Los imitadores de pol¨ªticos revitalizan ¡®Saturday night live¡¯

Cumpli¨® el pasado viernes 37 a?os en antena, y es un portento de la televisi¨®n (un portento que cobra a¨²n m¨¢s relevancia en temporada electoral). El programa estadounidense Saturday night live, que NBC emite religiosamente en vivo los s¨¢bados, vive de la s¨¢tira y la burla, y en ning¨²n lugar la obtiene con tanto ¨¦xito como en la arena pol¨ªtica. Qued¨® claro hace cuatro a?os, cuando la comediante Tina Fey imit¨® a Sarah Palin, y sus gestos, poses y frases acabaron por hacerse m¨¢s famosos que los de la propia exgobernadora de Alaska. ?Aquella frase de ¡°puedo ver Rusia desde mi casa¡±? Es de Fey, no de Palin. Ahora Saturday night livevuelve a la carga, para ofrecer la cara m¨¢s c¨®mica, y a veces m¨¢s humana, de las elecciones presidenciales.

Este a?o, Saturday night live (en Espa?a en Canal +) cuenta con un nuevo Barack Obama, el comediante Jay Pharoah, que imita a la perfecci¨®n la cadencia del presidente, sus pausas y su tono de voz. Antes hac¨ªa de Obama Fred Armisen, que es blanco, y cuya interpretaci¨®n suscit¨® cierta animosidad, dado que en los albores del cine los papeles de personas de raza negra los interpretaban actores blancos con las caras pintadas de bet¨²n, por la segregaci¨®n y el racismo.

Ahora el Obama ficticio por fin es negro, y mucho m¨¢s cre¨ªble. Su parodia del primer debate presidencial muestra a un presidente taciturno, perdido, pensando en c¨®mo se le ha pasado su propio aniversario de bodas, y no en los ataques de su contrincante.

En ese sketch, mientras Mitt Romney (el candidato republicano a la Casa Blanca) habla y habla, Obama piensa en formas de sorprender a su mujer. ¡°Se?or Obama, el gobernador Romney acaba de decir que fue ¨¦l quien mat¨® a Osama Bin Laden. ?No tiene nada que decir?¡±, dice el moderador. ¡°No, seguid, seguid¡±, responde Obama, ausente. Es una parodia, pero refleja a la perfecci¨®n el original, y le pone una sonrisa. Es el llamado efecto Saturday night live: amplifica defectos, e influye en las encuestas.

Tina Fey fue en muchos momentos m¨¢s memorable que la propia Sarah Palin, lo mismo puede decirse de Will Ferrell Encarnando a George W. Bush. En un momento de su debate en 2000, el moderador le muestra una cita de ¨¦l mismo, una serie de frases sin sentido: ¡°Con mayor o menor frecuencia, las pel¨ªculas nos dan un sexo exquisito y completa violencia, que ponen de relieve nuestros valores. Dos de cada ni?os lo hacen. Yo tambi¨¦n lo har¨¦¡±. El presentador le pide a Bush / Ferrell que explique lo que significa ese sinsentido. ¡°?Paso palabra!¡±, responde el candidato, provocando la hilaridad. De nuevo: una burla de la realidad que en realidad es la quintaesencia del car¨¢cter del candidato.

Desde que naci¨® en el a?o 1975, Saturday night live ha hecho c¨¢tedra de la s¨¢tira pol¨ªtica. Inicialmente imit¨® el debate entre el presidente Gerald Ford, interpretado por Chevy Chase, y el candidato dem¨®crata Jimmy Carter, encarnado por Dan Aykroyd.

En las tres d¨¦cadas sucesivas, el programa representar¨ªa las mayores glorias y las m¨¢s penosas miserias de la clase pol¨ªtica estadounidense, siempre con un toque ir¨®nico: Ronald Reagan dirigi¨¦ndose a la naci¨®n como un vulgar vendedor de teletienda; la ex primera dama Hillary Clinton dici¨¦ndole al republicano Bob Dole ¡°yo soy la copresidenta de este pa¨ªs¡±, y por supuesto George W. Bush, con sus modos de cowboy y su ignorancia galante.

Este a?o Saturday night live emite un espacio de media hora los jueves por la noche, ¡ªpresentado en formato informativo¡ª en el que se repasa ampliamente la actualidad electoral del pa¨ªs. Es una tradici¨®n que inici¨® en las elecciones de 2008. Las razones son claras. Hace cuatro a?os las parodias pol¨ªticas aumentaron los ¨ªndices de audiencia del programa en un 46%, alcanzando un 6% de la cuota de pantalla. Ahora, NBC espera repetir el ¨¦xito. Entonces, sin embargo, ten¨ªa un fil¨®n del que ahora carece: la fuerza de Sarah Palin, y el arte de Tina Fey imit¨¢ndola. Aquellas elecciones fueron m¨¢s teleg¨¦nicas.