El fot¨®grafo vuelve siempre al lugar de los hechos
David Goldblatt recogi¨® en sus im¨¢genes el apartheid y ahora presenta retratos de criminales en la escena del delito
Parece un hombre amable y pac¨ªfico, pero es de fibra dura y lenguaje directo. David Goldblatt (Randfontein, Sud¨¢frica, 1930) es uno de los grandes de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea. Sus reveladoras im¨¢genes de la ¨¦poca del apartheid en su pa¨ªs siguen reflejando las aristas astilladas y perfiles m¨¢s vibrantes de un conflicto que sigue revolviendo las tripas de este testigo, de este activo pensador a trav¨¦s de la imagen. A pesar de su constante seguimiento de la realidad m¨¢s cruda de Sud¨¢frica, Goldblatt siempre rehus¨® vincularse a ning¨²n partido pol¨ªtico o utilizar sus im¨¢genes para fines de activismo. Ahora expone en Madrid su serie titulada Ex offenders, retratos de delincuentes y asesinos en la escena del crimen. Una forma de comprender lo que los llev¨® a terminar en la c¨¢rcel y sus intentos de continuar su vida al salir de all¨ª.
PREGUNTA. ?C¨®mo eligi¨® a los retratados para Ex offenders y de qu¨¦ forma se desarroll¨® el proyecto?
RESPUESTA. Fue a trav¨¦s de una organizaci¨®n que trabaja con gente encarcelada. Me present¨¦ a ellos, les expliqu¨¦ que me interesaba contactar con gente que hab¨ªa tenido problemas con la ley y luego hacer fotos en la escena del crimen. Les ofrec¨ª firmar un acuerdo para poder utilizar las fotos y publicarlas, le pagu¨¦ a cada uno alrededor de 80 euros y me compromet¨ª a no ganar dinero con ellas. Las expongo y, quitados todos los gastos, el resto va a esta asociaci¨®n de ayuda a los presos. Decid¨ª que cualquiera que estuviera de acuerdo con estas condiciones ser¨ªa fotografiado, no importa que fuera un asesino o que estuviera preso por robar una barra de pan.
P. ?Por qu¨¦ cree que estas personas aceptaron?
R. No creo que pensaran que algo as¨ª los podr¨ªa ayudar, pero cuando empezamos el trabajo y entendieron que yo no era un juez, ni un polic¨ªa, ni un trabajador social o un activista, sino que simplemente quer¨ªa escuchar su historia sin juzgarla, se abrieron y me contaron su vida. Tal vez algunos mintieran, pero eso es parte de su testimonio tambi¨¦n, yo no he comprobado los datos.
P. ?C¨®mo lleg¨® a esa posici¨®n vital como fot¨®grafo? ?Desarroll¨® esta actitud a ra¨ªz de alguna experiencia en sus inicios?
R. De joven me enfrent¨¦ a algunas situaciones en las que no fui totalmente honesto con las personas que fotografi¨¦. Y me tom¨® algunos a?os llegar a la conclusi¨®n de que si quer¨ªa trabajar en esta profesi¨®n deb¨ªa ser totalmente abierto y franco.
P. ?Sus im¨¢genes hablan por s¨ª solas?
P. No. Mis fotograf¨ªas necesitan palabras. No son objetos preciosos ni obras de arte que puedas poner en un museo sin explicaciones. Mis fotograf¨ªas son de gente real, situaciones reales y temas reales, que son importantes para m¨ª y tal vez para los sudafricanos. Para que estos asuntos queden claros no tengo problema en a?adir palabras que digan al espectador qu¨¦ es lo que ven.
P. ?Trabaja mucho con el encuadre, la composici¨®n o es impulsivo? ?Hay una intenci¨®n est¨¦tica?
R. Es dif¨ªcil de explicar. A veces se trata de ver algo, de reconocerlo, de estar entusiasmado y provocado por su existencia. Si tengo suerte y todo funciona hay una relaci¨®n entre esa persona, cosa o lugar. Es en parte algo instintivo, pero tambi¨¦n un instante de reconocimiento de algo en la realidad, es en parte intelectual y deleite visual. Hay sensualidad y sexualidad implicadas. Si tengo suerte, todo esto se junta. Sucede.
P. Como hombre y como fot¨®grafo ser¨¢ recordado por el tiempo que vivi¨® y por c¨®mo lo dej¨® reflejado. ?C¨®mo ve hoy toda esa etapa del apartheid?
R. No debe olvidar que sigo estando en el medio de este tiempo, de esta ¨¦poca. No hemos acabado con el apartheid, estamos todav¨ªa en el posapartheid. Un momento que todav¨ªa carga con gran parte del peso y de la mierda del apartheid. Nos tomar¨¢ al menos cincuenta a?os o m¨¢s limpiar el sistema, evacuar lo m¨¢s negativo. Seguimos viviendo tiempos convulsos en Sud¨¢frica. Yo no hago fotos de noticias. Las cosas que me interesan est¨¢n detr¨¢s de la noticia. Hace mucho tiempo, me di cuenta de que yo no pod¨ªa ser un reportero gr¨¢fico. Soy demasiado cobarde, me da miedo la violencia y tampoco es que los acontecimientos me interesen por s¨ª solos. Los sucesos son siempre consecuencia de algo que ha sucedido antes y son esas condiciones anteriores las que me suelen interesar. S¨ª, he sentido de vez en cuando que es muy dif¨ªcil saber si lo que estoy haciendo tiene inter¨¦s porque he estado rodeado por grandes y terribles acontecimientos, mientras a m¨ª me preocupaban ciertas minucias. Peque?eces. Hay que aceptar las propias limitaciones. Soy limitado. A veces resulta complicado mantener el foco en lo que est¨¢s haciendo porque parece una p¨¦rdida de tiempo, algo trivial.
P. En lo formal, ?se considera un fot¨®grafo m¨¢s bien cl¨¢sico o innovador?
R. No soy innovador ni creativo. Desde 1948, cuando empec¨¦ a hacer fotos, hasta hoy hay una l¨ªnea recta. He perfeccionado la t¨¦cnica, me fijo en muchas cosas distintas, pero fundamentalmente y por debajo de todo aquello, siempre prest¨¦ atenci¨®n a lo mismo: los valores humanos. Lo que la gente valora, c¨®mo gestiona esos valores y, sobre todo, c¨®mo los expresan.
P. La fotograf¨ªa se consider¨® mucho tiempo como la prueba de la verdad. ?Qu¨¦ opina sobre los excesos de la manipulaci¨®n de la imagen que hay actualmente? ?Hay una crisis de la verdad fotogr¨¢fica?
R. Creo que eso es una gilipollez. La fotograf¨ªa siempre ha sido manipulada, desde sus inicios. El encuadre, la exposici¨®n, el diafragma, la iluminaci¨®n, lo que sucede en el laboratorio¡ Todas las decisiones que hace un fot¨®grafo en ese instante manipulan la realidad. Hoy, en la fotograf¨ªa digital, el ordenador permite una manipulaci¨®n extrema. No creo que la fotograf¨ªa haya contado nunca la verdad en sentido absoluto. Y tampoco creo que haya dejado de decir la verdad. Hay verdad en la fotograf¨ªa porque es un simple mecanismo ¨®ptico y el¨¦ctrico que permite captar lo que sucede. Y puedes usarlo como te parezca.
P. Ex offenders es una serie en blanco y negro. ?En qu¨¦ circunstancias usa el color en sus fotograf¨ªas?
R. Trabaj¨¦ como fot¨®grafo profesional muchos a?os, para revistas, publicidad o empresas, y lo hice en color desde el principio, en 1963, hasta que lo dej¨¦, en 1998. En mi trabajo personal durante los a?os del apartheid todo lo hice en blanco y negro. El color me parec¨ªa demasiado suave o complaciente para acontecimientos tan dram¨¢ticos. Estuve trabajando en un proyecto que me llev¨® 15 a?os, hasta 1998, cuatro a?os despu¨¦s del fin del apartheid. Y entonces sent¨ª que mi trabajo personal deb¨ªa ser m¨¢s expansivo para celebrar esa situaci¨®n. Y empec¨¦ a fotografiar en color con mucho gusto hasta hace poco. Ahora estoy trabajando en tres proyectos que requieren el blanco y negro. Primero porque lo disfruto tanto como el color. Y me apetec¨ªa. Pero tambi¨¦n porque estoy muy furioso con lo que sucede ahora en Sud¨¢frica, y el blanco y negro es el medio id¨®neo para reflejarlo. Muchos de los Ex offenders no ten¨ªan por qu¨¦ haber terminado como criminales. En Espa?a est¨¢n pasando ahora por algo que nosotros hemos tenido durante muchos a?os, altas tasas de desempleo del 25% o 30%. En algunas regiones hemos tenido el 90% de paro. Los j¨®venes estaban jodidos. No ten¨ªan nada, ni posibilidades de conseguirlo. Cometen un robo, despu¨¦s otro, drogas, violencia, asesinato y violaciones. Eso me enfurece. No porque piense que toda esta gente es inocente, pero s¨ª que muchos terminaron siendo criminales porque no tuvieron otra alternativa. Este tipo de asuntos requiere el blanco y negro.
P. Usted naci¨® y ha vivido siempre en Sud¨¢frica. Su trabajo est¨¢ centrado solo en ese pa¨ªs. ?Por qu¨¦?
R. Siento que no puedo reflejar otro pa¨ªs en el que no haya nacido y vivido, en el que no pueda sentir en los huevos, en las tripas, que entiendo lo que pasa. He viajado por todo Sud¨¢frica y tengo buena idea de lo que sucede. No puedo presumir de venir a Espa?a y hacer fotos que escapen de lo superficial. Hice unas hace a?os para el Macba que estuvieron bien, pero no creo que fuera un trabajo con profundidad.
David Goldblatt. Ex offenders. Galer¨ªa Elba Ben¨ªtez. San Lorenzo, 11. Madrid. Hasta el 3 de noviembre.
Babelia
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