Otro tropez¨®n de Brian de Palma
Aplausos, abucheos y desconcierto en la presentaci¨®n de 'Passion', la ¨²ltima pel¨ªcula del realizador estadounidense
Descubrir ahora los m¨¦ritos de Brian de Palma (Nueva Jersey, 1940) ser¨ªa un sacrilegio para cualquier cin¨¦filo. El aclamado director de El precio del poder, Vestida para matar, Impacto, El fantasma del para¨ªso, Atrapado por su pasado y Los intocables de Eliot Ness ha sido un t¨®tem del cine desde que pas¨® de la radicalidad de su etapa neoyorquina a los sets de los grandes estudios hollywoodienses. De Palma fue adem¨¢s capaz de crear un sello propio donde el voyeurismo, el sexo, la duplicidad y el onirismo se fusionaban hasta crear una obra que beb¨ªa -sobre todo- de las ense?anzas del maestro Alfred Hitchcock. El sesgo comercial de sus pel¨ªculas y el inter¨¦s de la cr¨ªtica por su personalidad f¨ªlmica, su inteligencia narrativa, su uso de la c¨¢mara (m¨¢s un mir¨®n que un c¨®mplice) y de diversos recursos cinematogr¨¢ficos como la pantalla partida junto con lo -desaforadamente- turbio de sus atm¨®sferas le convirtieron en un referente visual que apasionaba a los amantes de cine de g¨¦nero. Pero adem¨¢s, De Palma fue capaz de moverse a ambos lados de la industria, ya fuera en los circuitos del arte y ensayo o en el de las majors de turno, y de esa combinaci¨®n naci¨® un tipo valiente, capaz de meterle mano a un filme como El fantasma del para¨ªso o de adaptar un libro como Carrie.
Sin embargo, y desde el a?o 2000 (cuando estren¨® su infausta Misi¨®n a Marte) el otrora excelente realizador se ha convertido en una sombra de s¨ª mismo. Solo as¨ª se explica que en los ¨²ltimos 12 a?os haya entregado cuatro filmes tan irregulares (por no decir directamente fallidos) como Femme fatale, La dalia negra, la horrorosa Redacted y, la que hoy nos ocupa, Passion.
En esta ¨²ltima al de Nueva Jersey se le va de las manos un relato aparentemente convencional en el que una ejecutiva de cuentas de una agencia publicitaria y su jefa pasaren de tontear con el sexo a hacerse la vida imposible. La pel¨ªcula, un remake de un filme franc¨¦s, Crime d'amour, que se estren¨® en 2010 y que protagonizaban Kristin Scott Thomas y Ludivine Sagnier, sustituye Par¨ªs por Berl¨ªn y a las mencionadas actrices por las muy de moda Noomi Rapace y Rachel McAdams (salida una del taquillazo Prometheus y la otra de la secuela de Sherlock Holmes). Lamentablemente Rapace no parece exhibir seguridad alguna en su personaje y deambula a lo largo del metraje abusando de la fragilidad del mismo hasta convertirlo en un espantap¨¢jaros. A McAdams le va algo mejor en el papel de la mandam¨¢s manipuladora que seducir¨ªa a un caim¨¢n si ello le reportara beneficios. Lo malo es que la tensi¨®n debe exudar de dos polos a un tiempo para poder ser calificada como tal y en el filme de De Palma solo McAdams parece estar dispuesta a poner toda la carne en el asador.
Por si esto no fuera poco h¨¢ndicap a la hora de empaquetar una pel¨ªcula que se basa en la relaci¨®n entre v¨ªctima y depredador, el estilo visual del realizador ha pasado de audaz a trasnochado e incluso sus trucos de c¨¢mara marca de la casa carecen de efectividad alguna. Y a eso sumamos su abuso del tono alucinatorio (los sue?os dentro de sue?os), lo rid¨ªculo del giro final (hay tantos cabos sueltos que aquello parece un velero navegando sin el palo mayor) y el pobre trabajo musical de su colaborador habitual Pino Donaggio, aqu¨ª transmutado en una especie de Bernard Hermann grandilocuente que subraya la trama como si estuvi¨¦ramos viendo V¨¦rtigo, el resultado final es una pel¨ªcula pobre, risible en ocasiones (esas peripecias de la sufrida secretaria y su m¨®vil con las que se oyeron algunas carcajadas en el patio de butacas), inconexa y sin alma. Un filme inexplicable para un hombre que ha demostrado sobradamente gozar de un talento singular para la construcci¨®n de tramas y un ojo maravilloso para la direcci¨®n de actores. Si adem¨¢s tenemos en cuenta que De Palma llevaba desde 2007 sin hacer ninguna pel¨ªcula y que su acariciado proyecto con Robert DeNiro para llevar a cabo una precuela de Los intocables se encuentra en el limbo de las pel¨ªculas sin due?o el futuro no parece demasiado prometedor. Pero, cierto es tambi¨¦n, que quien tuvo retuvo y el m¨²sculo de De Palma sigue ah¨ª, en alguna parte, esperemos que -por su propio bien- lo encuentre lo m¨¢s pronto posible.
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