Un ¡®talent show¡¯ posterior a Susan Boyle
En 'La Voz' los jurados no ven a los concursantes en las ¡°audiciones ciegas¡±
Lleva raz¨®n David Bisbal. El programa La Voz, en el que ahora ¨¦l ejerce de jurado, es completamente diferente a aquella Operaci¨®n Triunfo que frecuent¨®, con excelente provecho, en la ya remota temporada 2001-2002. Una d¨¦cada para la caja tonta viene a ser como el lapso de tiempo que separa al pleistoceno del mioceno: una barbaridad, vamos. S¨ª, tambi¨¦n La Voz, como OT, es un talent show, como se les llama ahora (que no en tiempos de OT? por lo menos en Espa?a): un concurso para medir la categor¨ªa art¨ªstica de los participantes. S¨ª, tambi¨¦n La Voz, como OT, es como una novela de formaci¨®n, desde las audiciones previas fuera de antena a cerca de 10.000 aspirantes hasta la actual fase de selecci¨®n de los 56 artistas que integrar¨¢n los cuatro equipos ¡ªcada uno de ellos adscrito a un coach de renombre: Melendi, Mal¨², Rosario y David Bisbal¡ª y de ah¨ª, por sucesivas dolorosas eliminaciones, hasta la elecci¨®n de La Voz Triunfadora. S¨ª, tambi¨¦n La Voz, como OT, tiene sus buenas dosis de reality, con los familiares y amigos sufriendo en la sala de espera y retazos de biograf¨ªas de los cantantes que no siempre se intuyen felices.
Pero La Voz es un talent show posterior a la era Susan Boyle. Los jurados no ven a los concursantes en las justamente llamadas ¡°audiciones ciegas¡±, solo escuchan sus pasos cuando suben a escena ¨CDavid Bisbal trataba a partir de ah¨ª de adivinar el sexo- y luego la canci¨®n que interpretan. Les ver¨¢n solo cuando aprieten el bot¨®n y el sill¨®n les encare, cosa que querr¨¢ decir adem¨¢s que se comprometen a ficharles. No est¨¢ mal el invento. Aquellas risitas, aquellas ca¨ªdas de ojos, aquellos codazos ante la facha puritana de la pobre Susan Boyle quedan aqu¨ª suprimidos de un plumazo, lo que no quiere decir que desaparezca el factor sorpresa. Melendi, el jurado que m¨¢s se ha precipitado apretando el bot¨®n en las dos entregas del programa emitidas hasta ahora en Espa?a, fich¨® a la sevillana Mercedes y cuando se gir¨® se encontr¨® con una mujer de 66 a?os: supo aguantar bien el primer plano, pero no se esperaba un factor de la edad tan contundente.
Por lo dem¨¢s, este talent show de ¨²ltima generaci¨®n pone en escena un elaborado juego de espejos del que carec¨ªan sus predecesores. Aqu¨ª si los cuatro jueces aprietan un¨¢nimemente sus respectivos botones ante la excelencia incuestionable de una voz se convierten autom¨¢ticamente en sujetos pasivos del juicio del concursante, pues este tiene derecho a escoger el equipo del que formar¨¢ parte y lo har¨¢ por afinidad art¨ªstica con el coach. David Bisbal y Rosario fueron quienes concitaron mayores consensos en este apartado y aunque el pique entre artistas sea fingido no se descarta que en sucesivas entregas pueda llegar a tener alg¨²n viso de realidad. Desde luego, al espectador le queda reservado el gustazo de juzgar con igual impunidad a los concursantes que a los artistas consagrados. Vaya aqu¨ª mi voto para Rosario, la m¨¢s reflexiva a la hora de ofrecer sus valoraciones. Mal¨² fue en cambio las m¨¢s dubitativa, pendiente de si los otros pulsaban el maldito bot¨®n o no.
Es todav¨ªa demasiado pronto para juzgar la cosecha. Los equipos est¨¢n en fase de configuraci¨®n y tiempo habr¨¢ para saber m¨¢s de ellos, pero s¨ª se puede avanzar una impresi¨®n general: en este pa¨ªs todav¨ªa se canta. Por gusto o para ahogar las penas, por ganas de cambiar de vida o por las de hacerse con un p¨²blico fiel, por verdadero sentimiento de arte o por ansias de forrase, pero en este pa¨ªs todav¨ªa se canta. Y a la gente le gusta escuchar a los que cantan: el primer programa consigui¨® audiencias r¨¦cord, casi 4.600.000 espectadores, un 30,6% de share. La gente escucha por gusto, o para olvidar las penas, o porque querr¨ªa cambiar de vida y no sabe c¨®mo hacerlo y entonces, para no apenarse, escucha a alguien cantar una canci¨®n.
Se trata de una f¨®rmula de ¨¦xito, concebida en Holanda y que ha dado excelentes resultados en Estados Unidos y M¨¦xico, donde ya va por la segunda temporada, con Miguel Bos¨¦ y Paulina Rubio en el jurado (en la primera particip¨® Alejandro Sanz y el propio Bisbal ejerci¨® de consejero). Un formato muy elaborado en posproducci¨®n y muy variado: en ocasiones es el equipo del programa el que se desplaza hasta el lugar donde se halla el concursante para comunicarle por sorpresa que ha resultado seleccionado en el casting. A Mercedes, la veterana fichada por Melendi, la encontraron as¨ª en la peluquer¨ªa de sus hijas en Sevilla, a la que acude cada tarde a peinarse. La Espa?a que no cambia.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.