Discos sin disco y libros en directo
La crisis de ventas y el avance del formato digital empujan a la industria cultural y a los autores a buscar soluciones cada vez m¨¢s creativas para vender el producto
Al fin y al cabo no es mucho: 10 euros. Pero el valor simb¨®lico es bastante m¨¢s alto. Porque el premio se obtiene por descargarse un disco. En concreto Universi Piccolissimi (Universos peque?¨ªsimos), el nuevo ¨¢lbum de la banda italiana The Perris. S¨ª, han entendido bien. A partir del 19 de septiembre podr¨¢n entrar en la web del grupo, bajarse el disco gratuitamente y recibir adem¨¢s en regalo el dinero. Algo as¨ª como si fueran a una tienda, se llevaran un vinilo y, antes de irse, el empleado sacara la cartera y les pagara por su visita.
La oferta tiene, eso s¨ª, dos condiciones. La cifra es en realidad un bono regalo que solo se puede usar en Amazon e iTunes. Y estar¨¢ disponible hasta ¡°el agotamiento de los recursos (econ¨®micos)¡±, como reza la p¨¢gina web de The Perris. Con su provocaci¨®n, el grupo explica que busca lanzar el mensaje opuesto: ¡°La m¨²sica hay que comprarla, porque quien la produjo invirti¨® tiempo y dinero¡±.
La idea de los italianos es la en¨¦sima novedad en la promoci¨®n de la oferta cultural. La afirmaci¨®n de Internet como veh¨ªculo para llegar r¨¢pida y econ¨®micamente a miles de personas, junto con el dram¨¢tico desplome en la venta de libros y (sobre todo) discos, parece haber llevado artistas y creadores a buscar soluciones cada vez m¨¢s originales para lanzar su ¨²ltimo producto.
De tr¨¢ilers de libros como 1Q84, del japon¨¦s Haruki Murakami, a discos asociados con aplicaciones interactivas para m¨®viles, como Biophilia de Bj?rk, el bando para el formato m¨¢s creativo ya est¨¢ abierto.
Desde hace dos d¨ªas, la escritora brit¨¢nica Silvia Hartmann se ha inscrito en la competici¨®n. Tanto lleva con su nueva novela, The dragon lords (Los se?ores del drag¨®n). Pero ya consta de dos partes y 13 cap¨ªtulos. Para saberlo no hace falta hablar con la autora sino entrar simplemente en el borrador de la novela: Hartmann est¨¢ escribiendo su libro online, en Google Docs, un espacio accesible a cualquier usuario.
All¨ª la autora va guardando sus avances o, como ayer, sus notas: ¡°Estaba escribiendo felizmente, pero luego recib¨ª una llamada. Y otra. Y luego desayun¨¦. Otra llamada y una entrevista. Y ahora tengo que prepararme para una cita. As¨ª es la vida de un escritor¡¡±. De hecho, y con suerte, es posible abrir el borrador y encontrarse con nuevas frases y p¨¢rrafos que van apareciendo y llenando el blanco en tiempo real.
¡°Pr¨¢cticamente hay 50 tipos vigil¨¢ndome y viendo cualquier error de tecleo, cualquier borr¨®n y todas las veces que cambio de idea¡±, cuenta Hartmann. Aunque la mirada indiscreta de los lectores no parece preocuparle excesivamente: ¡°Tener a gente contest¨¢ndote y ley¨¦ndote sobre la marcha te conecta m¨¢s con ellos¡±.
Una conexi¨®n m¨¢s directa con su p¨²blico busca tambi¨¦n Andreu Mart¨ªn. En su web andreumartin.com, el autor catal¨¢n ha publicado dos obras in¨¦ditas, la novela La vida es dura y el libro de relatos Ni?os muerden perros, solo en formato digital, y est¨¢ recuperando todo su fondo, en parte descatalogado. ¡°He decidido editar mis propios libros electr¨®nicos sin intermediarios como reacci¨®n a la praxis de muchas editoriales que condenan el autor al ostracismo¡±, aseguraba el autor a este diario en abril.
El de Mart¨ªn no es un caso aislado. M¨¢s del 20% de las licencias de ISBN (una suerte de carnet de identidad de un libro) que se emiten en Espa?a son para obras digitales. Mientras, el n¨²mero de libros impresos baj¨® en 2011 un 24,4% respecto al a?o anterior.
La venta de discos en cambio lleva 12 a?os consecutivos cayendo. S¨ª crecieron los ingresos debidos a la m¨²sica digital: un 7,5%, durante el primer semestre de 2012, seg¨²n Promusicae. Y, como ulterior prueba de que el soporte f¨ªsico ha perdido importancia en favor de la Red, un estudio de la consultora Nielsen afirm¨® recientemente que por primera vez el medio preferido por los j¨®venes estadounidenses para escuchar canciones es YouTube.
Digital y real sin embargo no se excluyen mutuamente. A veces se mezclan, o uno lleva al otro. En 2007, el grupo brit¨¢nico Radiohead sac¨® a la venta su nuevo disco In rainbows. Al principio, el ¨¢lbum solo estaba disponible online, y cada cual pod¨ªa pagar por la descarga el dinero que quisiera. En un segundo momento, la banda edit¨® tambi¨¦n el disco en soporte f¨ªsico. Y vendi¨® miles de copias.De hecho, The Perris tiene el mismo proyecto, en cuanto termine la operaci¨®n ¡°scomercial¡±, como la llama el grupo.
Trasladado al mundo editorial, es lo que ha hecho este a?o Ediciones B. La editorial ha fichado a cinco autores autoeditados en la Red para llevarlos al papel. Y ha sido tambi¨¦n de las primeras editoriales en volcarse en la venta de e-books. ¡°El sector ha cambiado. Y la gente tambi¨¦n, por lo que buscas nuevas formas de llegar al consumidor¡±, asegura Ilu V¨ªlchez, directora de marketing online de Ediciones B.
V¨ªlchez niega que esta hiperactividad creativa merme la calidad de un libro. Porque entre tantos decorados y soluciones innovadoras se podr¨ªa sospechar que se deje de un lado lo m¨¢s importante: es decir, el propio texto: ¡°Si tienes un buen producto puedes hacer una buena aplicaci¨®n o un buen tr¨¢iler. Pero no al rev¨¦s. Porque no puedes basar tu producto en la idea: podr¨ªa perderse en el olvido y a los seis meses haber desaparecido¡±.
Por ambas, idea y contenido, ha apostado Beck. El 7 de diciembre el m¨²sico sacar¨¢ su nuevo disco. Aunque sin disco. Y sin discogr¨¢fica sino con una revista. McSweeney¡¯s publicar¨¢ en EE UU partituras, notas y letras de las 20 canciones de Song Reader. Es decir, que hasta se innova en la escucha: para tararear en la ducha, ahora hace falta saber de solfeo.
Babelia
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