Letras mexicanas que miran m¨¢s all¨¢ de la narcoliteratura
La revista ¡®Granta¡¯ presentar¨¢ en el Hay de Xalapa (M¨¦xico) a escritores de la ¡®no violencia¡¯ Varios de esos autores hablan sobre el eclipse editorial y medi¨¢tico a la literatura de toda la vida
Siempre ha estado ah¨ª pero, en los ¨²ltimos a?os, se ha visto eclipsada por la repercusi¨®n medi¨¢tica y editorial de la violencia y el narcotr¨¢fico. La literatura mexicana nunca se ha desprendido de los temas eternos: amor, muerte, ambici¨®n, venganza y la exploraci¨®n de la condici¨®n humana en sus m¨²ltiples vertientes. Es verdad que el contexto influye en la obra de los autores, pero la mayor¨ªa ha elegido la ficci¨®n m¨¢s all¨¢ de la realidad despiadada y desalmada para adentrarse en otros mundos, aunque parezca que los mexicanos solo escriben de violencia. Una especie de forzado duelo tem¨¢tico: narcoliteratura contra no-narcoliteratura.
¡°No puedo concebir un pa¨ªs cuya literatura est¨¦ ocupada por un solo tema: la cr¨®nica del narco. Ser¨ªa extra?¨ªsimo, una especie de c¨¢rcel mental¡±, se?ala la escritora Ver¨®nica Murgu¨ªa (M¨¦xico, 1960). ¡°Vivir aqu¨ª equivale a pensar mucho en el narcotr¨¢fico, pero no necesariamente escribir de ello. Me parece normal que haya escritores que se ocupen de otros asuntos en otros registros¡±.
Para ella, hablar hoy de ¡°la otra literatura¡± en M¨¦xico no es nuevo. ¡°En el siglo XX, por ejemplo, hubo una obsesi¨®n por la novela de la Revoluci¨®n. Pero tambi¨¦n se tocaron otros temas. Hugo Hiriart escribi¨® Galaor, una novela de caballer¨ªa. Juan Jos¨¦ Arreola recre¨® a poetas medievales. Francisco Tario escribi¨® una literatura fant¨¢stica inclasificable. Las novelas de Alberto Ruy S¨¢nchez ocurren en Marruecos. Y ahora hay m¨¢s escritores que experimentan en otros mundos¡±.
Ver¨®nica Murgu¨ªa trabaja en un libro sobre la peste de 1349 en Europa
Valeria Luiselli (M¨¦xico, 1983) public¨® el a?o pasado su primera novela, Los ingr¨¢vidos, ¡°una historia sobre existencias fantasmales llena de melancol¨ªa y humor¡± que transcurre en M¨¦xico y Nueva York, y se opone a la idea de que en su pa¨ªs existan dos literaturas. ¡°No creo que haya polaridad narco contra no-narco; pero es interesante que ahora una revista como Granta decida publicar un n¨²mero con textos que no toquen exclusivamente ese tema, ni ninguno en particular¡±.
Granta en espa?ol presenta en el festival Hay de Xalapa su d¨¦cimo tercer n¨²mero, en el que ha reunido a un grupo de autores de diferentes generaciones que constituye una muestra representativa de ¡°la otra cara de las letras mexicanas¡±. Hugo Hiriart, ?lvaro Uribe, Pablo Soler Frost, Valeria Luiselli, Guadalupe Nettel o Ver¨®nica Murgu¨ªa presentan cuentos in¨¦ditos o fragmentos en proceso de escritura donde no predomina el narcotr¨¢fico. En consonancia, la revista ha sacado de los archivos de Roberto Bola?o dos in¨¦ditos: una Autobiograf¨ªa y el Manifiesto infrarrealista. Aurelio Major y Valerie Miles, directores de la publicaci¨®n, explican que ¡°estas colaboraciones de escritores mexicanos pueden inscribirse, para simplificar, en otra tradici¨®n de la literatura mexicana. Uno de los objetivos del n¨²mero es contrastar esta tradici¨®n con la imperante boga de escritores que abordan la violencia y asuntos colaterales aunque sea con tratamientos muy diversos pero que distorsionan la recepci¨®n de la literatura mexicana¡±.
Ver¨®nica Murgu¨ªa ha escrito cuentos y novelas para ni?os y j¨®venes. En los ¨²ltimos a?os, sin embargo, ha estado trabajando en una novela ¡°que aborda el tema de la peste en 1349, el verano del segundo a?o de la llegada de la epidemia a Europa, el peor en el aspecto espiritual pues la gente ya conoc¨ªa los efectos de la enfermedad¡±. Se llama El cuarto jinete y, precisamente, en esta edici¨®n de Granta publica un cap¨ªtulo protagonizado por un flagelante, ¡°miembro de una secta temible, ingenua y violenta, surgida de un desamparo material y espiritual¡±.
Por su parte, Luiselli ofrece un fragmento de su nuevo proyecto literario: Arboleda de los enfermos. ¡°La narradora de la novela hace referencias a un ensayo que se llama Pinche Tiresias, pinche Teresa y pinches todos. Tiresias es un profeta ciego, andr¨®gino, personaje fundamental de la mitolog¨ªa griega. Y Teresa es una monja sorda espa?ola del siglo XV. En la novela, ambos son figuras m¨¢s bien picarescas que entran y salen de la trama central¡±.
La obra de Hugo Hiriart (Ciudad de M¨¦xico, 1942) es tragic¨®mica. Sus novelas, sus obras de teatro, sus ensayos, siempre han sido uno de los mejores ejemplos del sentido del humor en la literatura mexicana. Incluso, dice el editor argentino Mario Muchnik que Hiriart ¡°es uno de los grandes c¨®micos de la lengua. Hugo tiene, por ejemplo, un libro que empieza diciendo: ?Dios cre¨® el mundo, el agua, las estrellas¡ y separ¨® la luz de las tinieblas en seis d¨ªas.? Punto y aparte: ?se dice pronto?.¡±
Hiriart explica: ¡°Juvenal dec¨ªa que en Roma era dif¨ªcil no escribir s¨¢tiras. Lo mismo pasa en M¨¦xico, pa¨ªs donde la incapacidad y la corrupci¨®n son ominipresentes y generan una fascinaci¨®n casi hipn¨®tica.¡± En Grantaaporta un fragmento de su nueva novela (todav¨ªa in¨¦dita) que clasifica como una ¡°acci¨®n en prosa¡±. Sostiene: ¡°La novela nacional sobre el narco es en general parodia del cine negro con gotas de color local. No obstante, mi novela, muy colocada en el M¨¦xico durante las dos presidencias del PP mexicano, llamado PAN, que dur¨® 12 largu¨ªsimos y catastr¨®ficos a?os, tambi¨¦n trata, aunque lateralmente, del narco. Pero mi trabajo, creo, no es par¨®dico".
Guadalupe Nettel (Ciudad de M¨¦xico, 1973) considera que est¨¢ bien ¡°dejar en paz¡± el tema de la violencia. ¡°Los mexicanos ya estamos saturados de ese tema en el que se enfocan todos los noticieros, los diarios y muchas de las conversaciones privadas desde hace seis a?os. Es un tema terrible y alarmante, es verdad, pero no es lo ¨²nico que constituye a nuestra sociedad ni lo ¨²nico que hay en el horizonte.¡±
Nettel trabaja estos d¨ªas en una novela que se sit¨²a en varias ciudades del mundo en las que ella ha vivido o pasado largas temporadas. La trama se centra en el enamoramiento y la convivencia de pareja. Piensa que la violencia se ha ¡°explotado comercialmente en el cine y en la literatura.¡± Por eso es tajante: ¡°No respeto la literatura que se rige por modas y no por una necesidad del escritor. Me parece que en vez de arte se fabrican mercanc¨ªas. Hay autores que, por su universo y su contexto, s¨ª abordan el tema del narcotr¨¢fico de manera genuina pero son la minor¨ªa y es lamentable que los dem¨¢s sacrifiquen su b¨²squeda personal para agradar al p¨²blico f¨¢cil ofreci¨¦ndole lo que espera. Tampoco siento que escribir literatura que no trate el narcotr¨¢fico o la violencia deba ser una militancia ni nada por el estilo.¡±
Esta entrega de Granta contiene tambi¨¦n piezas de autores como Sandra Cisneros, Mar¨ªa Venegas, Anthony Doerr y Chris Dennis que tienen como eje a M¨¦xico, pero visto desde Estados Unidos.
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