¡®Breaking bad¡¯ comienza su ¨²ltimo viaje en el infierno

Breaking bad ha vendido el alma de su protagonista al diablo para presentar su candidatura al Olimpo de las series. Tras cuatro temporadas, en la serie casi no hay rastro del aquel apocado profesor de qu¨ªmica que decide convertirse en traficante de metanfetamina para no dejar a su familia en la pobreza. Tampoco de aquel drama minoritario que naci¨® en 2008 en la cadena estadounidense AMC a la sombra de Mad men.

Walter White se ha transformado en el capo de la droga Heisenberg, su ¨¢lter ego malvado, y la serie ya est¨¢ inmersa en su quinta y ¨²ltima temporada, que afronta el reto de culminar una historia cada vez m¨¢s densa y pesimista, que aspira a consolidarse como una las mejores que ha dado la ficci¨®n televisiva en los ¨²ltimos a?os. Desde el pasado jueves Paramount Comedy (dial 23 de Canal +) ofrece la posibilidad de ver si lo conseguir¨¢ o no.

En palabras de su creador, Vince Gilligan, la evoluci¨®n del protagonista de Breaking bad se puede resumir en la transformaci¨®n de ¡°Mr. Chips en Scarface¡±, para Bryan Cranston, el actor que lo encarna, sigue siendo la historia de un persona buena que se equivoca al anteponer el fin a los medios. ¡°Walter ha cambiado tanto que ¨¦l mismo no se reconocer¨ªa si se cruzara con el hombre que era en la primera temporada¡±, explica el int¨¦rprete en una charla telef¨®nica. ¡°Hist¨®ricamente, el p¨²blico est¨¢ acostumbrado a empatizar con los protagonistas. A nosotros nos gusta poner a prueba la simpat¨ªa de la audiencia hacia nuestro protagonista¡±. El hombre fracasado de los inicios ha dado paso a un criminal experto en el arte del enga?o y hambriento de poder: ¡°Walter White sigue siendo un ser humano muy complicado. La quinta temporada culmina la premisa con la que arranc¨® la serie: un buen hombre que toma malas decisiones. La diferencia ahora est¨¢ en que por primera vez se siente orgulloso de lo que ha hecho, a pesar de las terribles consecuencias que ha sufrido su entorno¡±.

La ¨²ltima temporada, divida en dos tandas de ocho cap¨ªtulos ¡ª la primera se emiti¨® este verano en EE UU y ahora llega a Espa?a, la segunda no se estrenar¨¢ hasta 2013¡ª , arranca con el protagonista convertido en due?o absoluto del tr¨¢fico de metanfetamina en Nuevo M¨¦xico, tras matar a su principal oponente, y reconciliado con su compa?ero de negocio, Jesse Pinkman (Aaron Paul). ¡°Los dos vuelven a trabajar juntos, pero las bases que sustentan su colaboraci¨®n son ahora mucho m¨¢s endebles. Al principio ten¨ªan una relaci¨®n casi familiar; ahora Walter sabe que la mejor manera de mantener a Jesse controlado es tenerlo cerca, porque si alguna vez llegara a descubrir c¨®mo ha sido manipulado, Jesse no dudar¨ªa en matar a su antiguo mentor.¡±

De hecho, es uno de los posibles finales hacia los que se encamina la serie, aunque Cranston se resiste a dar detalles: ¡°A estas alturas resulta casi imposible pensar Breaking Bad tenga una final feliz. Ya sea con el nombre de Walter o Heisenberg, mi personaje se ha convertido en un ser odioso. No s¨¦ si esto cambiar¨¢ en los ¨²ltimos episodios y tampoco quiero saberlo¡±. De momento el actor prefiere disfrutar un poco m¨¢s del que considera que ser¨¢ el papel m¨¢s importante de su carrera y que le ha proporcionado, entre otros premios, tres Emmy consecutivos a mejor actor.