Pudor

La canci¨®n Dime que me quieres de Tequila es un jal¨®n en la m¨²sica en castellano. Su primer verso, Hay una cosa que te quiero decir, da t¨ªtulo a un programa de Telecinco que recupera aquel Tengo una carta para ti que present¨® Isabel Gemio bajo el patr¨®n ideado en Italia. Pero la din¨¢mica del programa m¨¢s bien tiene que ver con otro momento de la pegadiza canci¨®n que dice literal: no me importa rogarte, por favor no juegues con mi coraz¨®n. Pero de jugar con los corazones es de lo que trata el espect¨¢culo.

Los reencuentros que el programa propicia ayudan a dibujar el panorama humano contempor¨¢neo. Por m¨¢s redes sociales que haya, siempre queda el ¨²ltimo recurso de plantarse en un plat¨® y aventar el amor, el despecho, o las disculpas. Jorge Javier V¨¢zquez es capaz de resumir peripecias vitales en una narraci¨®n sint¨¦tica pero sustanciosa. Hay poca gente capaz de contar algo en la tele y hacerlo de manera articulada, as¨ª que su fina iron¨ªa, su habilidad para calentar los momentos musicalizados y su dominio del caldo le hacen casi imprescindible para propiciar los cl¨ªmax del programa.

Un hijo se quer¨ªa reencontrar con su padre. Confes¨® que le hab¨ªa hecho tantas putadas, ataques intern¨¢uticos y sabotajes a su nueva relaci¨®n amorosa incluidos, que cuando el enviado del programa se plant¨® en la puerta de casa del padre hab¨ªa un denso aroma de suspense. El padre abri¨® el sobre que conten¨ªa la invitaci¨®n de Telecinco y Jorge Javier. Cuando Telecinco y Jorge Javier te mandan una invitaci¨®n es normal sufrir un mosqueo parecido a si de pronto te invita a merendar Mourinho. La imagen de aquel padre permaneci¨® congelada mientras el hijo diger¨ªa la negativa para acceder a reconciliarse en antena. Es imposible no imaginar a aquel hombre plantado ante el televisor mientras se desempaquetaba una parte de su intimidad para ser pesada en la lonja audiovisual. Hay historias que acaban bien, claro. Solo faltar¨ªa mal rollo continuo en horario estelar. La tele quiere trascender la ficci¨®n y sentar a los Hamlet, Segismundos y reyes Lear de la realidad a abrirse en canal. Ha entablado un combate contra el pudor que hasta ahora gana por goleada.