El drama de los ni?os robados, convertido en miniserie de ficci¨®n
Antena 3 emite hoy el primer cap¨ªtulo de un relato basado en hechos reales
Hubo un tiempo no muy lejano en que a cientos de madres les fueron arrebatados sus hijos inmediatamente despu¨¦s de haberlos parido. Les ocurri¨® a muchas mujeres republicanas durante las d¨¦cadas negras de la dictadura franquista. Pero tambi¨¦n sucedi¨® lo mismo durante la transici¨®n a la democracia. Tales pr¨¢cticas delictivas y otras similares perduraron hasta 1987. En ese a?o fue promulgada una Ley de Adopci¨®n que impidi¨® los tejemanejes de las tramas que estaban tras el fen¨®meno del robo de ni?os a sus madres biol¨®gicas para ser entregados a matrimonios (inf¨¦rtiles en su mayor parte). Un episodio hist¨®rico tan oscuro, que empez¨® a aflorar a la opini¨®n p¨²blica hace solo cuatro o cinco a?os, es el argumento de la miniserie Historias robadas que hoy tiene previsto estrenar Antena 3 en horario de prime time.
Los juzgados de toda Espa?a tienen en sus manos m¨¢s de 1.000 denuncias de personas que aseguran haber sido v¨ªctimas de las redes de adopciones ilegales. Los progresos habidos en la investigaci¨®n son muy escasos, en muchos casos por las dificultades de hallar testigos y documentos que prueben los hechos. Las asociaciones de v¨ªctimas se quejan con frecuencia del desinter¨¦s del Gobierno para aportar medios legales y materiales que faciliten esta labor investigadora.
Entre los denunciantes hay mujeres que en su d¨ªa dieron a luz siendo solteras o parejas con pocos recursos o j¨®venes que engendraron a un ni?o como fruto de relaciones sentimentales ad¨²lteras o no legalizadas... Hubo un d¨ªa en que alguien decidi¨® que estas personas no eran dignas de ser padres o madres y, en su lugar, decidieron quitarles a sus criaturas y entreg¨¢rselas a matrimonios con m¨¢s dinero y, sobre todo, con s¨®lidos principios cat¨®licos. Curas y monjas, secundados por ginec¨®logos afines, montaron un entramado, una especie de telara?a, que decidi¨® enderezar este error de la naturaleza. O dicho de otra forma, enderezar las l¨ªneas torcidas escritas por Dios.
El protagonista es un gemelo que fue separado de su hermano al nacer
Hay mujeres que aseguran que hace 25 o 30 a?os trajeron al mundo gemelos y que alguien les quit¨® a uno de los dos ni?os para d¨¢rselo en adopci¨®n a otro matrimonio. En su momento, los m¨¦dicos o las monjas enfermeras les dijeron a las parturientas, con mucha afectaci¨®n, que uno de sus hijos hab¨ªa fallecido. Y la madre y su esposo se limitaron a sufrir en silencio, adem¨¢s de verse obligados a creer sin rechistar a esos m¨¦dicos y a esas monjas aun sin ver el cad¨¢ver del beb¨¦. Curas, religiosas y m¨¦dicos eran gente muy relevante en aquel periodo de 1975 a 1987 marcado todav¨ªa por el nacionalcatolicismo.
A partir de este hecho, Eva Cruz y Carlos Cruz han ideado una miniserie producida por Antena 3 Films y BocaBoca Producciones. La serie, de dos cap¨ªtulos, est¨¢ protagonizada por Rodolfo Sancho, que interpreta un doble papel: el de Juan y el de su hermano gemelo Alejandro, los hijos de Charo (encarnada en la ficci¨®n por Julieta Serrano), a la que le robaron a uno de ellos nada m¨¢s traerlo al mundo.
Rodolfo Sancho est¨¢ secundado por Lara Grube, la joven actriz que interpreta aqu¨ª a la abogada Blanca, y entre ambos surgir¨¢ el amor en el curso de sus investigaciones. Precisamente esta concesi¨®n al melodrama en medio del drama es quiz¨¢ lo que menos me gusta de esta miniserie. Introduce un elemento que distrae al espectador y resta credibilidad al relato.
Juan Pe?a, uno de los gemelos, es el hilo conductor de la narraci¨®n. Es ¨¦l, un chico atractivo y algo macarra, de familia trabajadora, quien se mueve para averiguar qu¨¦ hay de cierto en la obsesi¨®n de su madre por aclarar si el gemelo de Juan muri¨® al nacer, hace muchos a?os atr¨¢s. Ese supuesto fallecido lleva el nombre de Alejandro de las Matas y fue adoptado por un matrimonio adinerado al que dan vida en la pantalla Helio Pedregal y Mercedes Sampietro.
En t¨¦rminos generales, la miniserie es correcta, aunque peca de cierto manique¨ªsmo al simplificar tanto los personajes que convierte en unos malvados sin paliativos tanto al padre usurpador ¡ªun ex alto cargo del Ministerio de Sanidad¡ª como al ginec¨®logo (Miguel Rell¨¢n) que es pieza fundamental en la red de adopciones ilegales. El formato y el lenguaje televisivo obligan, probablemente, a simplificar en demas¨ªa la complejidad y los matices de la realidad. Sin embargo, la miniserie conseguir¨¢ previsiblemente mantener la atenci¨®n del espectador.
Antena 3 har¨¢ esta noche una apuesta fuerte por este drama de los ni?os robados. No solo emitir¨¢ (22.30) el primero de los dos cap¨ªtulos de esta miniserie, sino que complementar¨¢ el espacio con el reportaje especial Sor Mar¨ªa. Se trata de un trabajo, ya emitido el pasado junio, sobre la red en la que presuntamente estaba integrada sor Mar¨ªa G¨®mez Valbuena, una hija de la Caridad que trabajaba de asistente social en la maternidad de Santa Cristina de Madrid.
Sor Mar¨ªa, que aparece mencionada una y otra vez por las familias denunciantes, es una de las escasas imputadas por la justicia, tras ser hallada la madre biol¨®gica de una ni?a supuestamente dada en adopci¨®n por esta religiosa, hoy ya octogenaria.
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