todos los n¨²meros.
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