Redacci¨®n
'The Newsroom' merec¨ªa la expectaci¨®n creada en torno a su estreno, que fue esta semana
The Newsroom,la serie que ha irrumpido ahora aqu¨ª a trav¨¦s de Canal +, merec¨ªa la expectaci¨®n creada en torno a su estreno, que fue esta semana. El periodismo, que algunos dan por muerto sin que se haya visto su cad¨¢ver, desata pasiones hasta entre los periodistas. Es un oficio al que nosotros mismos no le damos la importancia que tiene, y ello convierte a los periodistas en paseantes c¨ªnicos por las aceras de la realidad.
As¨ª que cuando una serie de televisi¨®n, de procedencia norteamericana, como algunos ejemplos impagables del mejor periodismo, se propone rendir homenaje al oficio encarn¨¢ndolo en seres cre¨ªbles y entusiastas, los que somos del oficio tenemos que ponernos ante la pantalla para ver si al fin los personajes que nos representan no son histri¨®nicos malvados que buscan sangre entre las flores sino, como dice Richard Ford, flores en las grietas.
Lo que se encuentra ah¨ª, en esta nueva creaci¨®n de Aaron Sorkin (el creador de El ala oeste de la Casa Blanca, entre otras creaciones de primera plana), es periodismo de veras, exagerado en su proceso por la necesidad evidente de crear tensi¨®n donde la televisi¨®n ha de buscarla para mantener al telespectador atento a la pantalla. Lo logra Sorkin con un artefacto, la realidad, sublimada hasta los extremos de la ficci¨®n. A partir de un suceso, la explosi¨®n de pozos de petr¨®leo en el golfo de M¨¦xico el 20 de abril de 2010, hizo girar Sorkin esta primera trama. La historia paralela es el desarrollo de la histeria profesional de un periodista de televisi¨®n (interpretado por Jeff Daniels) que se niega a aceptar a la productora que esa misma noche de su estreno azaroso convierte su programa en un show informativo extraordinario. El uso de una historia real para atrapar al espectador, que en alg¨²n momento siente que todo lo que ve es ficci¨®n, precisa de una enorme destreza. En La fiesta del chivo lo consigui¨® Mario Vargas Llosa. Ya se sab¨ªa qu¨¦ iba a pasar con el dictador Trujillo, pero el novelista peruano consigui¨® darle a la historia el sobrecogimiento de la ficci¨®n. Sorkin lo logra aqu¨ª; esa impronta nos hace esperar (y no solo a los periodistas) un excelente retrato (desfigurado: es inevitable) del que Garc¨ªa M¨¢rquez dice que es el oficio m¨¢s bello del mundo.
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